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Primeros retales panameños


Cuando llevo apenas un par de días me voy a aventurar a hacer una radiografía de lo que he podido ver hasta ahora. Puede ser divertido releerlo en un futuro. Hay que tener en cuenta que mi vida aquí ha sido poco más que dormir, ir a trabajar, volver del trabajo, entrenar, cenar y volver a dormir, y que mis juicios estarán muy sesgados por las opiniones de mis compañeros que llevan más tiempo en el país. Vayamos por partes, tratando diferentes temas típicos cuando llegas a un nuevo país:

Transporte:

· Metro: no hay.

· Autobús: no tengo ni la menor idea de si cubren el territorio de la ciudad, ni su cadencia de paso, ni su fiabilidad, ni su precio… nada, por motivos que descubriréis cuando leáis lo que voy a escribir en breve sobre los taxis. Lo que sí es cierto es que son espectaculares, pues vienen directos de EEUU cuando allí los jubilan, y son calcamonías del autobús en el que tantas veces hemos visto subir a Bart y Lisa para ir al colegio. Eso sí, pintados de blanco y graffiteados hasta decir basta, en algunas ocasiones hasta adornados con lemas populares.

· Taxis: muy parecidos a los taxis rumanos: tienes suerte si encuentras uno con AC (aunque cada vez es más normal), la carrera sólo sube de 10 $ en casos muy excepcionales (si vas al aeropuerto o te estafan, simple y llanamente), y suelen llegar más o menos rápido al destino, salvo en horas punta. Eso sí, los coches son en general bastante cutrecillos, abundando los taxis tuneados con alerones, llantas un tanto chanas y piezas de colores chillones en el interior.

· Moto particular: ni lo sueñes.

· Coche particular: tú sabrás, pero si te lanzas a conducir por aquí tienes que sentirte muy seguro de ti mismo al volante.

· Bicicleta: ciclista = suicida.

Comida:

He visto bastante oferta de restaurantes, aunque por ahora sólo he ido al mismo, uno que está muy cerquita del trabajo, en el que por unos 6 $ comes un buen plato y bebida. O sea, comes. La cena la estoy haciendo en casa, pues tengo una tienda de chinos (esta gente está en todas partes, es flipante) donde puedes comprar pasta, ensaladas, bebidas y demás cosas para cenar por unos 3 o 4 $ diarios.

Hay restaurantes japoneses bastante buenos, como el Matsuei, o algún que otro chino como el Lung Fung para desayunar espléndidamente. Ambas recomendaciones me las hizo Donderis.

No he visto muchos puestos de comida rápida en mitad de la calle, aunque lo cierto es que prácticamente no he paseado todavía por la ciudad, aunque tengo tela pero tela de ganas.

Otros:

A falta de la imaginación y la memoria suficientes para seguir ampliando el post con otros apartados con entidad propia, iré dejando algunas pinceladas que recuerdo… el panameño medio no fuma, no se moja a la hora de contestar a una pregunta de opinión, no confía en la clase política (este último juicio quizás es un poco apresurado), no puede vivir sin el aire acondicionado al máximo en los interiores de los edificios y soporta estoicamente vivir en medio de una ciudad con muchísimo ruido. Muchísimo, entre otras cosas, porque el panameño medio que se desplaza en coche piensa que el claxon es el tercer intermitente (todavía me queda por comprobar si conocen los dos primeros, cuando conduzca os lo cuento). El panameño que fuma sólo te dará fuego cuando le preguntas si tiene un lighter, y cuando quiere abrir una puerta y tiene que hacerlo hacia si mismo, estará halando la puerta, no tirando de ella. El panameño medio que leyera este post ahora mismo pensaría: ya basta de tanta vaina. A la hora de trabajar, lo más probable es que llegase a las 8 y saliese a las 17, comiendo en una hora escasa y no levantándose del asiento más que para eso prácticamente. Muy probablemente, si tiene título universitario se encargará de hacértelo saber bien rápido, de forma indirecta (mediante la firma del correo electrónico) o de forma directa, mediante la anteposición del título a su nombre a la hora de ser presentados. Por contra, el que no tiene título normalmente no intentará incidir en la tipología de sus ocupaciones, limitándose a escuchar en este tipo de conversaciones. El panameño medio adora a Rubén Blades, y te diría que el barrio más peligroso de Panamá City es El Chorrillo.

Las líneas anteriores han sido escritas después de menos de 48 horas de estancia en Panamá, de las cuales unas 14 las he pasado durmiendo y como mínimo otras 20 trabajando. Soy enemigo de los tópicos, me parecen injustos y de corto alcance, y soy consciente de que el contenido del presente post está cargado de apreciaciones personales, cuando no tópicos en si mismas. Las he escrito con el mayor cariño del mundo y las mejores intenciones de complementarlas y afinarlas con las experiencias personales que espero vivir en el tiempo que esté aquí. Y tal.

13 comments

1 Miriam { 02.15.09 at 11:52 }

Yo también tenía ganas de que escribieras este post. Banyú, ¿cómo son las calles? ¿Asfalto? ¿Edificios altos? ¿Arboles, parques, fuentes? ¿Vallas publicitarias? ¿Has visto la tele? ¿Es verdad que se casan y tienen niños con 25 años?

2 iPodGirl { 02.15.09 at 14:15 }

uhmmm no sé si sería un lugar que conocer por iniciativa propia… creo que no me atrae demasiado…
Besotes y cuidate!!

3 Banyú { 02.15.09 at 16:53 }

@Miriam: tranquila mujer, ya habrá tiempo…

@iPodGirl: sí, es el típico sitio que como no visites por trabajo, no conocer, vaya.

4 Ernesto Sierra { 02.15.09 at 17:01 }

Estoy con iPodGirl, no me llama la atención nada de nada. Por cierto, apunte off the record… Que estamos ya en febrero, hombre, quita ya el gorrito de Papá Noel de la cabecera del blog… 😛

5 José María Duro { 02.15.09 at 17:54 }

Me ha gustado lo que cuentas y espero que sigas contándonos tus impresiones.

6 Luisete { 02.15.09 at 20:06 }

Te dije que te dejaría comentarios, y lo cumplo :DDD

Me parece super interesante este tipo de post, ten a buen seguro que los leeremos con muchísima atención, porque Panamá no es precisamente uno de los países que más conozcamos por estos lares, así que tú aprovecha la estancia, y háznosla aprovechar a nosotros ;)))

Un abrazote!

7 antonio { 02.15.09 at 20:43 }

No se puede pedir mas en tan poco tiempo.
Sigue contandonos el Panamá con ojos de VIAJERO. Las guías de turismo nos interesan menos.

8 Diego Pino { 02.15.09 at 21:12 }

Que no te sorprenda lo de los chinos y los japoneses. Una de mis compañeras de trabajo de la oficina comercial era panameña (sus abuelos eran de Cantón y emigraron a Panamá hace muchos años)

A principio del siglo XX hubo una diáspora de chinos y japoneses a América del Sur. En Brasil se encuentra la mayor diáspora de japoneses del mundo (se llaman nissei, o 2 generación en japonés)

En Perú por ejemplo también hubo mucha emigración china. De hecho en Perú a los restaurantes chinos se les llama “chufanes”, que viene de “chou fan” (arroz frito en mandarín). En Panamá también se les llama chufanes?

Sigue posteando tus aventuras por Panamá, y no creo que tengas que justificarte al fin y al cabo son tus impresiones, lo que percibes, y está bien como está. Seguro que cuando te vuelvas lo ves de otra manera.

Saludos,

9 Ana { 02.16.09 at 18:10 }

Por lo que veo la cosa marcha de momento. Ya nos seguirás contando. Ah! Y no te aventures demasiado pronto con lo de conducir….

10 Gons { 02.16.09 at 21:05 }

Jeje, qué bien te veo, compañero, sigue así, y mantennos informados, cuídate, anda.

11 Introspectre { 02.17.09 at 01:00 }

Mola un montón saber cosas de paises distintos al tuyo, síguenos contando, y cuídate mucho! Un abrazo.

12 CaDs { 02.17.09 at 20:04 }

Animate y alquilate un coche, es una experiencia única en la vida 😀
El tráfico panameño en hora punta es como ver la teoría del Caos en movimiento

13 Hackett { 02.21.09 at 17:32 }

Vaya, parece que estás conociendo a fondo Panamá City. Te la estás pateando bien y mezclándote con su gente.

Disfruta.