Posts from — November 2004

Así he estado los últimos 15 días. Y así estaré hasta el 30 de junio, intuyo, así que no tengo buena perspectiva académica para este año en la carrera. Ayer fue mi cumpleaños, por cierto, y quería agradecer a los de siempre que estuvieran ahí. Me alegrásteis el día, y me recordásteis que hay algo más que agobios, carreras, trabajos y “prestigio” profesional… A veces nos olvidamos de las cosas verdaderamente importantes, o las hacemos “impuestas” por excusas artificiales y frías. Prometo no dejar caer vuestro esfuerzo en saco roto. En realidad la certeza de que hay mucha gente a mi lado que me quiere es lo único que me da un poco de paz, aún cuando vaya sólo de un día a otro. Muchas gracias por todo, de verdad. Sabéis quiénes sóis.

¿No os ha pasado que os levantáis con el pie izquierdo y no tenéis ganas de sonreir a nadie? ¿No os ha pasado que estáis tan dormidos aún cuando salís a la calle que no saludáis a nadie porque confundís a los vecinos con farolas o árboles (queriendo, por supuesto)? ¿Váis en el trayecto con alguien cargante en el coche, a esas horas en que no te aguantas ni tú? ¿Alguien se ha parado a pensar en lo que cuesta en esos momentos una sonrisa? Y esas mañanas de embote que te levantas tarde, no te da tiempo a desayunar ni a afeitarte, vas tarde al trabajo, te das cuenta cuando vas conduciendo de que no te has puesto las lentillas, nadie te deja pasar en las incorporaciones al embotellamiento de la autopista, te has puesto un calcetín de cada color, te ponen una multa porque se te olvidó ponerte el cinturón y te cogieron haciendo el intento de ponértelo al avistar a la pareja, la calefacción del coche no funciona y te pelas de frío, el cd que grabaste anoche y que tantas ganas tenías de escuchar no funciona, no hay aparcamiento cuando llegas, la máquina del café está estropeada y no ha llegado todavía el pan al bar del curro, tu jefe tiene un día peor que tú y te esclaviza desde el primer minuto… ¿Qué hacer estos días? No, por mucho que me gusten los Kit-Kat no voy a decir que hagáis un paréntesis y os toméis uno (es mi favorito). Sonríe, dale un Kit-Kat a los que están a tu alrededor, que seguramente no estarán mejor que tú. No merece la pena lamentarse, no solucionas nada. Alégrate, porque mañana, a la mínima que salga bien, lo valorarás como si fuera un regalo de cumpleaños. Piénsalo friamente. Ojalá todo nos saliera como he descrito mañana… a sufrir un poquito, que si no no hay salitre en el mar…

Esas son las que quiero que pueblen el presente blog. Es por ello que no he escrito en todo el puente. Mi vida no es tan interesante como para que todos los días tenga cosas útiles que contaros. Hoy, de hecho, 1 de noviembre, tocando a su fin (ahora son las 23:58, con lo que probablemente este post aparezca en el día 2), sólo quería llamar la atención sobre algo obvio. Y no, no son los difuntos, sino los que aún enfilamos cada día el camino de la vida. Por ellos escribo estas líneas. ¿Tienes alguien a quien visitar? Ve a verle. ¿Hay alguien con quien quieras hablar? Llámalo. ¿Tienes pendiente alguna disculpa? Ahora es el momento. En lo referente a las personas y sus relaciones personales la cita: “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.” adquiere tintes dramáticos… en algunos casos más si cabe pues lo que impide reencuentros increíblemente gratos son detalles de egoísmo absurdos. Bien podría aplicarse en estos casos: “Por la calle del ya voy, se llega a la casa del nunca jamás.”