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Category — Viajes

Ronda, una grata sorpresa (4/5)

Al volver a la ciudad, tomé la calle en honor de tantos anónimos hijos de puta…

Callejón de los Tramposos

…y me encaminé a la Colegiata Santa María la Mayor, una preciosa iglesia en la que merece la pena gastarse los 4 € que cuesta la entrada con audioguía.

Colegiata de Santa María

Está situada en la hermosa plaza de la Duquesa de Parcent, en la que también podemos ver el Ayuntamiento de Ronda.

Ayuntamiento de Ronda

De aquí me fui al Museo de Ronda. Otros 3 € bien gastados, aunque sólo sea porque me ha dado ideas de excursiones en algunas cuevas cercanas a Ronda.

Museo de Ronda

Museo de Ronda

Museo de Ronda

Es un museo histórico-arqueológico de contenidos genéricos y pinceladas en la zona que Ronda ocupa. Si vas con tiempo y ganas de aprender detalles de este corte es muy recomendable.

Museo de Ronda

Tanta sabiduría acerca del hombre prehistórico me había dado hambre, así que salí de la ciudad cruzando las murallas por la Puerta de Carlos V y me encaminé a la bodega San Francisco. No puedo menos que recomendarlo, ya que la botellita de agua, el salmorejo y la media ración de cazón en adobo que me encajé por 9.35 € (dejé 10, me sentía espléndido) me devolvieron la vida.

Lunch

Eso sí, si quieres salmorejo como el de la foto, que sepas que tienes que pedir porra antequerana. Ya, yo tampoco lo entiendo.

November 4, 2011   Comments Off on Ronda, una grata sorpresa (4/5)

Ronda, una grata sorpresa (3/5)

Pasado el Puente Nuevo se entra en el meollo de la cuestión. En las calles con solera, donde cada esquina te puede sorprender por su belleza, su luminosidad, o, por qué no, la súbita aparición de un globo aerostático entre sus tejados.

Ronda

Entre estas callejuelas, sin premeditación ni alevosía, pero con muchas ganas de andar y mucha curiosidad, se me perdió la mañana. Descubrí pequeñas joyas, como la casa donde nació Francisco Giner de los Ríos, o esta preciosidad a medio destruir (o a medio hacer, quién sabe, qué más da)…

Ronda

La impresionante fachada del Palacio de Salvatierra.

Ronda

Extracto de su entrada en Wikipedia:

“Un noble edificio que centra su decoración sobre una singular portada renacentista que se organiza a partir de una pareja de columnas de orden corintio a cada lado de su amplia puerta adintelada, sobre las que se dispone un friso en piedra finamente decorado de donde arranca un balcón cerrado por una espléndida reja de hierro. El elemento más llamativo de esta portada lo forma el grupo de cuatro figurillas incas que, a la manera de los atlantes de la arquitectura clásica, sostienen sobre sus cabezas un frontón recto en cuyo centro se aloja el escudo de armas de los promotores de este edificio.”

La Puerta de Felipe V, el primer Rey de España Borbón, data de 1742, y fue construida para reemplazar a la anterior, que se había quedado pequeña. Tampoco es que ésta sea enorme, pero supongo que en aquella época las ancianas andaban en fila india y no ocupando toda la calzada en paralelo.

Ronda

Cruzando la citada puerta salí del centro de Ronda de nuevo, esta vez en dirección al vecindario de la Iglesia de Padre Jesús.

Puente viejo y Padre Jesús

A decir verdad había un punto en el mapa que me había seducido por su sugerente nombre, la Plaza de la Oscuridad. Supuestamente en ella encontraría una ermita conocida como de la Oscuridad, del siglo IX y que da nombre a la plaza. Bien, ni rastro de ella. Y la plaza de oscura nada. Lo cierto es que después de leer su entrada en la Wikipedia tampoco me queda muy claro si existe todavía o no.

Plaza de la Oscuridad.

Di la vuelta y antes de cruzar de nuevo la Puerta de Felipe V me encontré con la curiosamente llamada Fuente de los Ocho Caños. Curiosamente digo porque aunque tenga ocho caños sólo uno funcionaba. Luego nos quejamos de cómo está España.

Fuente de los ocho caños

November 3, 2011   Comments Off on Ronda, una grata sorpresa (3/5)

Ronda, una grata sorpresa (2/6)

Continué mi andadura, como decía, por el pasaje de Ernest Hemingway, desde el que dejas a la izquierda la Real Maestranza de Caballería de Ronda y penetras en el paseo de Orson Wells.

Ronda

Supongo que todos estos caballeros que disfrutan de calles y placitas en la ciudad habrán hecho algo para merecerlo, como alabarla en sus obras y / o países de origen, fomentando el turismo. No he tenido tiempo (ni ganas, no nos engañemos) de investigarlo, pero los ya citados Wells o Hemingway no son los únicos que disfrutan de tal privilegio.

Ronda

Lo cierto es que al ver sus nombres sobre azulejos en la majestuosa ciudad de Ronda, no me queda más remedio que contar lo que yo he sentido caminando por sus calles, en previsión de que algún alcalde futuro decida dedicarle una calle o una humilde fuentecita a algún bloguero. Desde aquí mi candidatura queda presentada.

Ronda

Me encantó el Parador de Ronda, magníficamente situado y con una de sus esquinas totalmente recubierta de vegetación. Lo poco que pude ver de su interior además de lo ya reseñado lo han colocado muy arriba en la lista de lugares en los que alojarme cuando tenga éxito dando un golpe de estado o atracando un banco, que son dos de las alternativas que barajo para hacerme rico en este país de pandereta.

Ronda

A esas alturas de paseo matutino tengo que aclarar que la ciudad ya me había cautivado. Las vistas que desde el Puente Nuevo se tienen de la Serranía de Ronda y del resto de la ciudad te dejan sin palabras. Al no ser consciente de la avalancha de turistas que transitarían ese mismo lugar unas horas después no me di cuenta de la suerte que tuve al poder hacer estas fotos con las calles semidesiertas y una luz, la del amanecer, que pocos de ellos disfrutan en ese lugar.

Ronda

(ir al primer post de la serie)

November 2, 2011   Comments Off on Ronda, una grata sorpresa (2/6)

Ronda, una grata sorpresa (1/5)

Después de casi dos años (cómo pasa el tiempo, madre mía) viviendo en San Roque ya iba siendo hora de dejarme caer por Ronda. Es una parada casi obligatoria de todos los couchsurfers que pasan por mi casa con algo de tiempo. Un día me dije: “algo tendrá el agua cuando la bendicen“.

Ronda

Así que me levanté tempranito y me encaminé a la estación de tren San Roque / La Línea, donde a las 7:21 am salía el tren de Renfe hacia Ronda. El billete de ida y vuelta cuesta 15.60 €. La hora y veintiún minutos del trayecto de ida se me pasaron bastante rápido. Llevaba lectura técnica y algo de sueño. A buen… pocas…

Ronda

La llegada a Ronda no impresiona, la verdad. Al salir de la estación de tren te encuentras en un barrio alejado del centro de la ciudad, que es donde se concentra la magia. En cualquier caso, sólo diez minutos caminando me llevaron al primer sitio curioso:

Ronda

Tuve la suerte de que la iglesia estaba abierta (supongo que celebrarían Misa algo después) y como tengo por costumbre entré a rezar / meditar unos minutos, además de admirar el interior del edificio. Creo que es una de las mejores costumbres que he adquirido a lo largo de mi vida, entrar en iglesias y otros lugares de culto y mirarme para adentro.

Ronda

Seguía las señales hacia el centro histórico, pero gracias a una rápida conversación con una muchacha que andaba limpiando en la preciosa Alameda del Tajo, decidí que iría en paralelo a la calle Virgen de la Paz, por el paseo de los ingleses y el pasaje de Ernest Hemingway.

Ronda

Menuda sorpresa al asomarme al Tajo de Ronda por primera vez. Incluso no haciéndolo por la parte que da al Puente Nuevo impresiona bastante. Lamento la calidad de las imágenes, después de todo fueron tomadas con un iPhone 4, que no deja de ser un teléfono. Mi cámara digital quedó destruida en Colonia el pasado mes de febrero. Entonces decidí comprarme una cámara reflex para hacer fotos en condiciones cuando de verdad tenga ganas y mientras tanto apañarme con la cámara del móvil que tenga en cada momento. Tendréis que sufrir tal resolución, puesto que mi economía no me ha permitido comprarme la reflex hasta el momento.

(ir al segundo post de la serie)

October 31, 2011   Comments Off on Ronda, una grata sorpresa (1/5)

Restaurante La Casería, en Gijón

Volví a Asturias, tras el viaje de año nuevo. Y volví a Gijón, una ciudad que me encanta. Esta vez me quedé con mi amigo Alberto, con el que conocí un poco más la ciudad y disfruté de la calidad y cantidad de la comida en este restaurante. Os lo recomiendo. Es un poco difícil de encontrar pero merece la pena, creedme. Escrito queda, tras tantos meses.

Restaurante la Casería

Otro día os cuento la que liamos en el río Sella.

April 14, 2010   Comments Off on Restaurante La Casería, en Gijón