Budapest: Un fin de semana mágico (primera parte…)
¿Qué se puede decir de una ciudad como Budapest? Se podrÃa empezar situándola geográfica e históricamente como la capital de HungrÃa, con 1.7 millones de habitantes censados en 2005, y un devenir marcado por la fusión en 1873 de las ciudades de Buda y Pest, con el Danubio como testigo de excepción. Ocupa una superficie de unos 525 kilómetros cuadrados, y se encuentra a unos 470 metros sobre el nivel del mar. Se podrÃa también hacer referencia a su supuesta capitalidad europea en la industria del cine de moral distraÃda. HungrÃa, el paÃs fundado en el año 1000 por Estéfano I, establecerÃa en ella su capital en 1361. Ni el Imperio Otomano, ni las terribles inundaciones que ha sufrido, ni tan siquiera la influencia de los Habsburgo ha logrado eliminar las reminiscencias magiares en forma de lengua imposible de aprender y un catolicismo muy arraigado (aunque algo tardÃo).
Pero sinceramente, no llevaba nada de eso en la cabeza cuando subà al avión de Sky Europe que me llevó a Bratislava en una tarde de viernes cualquiera a finales de enero. TenÃa ganas de conocer Budapest, por supuesto. ¿Quién no ha oido hablar de Budapest?. Pero me sentÃa sólo. Muy sólo. En Bucarest hemos conformado un grupo muy puntero, hay de todo un poco. Pero hay veces en que necesitas cambiar el chip, hablar con alguien diferente. Hacer algo distinto. Estaba algo saturado. David Larena “Bob Esponja” iba a ser el anfitrión, y Pedro Serrano “Piter” otro visitante itinerante. Invitados de lujo: Mirja, Vicent, Ruth, Juan, Diana, Dolores, los sofienses…
Una vez cubierto el trayecto Bucarest – Bratislava, y gracias a la generosidad del chico del mostrador que vendÃa los tickets del autobús en el aeropuerto de Stefanica, obtuve el billete de autobús hasta la estación de tren de Hlavna Stanica a cambio de varias monedas de Lei distintas. Y es que la novia coleccionaba monedas. Espero que no lo lea esto ninguno de sus jefes, no vaya a ser que lo echen…
Durante el viaje en tren hasta Budapest iba pensando en los momentos tan buenos que habÃamos pasado los precarinformáticos durante el mes de septiembre que pasamos más o menos juntos en Madrid, pero en lo poco que nos habÃamos conocido en realidad. En lo que habÃamos aprendido unos de otros leyéndonos… y en las ganas que tenÃa de hablar con alguien que me entendiera. Mientras cavilaba de tal guisa, Piter daba rienda suelta a su creatividad…
Vicente aprovechaba el poco tiempo libre que iba a tener en el fin de semana para estudiar un poco de húngaro y dar los últimos retoques a la nota sobre los aros de cortinas de ducha en la ribera norte del Danubio a su paso por HungrÃa (como se puede observar).
Y una vez allÃ, empezaron a privar. Yo andaba dando vueltas a Budapest en un tren que no sabÃa por qué vÃa entrar en Budapest. Ver para creer… cosas de los locos magiares, como dirÃa Larena…
Algo más tarde llegué. David vino a recogerme (¡¡gracias compi!!) a la estación de Keleti (qué guapada, por cierto) y fuimos con el resto a casa de Vicente, donde estaba programada una cena de sushi para 11. Al final los que cenamos (que no los que estuvimos) fuimos 4 o 5 y sobró sushi para todo el fin de semana… ya veréis… (EDITADO: Todo esto ocurrió el sábado por la noche, no el viernes… esta memoria mÃa… qué cosa más rarrrrra… gracias por la corrección…)
Esa noche no tenÃamos cuerpo de salir, asà que nos dimos un paseÃto Peter, David y yo y nos plantamos en casa del segundo, echando una sobada de las que hacen época. A la mañana siguiente nuestro anfitrión tenÃa un as en la manga para que empezáramos el dÃa con alegrÃa. Fue muy intenso, por cierto… si no llega a ser por el Cola Cao…
Una vez tomado el desayuno, ya tocaba patear un poco la ciudad. Empezamos por Pest. Budapest es francamente preciosa. Bucarest tiene su encanto, pero no es comparable, claramente. Se le coge cariño cuando la vives algún tiempo. Pero Budapest es una ciudad agradable a los sentidos, hechiza y cautiva. Es asà de sencillo.
Caminando, caminando, nos encontramos con uno que llevaba una tajá de Cola Cao peor que la nuestra…
ArtesanÃa tÃpica puesta a la venta a la orilla del Danubio. Por éste, trozos de hielo enorme bajan chocando entre si, perezosos, como si no quisieran avanzar y alejarse de ese marco incomparable. Como si quisieran detenerse y ser testigos mudos de la magia del lugar. Un tranvÃa magiar da el toque de color. Las ramas de un árbol anhelan llegar a Buda alguna vez…
Nos alejamos del rÃo. De derecha a izquierda: Mirja, Vicente, David y yo. Vuelta a las entrañas de Pest. Caminante no hay camino, se hace camino al andar…
Paseo por un macromercado de productos tÃpicos situado junto al Puente de las Cadenas. Un quiero y no puedo, rodeado de cosas que uno desea comprar, aunque sólo sea para recordarse a si mismo que ha estado allÃ… para no perder esos recuerdos en los rincones de la mente… qué dura es la vida del becario.
Una conversación cualquiera.
En un sitio cualquiera.
Media sonrisa. inclinación de cuello 15º hacia la derecha, pelos de punta, mirada calma: David Larena. En otro post hablaremos de los David de Bruselas y Budapest y la facilidad que tienen de poder hacer un “copy & paste” de sus caras en todas las fotos en las que aparecen.
Uno haciéndose que no se entera de nada y el otro que ha renegado del flequillo a lo “Tommy”. A mi el look de Tony Manero me tiene hechizado, y creo que al ritmo que voy lo puedo evolucionar haciendo un cruce con el incomparable Camilo Sesto. Veréis…
Escuchando: “Alone – Alice in Chains & Pearl Jam“.
Santoral: Juan de Dios.
Efemérides:
1857 – En un incendio provocado a consecuencia de una huelga en New York, mueren 146 obreras textiles.
1911 – Conmemoraciòn del Primer Dia Internacional de la Mujer.
1917 – Huelga de Mujeres en Rusia pidiendo Pan y Paz.
1921 – El Primer ministro de España, Eduardo Dato, muere asesinado a la salida del Parlamento. Madrid.
1965 – Las primeras tropas americanas llegan a Vietnam durante la Guerra de Vietnam.
1990 – El Movimiento 19 de Abril entrega las armas en su campamento de Santo Domingo.
2004 – El nuevo Consejo de Irak firma una nueva constitución.
8 comments
Parece que lo pasateis bien… estoy desenado leer la segunda parte del viaje!!
Hombre! por fin pones el comentario del viaje jeje, ya pensaba que habias venido otra vez y no habias avisado jeje.
Alvaro por cierto, ya tengo preparado el viaje para praga y la que vamos a montar va a ser gorda jeje.
Banyu!!
Se me están cayendo las lagrimas de la emoción!!
Soy Cristina, la del microfono del curso de septiembre!! jeje
Impresionante!! Yo no lo hubiera dicho mejor!!:
“pensando en los momentos tan buenos que habÃamos pasado los precarinformáticos durante el mes de septiembre”
“Bucarest tiene su encanto, pero no es comparable, claramente. Se le coge cariño cuando la vives algún tiempo.”
“para no perder esos recuerdos en los rincones de la mente… qué dura es la vida del becario”
Qué recuerdos!!
Me alegro de ver que Bucarest al final te ha enganchado, aunque a veces se hace un poco duro!!
Solo querÃa mandarte un saludo a tu blog, y estoy deseando ver la segunda parte de este viaje y todas las demás historias que vais contando!!
Un abrazo, Cristina
Jo Cristina, me alegro de que te guste el blog. Si sigues leyendo encontrarás post sobre Bucarest que a buen seguro te traerán muy buenos recuerdos.
Puedes tener por seguro que estamos viviendo la ciudad y el paÃs a tope. EscrÃbeme un correito para tener tu e-mail.
Un besote,
Banyú.
PD: Emciel, ¿cuándo nos vamos con Prazsky? Si no me avisas con antelación…
Genial el viaje, una envidia que dais muchas ganas de reunirnos todos!!!
Ese Bob Esponja ya tiene billete para El Cairo!!, a ver si te animas!
DeberÃas ser periodista tio, haces que veamos lo que nos perdimos!
[…] el “extravÃo forzoso” de mi cámara de fotos digital Pentax, allá por enero de 2006 en Budapest, la mayorÃa de las fotos que habéis podido ver en este blog han sido tomadas con cámaras de […]
[…] favoritas). Lo único que aprendà a decir en húngaro el fin de semana que estuve en Budapest en enero de 2006 fue “te quiero”, que para mi sonaba algo asà como “seretlet”. […]
[…] favoritas). Lo único que aprendà a decir en húngaro el fin de semana que estuve en Budapest en enero de 2006 fue “te quiero”, que para mi sonaba algo asà como “seretlet”. […]