La marabunta se va
Llegaron, conocieron Ciudad de Panamá (incluídos los cines VIP), visitaron el Canal, comieron y cenaron gastronomía panameña, fueron a Isla Grande, Bocas del Toro, Isla Contadora y San Blas, compraron muchos regalitos, y hoy las llevo al aeropuerto. Sé que lo han pasado genial, pero espero que este viaje sea algo más en sus vidas, y nunca pueda olvidar lo que vieron en este maravilloso país. Buen viaje y hasta pronto…
PD: suerte con el remo (sí, se llevan un remo de vuelta a Sevilla)
May 19, 2009 6 comentarios
De vuelta al paraíso
Sí, estoy en San Blas otra vez, esta vez con mis hermanas.
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May 17, 2009 4 comentarios
Del por qué nunca podremos olvidarnos de Kuna Yala
Y con esto termino las peripecias de este viaje, que acabo de estar en Semana Santa en Costa Rica y eso bien merece otra entrada. El tema es que después de llegar, instalarnos, ser introducidos a la aristocracia kuna de Isla Ratón, y tener un primer acercamiento al verdadero pescado fresco (recién pescado, vamos) uno tiene poco que hacer allí.
Es entonces cuando le preguntan a uno si quiere que le lleven a la playa, a lo que responde uno, ok. Ingenuamente cogí un par de libros, pensando que iba a tener tiempo para leer. En realidad lo tuve. Pero ni por un momento, después de poner mis pies en la isla a la que nos llevaron, pensé en abrir un libro o algo parecido. Ni por un momento pude desviar la mirada de las orillas de arena blanca y fina, de las aguas cristalinas, de las palmeras, del increíble sol del que disfrutamos la mayoría del tiempo, o de la gran cantidad y variedad de peces, estrellas de mar y demás especímenes marinos que pude ver en la que fue mi primera experiencia de buceo en superficie o snorkeling.
Antes de irse, Rogelio, el chaval kuna que nos llevó hasta allá (futuro estudiante de ingeniería civil o aeronaútica, no lo tenía muy claro todavía), puso tres hamacas formando una c aprovechando cuatro palmeras dispuestas aproximadamente en formación cuadrangular.
Después de los primeros baños, mis dos compañeros de aventuras, Iván y Edu, se durmieron (literalmente). Yo no podía, y no era porque no hubiera silencio. Estábamos los tres en una isla de no más de diez hectáreas, con la única compañía de tres kunas en una pequeña cabaña en uno de sus extremos. Prácticamente no salieron de la misma en todo el tiempo que estuvimos allí, como si temieran molestarnos. Observando que era el único despierto, me dispuse a rodear la isla. Comencé grabando los (tímidos) ronquidos de Edu, y terminé en el mismo sitio diez minutos después. Colgaré el vídeo en este post, así como algunas fotos de ese increíble día, en cuanto llegue a casa por la noche.
A la caída del sol, vuelta a casa, tertulia antes de dormir (a las 19:00, cuando se hizo de noche), un poco de lectura y a la cama.
Lo cierto es que nos acostamos sobre las 21:15 o algo así. Dormí como un tronco, y a la mañana siguiente nos llevaron a otra playa en otra isla, más o menos del mismo tamaño, pero con bastante más gente. Cuál no fue mi sorpresa al distinguir acento andaluz en dos chicas junto a nosotros. Tardé un ratito en encontrar una situación propicia para asaltarlas sin parecer el pesado de turno al que cualquier momento le parece bueno para conocer a una mujer (cosa que todo el mundo sabe que no soy 🙂 ). ¡Eran de Córdoba!, qué casualidad. Estuvimos charlando un rato y con la llegada de Rogelio, emprendimos el viaje de vuelta a la cruda realidad de Ciudad de Panamá (no por la ciudad, sino porque volvíamos a trabajar). Poco que reseñar del mismo, mucha carretera, mucha jungla, muchas risas con Ricardo, que aunque nos timó 10 $ por cabeza, en mi opinión los pagó con creces con sus historietas.
¿Nadie ha visto nada raro en el post?…
April 14, 2009 11 comentarios
De cómo llegamos a Kuna Yala
Para llegar a Kuna Yala (Tierra Kuna, en su idioma) hay varios caminos posibles. Aparte del más romántico y caro, que es por medio de tu propio velero (algún día lo conseguiré, por Tutatis), desde Ciudad de Panamá hay dos alternativas: coche y avión.
Si vas en avión, con un poco de suerte aterrizarás en tu isla destino o en alguna cercana, pero lo más normal es que llegues al aeródromo de Cartín y allí te estén esperando los kunas de “tu isla” para recogerte. Las dos aerolíneas que operan en ese trayecto son Air Panamá y Aeroperlas. El precio de los billetes suele rondar los 80 € ida y vuelta. El aeropuerto desde el que se sale no es el de Tocumen, sino el de Albrook, llamado Aeropuerto Marcos A. Gelabert.
Si vas en coche, ni se te ocurra intentarlo con el tuyo, por mucho todoterreno de alquiler que lleves. El camino durante la primera hora es por carretera normal, al principio incluso tramos de dos carriles en cada sentido (aunque me niego a llamarlo autovía). Pero una hora antes de llegar se torna selvático.
En otras palabras, atraviesas pura jungla. Algunas de las cuestas no son ninguna broma, e incluso algunos conductores experimentados que hacen ese trayecto varias veces en un día han volcado o tenido incidentes. Nosotros fuimos con Ricardo (tlf: +507 66569999), un tío muy gracioso y que conduce bastante bien. En este coche:
Hay que pagar un impuesto en mitad de la selva de 6 $ por persona. Este impuesto lo cobran los kuna, ya que ese ya es su territorio. El precio del trayecto en coche es de 25 $ por persona, 50 $ ida y vuelta. No aceptéis ni 1 $ más, pues es este el precio que se cobra de forma oficial. A nosotros nos cobraron 30 y pasamos por el aro por ser la primera vez, pero como se suele decir: una y no más, santo Tomás. El coche también debe dejarte en Cartín, o en otro embarcadero cercano.
En Cartín hay que pagar otro impuesto, de unos 4 $, me parece recordar, para comenzar el trayecto a las islas. Los kunas suelen moverse en cayucos con motor, no encuentro otra descripción mejor.
Si la isla a la que vas es de las prósperas, puede que te recojan con un bote en condiciones, pero si no, harás bien en ponerte el chubasquero que te ofrecerán al subirte al bote, además del chaleco salvavidas.
O eso, o te mojarás bastante. A fin de cuentas, allí casi siempre luce un sol imperioso en el cielo, así que no es tan desagradable. Doy fe de ello, que rechacé el impermeable tanto a la ida como a la vuelta. Ármate de paciencia, pues el trayecto tanto de ida como de vuelta puede alargarse más de una hora, y los cayucos no suelen ser muy cómodos. En cualquier caso la experiencia merece la pena, y durante la misma ya te vas haciendo el cuerpo a lo que te espera, viendo las primeras islas que conforman el maravilloso archipiélago de San Blas. Las más grandes, pertenecientes a las distintas comunidades Kuna que lo integran.
Las más pequeñas, de familias concretas, usadas por las comunidades como apeaderos de turistas en pequeños grupos.
La semana que viene os daré detalles de lo que vimos e hicimos junto a ese maravilloso pueblo que son los kunas.
April 8, 2009 8 comentarios
De cómo supe quiénes eran los Kuna y decidí ir a San Blas
Una de las primeras cosas que te llaman la atención cuando pasas varios días en Panamá es la presencia de ciertas mujeres (principalmente) que se distinguen de las demás en ciertos rasgos fisiológicos, así como en su vestimenta. Más pronto que tarde, alguien te dice que son Kunas. “Qué bien”, piensas, o incluso dices. No tienes ni la menor idea de quiénes son los Kunas.
Ahí entra la Wikipedia al rescate:
“Kuna (o Cuna) es el nombre de un pueblo amerindio localizado en Panamá y Colombia. Su idioma hace parte de la familia lingüística Chibcha. En lengua Kuna, se autonominan como DuleTule), que significa “persona”. Por ejemplo, (o andule ‘yo,’ we dule ‘esa persona.’ Los Kunas no se autodenominan indios; sino Kunas o Dule.”
El caso es que este pueblo ya estaba asentado en el istmo de Panamá a la llegada de los españoles, y tuvieron bastante relación con nosotros. La cosa fue bien durante un tiempo, luego se complicó hasta tal punto de que el rey de turno mandó extinguirlos. Fueron perseguidos y desplazados hacia el sur, pero tras mucho vagar y con el paso del tiempo, llegaron al siglo XX ocupando lo que hoy se conoce como archipiélago de San Blas.
Al comienzo del siglo XX, Panamá no existía como tal, formando parte de Colombia. Fueron tiempos tumultuosos para los Kuna:
“Por Ley del 4 de junio de 1870, de Colombia, fue creada la Comarca Tulenega. Con la independencia de Panamá en 1903, se desconoció por completo esa Ley, y su territorio se dividió en dos: una parte mayoritaria quedó en la nueva nación panameña, mientras que otra pequeña porción quedó en Colombia. La suspensión de la comarca, las concesiones bananeras y mineras y los abusos de la policía causaron gran descontento en el pueblo Kuna y provocaron la Revolución Kuna de 1925, dirigida por el Nele Kantule y Olonkitipipilele (Simral Colman). El Tratado de Paz posterior estableció el compromiso del Gobierno de Panamá de proteger los usos y costumbres kunas. Los Kunas a su vez, aceptaban el desarrollo del sistema escolar oficial en las islas. La brigada policial sería expulsada del territorio indígena y todos los prisioneros liberados. Las negociaciones que pusieron fin al conflicto armado constituyeron un primer paso para recuperar la cultura que se estaba perdiendo y, establecer una vía hacia una autonomía de hecho en la Comarca Kuna Yala.
Luego de leer un poco sobre el tema, buscas por dónde queda el archipiélago de San Blas, y te das cuenta de la cantidad de islas que lo conforman, así como de su privilegiada situación.
Después de hablar con gente que ha estado allí, te convences cada vez más de que cada fin de semana que te quedas bebiendo ron con coca-cola y escuchando música por encima del nivel normal de decibelios sin ir a conocer aquello estás haciendo el idiota.
Y, cuando lees cosas como este párrafo que comparto con vosotros a continuación, fusilado de aquí…
Datos curiosos: Las Islas de San Blas fueron seleccionadas como uno de los dos “mejores destinos para cruceros en el mundo” por las revistas Cruising World y Le Monde Voyage. El programa de la cadena norteamericana de televisión CBS “Survivor” seleccionó una Isla de San Blas que es típicamente idílica, Sapbeinega, para una fiesta de “recompensa” ofrecida a los competidores de dicho programa. A lo largo de los años estas islas han sido el tema de numerosos artículos de National Geographic.
…no te queda más remedio que aceptar que has perdido el tiempo por no haber ido antes, y ponerle remedio… ¿cómo?, muy sencillo, sacándote de la manga el viaje en menos de un día, sin planificación, tirando de contactos, como sea… pero yéndote de cabeza a ese lugar que tanto te ha dado que pensar. Mañana os cuento cómo lo hicimos.
April 7, 2009 9 comentarios