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Cosas que se aprenden leyendo a Neruda

Siguiendo con el “ciclo poético” que comencé el miércoles pasado con Machado, hoy me animo a compartir con vosotros algunas nuevas perlas descubiertas al amparo de los versos del gran poeta chileno Pablo Neruda.

Trementina: Jugo casi líquido, pegajoso, odorífero y de sabor picante, que fluye de los pinos, abetos, alerces y terebintos. Se emplea principalmente como disolvente en la industria de pinturas y barnices.

Cimera: Adorno que en las armas se pone sobre la cima del yelmo o celada; p. ej., una cabeza de perro, un grifo, un castillo, etc.

Sentina: Lugar lleno de inmundicias y mal olor.

Raulí: Árbol de gran porte, de la familia de las Fagáceas, con hojas caedizas, oblongas, doblemente aserradas, pálidas en su cara interna, y fruto muy erizado. Es característico de los bosques andinos, y de valor forestal por su madera.

Estero: Arroyo, riachuelo.

Transmigrar: Dicho especialmente de una nación entera o de una parte considerable de ella: Pasar a otro país para vivir en él.

Carena: Burla y chasco con que se zahiere y reprende.

Durazno: Nombre genérico de varias especies de árboles, como el melocotonero, el pérsico y el duraznero.

Arrebol: Color rojo de las nubes iluminadas por los rayos del Sol.

Como la semana pasada, si has llegado aquí, hay bonus track en forma de poemas o extractos que he disfrutado especialmente:

De “Ebrio de trementina y largos besos”:

Voy, duro de pasiones, montado en mi ola única,
lunar, solar, ardiente y frío, repentino,
dormido en la garganta de las afortunadas
islas blancas y dulces como caderas frescas.

De “Residencia en la Tierra II – Walking around”:

Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.

De “Pido silencio”:

Lo tercero es el grave invierno,
la lluvia que amé, la caricia
del fuego en el frío silvestre.

(…)

La quinta cosa son tus ojos,
Matilde mía, bienamada,
no quiero dormir sin tus ojos,
no quiero ser sin que me mires:
yo cambio la primavera
por que tú me sigas mirando.

Amigos, eso es cuanto quiero.
Es casi nada y casi todo.

Ahora si quieren se vayan.

He vivido tanto que un día
tendrán que olvidarme por fuerza,
borrándome de la pizarra:
mi corazón fue interminable.

(…)

Se trata de que tanto he vivido
que quiero vivir otro tanto.

Nunca me sentí tan sonoro,
nunca he tenido tantos besos.

Ahora, como siempre, es temprano.
Vuela la luz con sus abejas.

Déjenme solo con el día.
Pido permiso para nacer.

De “Pensé morir, sentí de cerca el frío”:

En ese instante se terminaron los libros, 
la amistad, los tesoros sin tregua acumulados, 
la casa transparente que tú y yo construimos: 
todo dejó de ser, menos tus ojos. 

De “Memorial de isla negra – La poesía”:

Y yo, mínimo ser,
ebrio del gran vacío
constelado,
a semejanza, a imagen
del misterio,
me sentí parte pura
del abismo,
rodé con las estrellas,
mi corazón se desató en el viento.

February 4, 2009   6 comentarios