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Posts from — August 2005

Juan Arza

No estoy muy futbolero últimamente, puesto que el negocio puede a los sentimientos. Además, ya me cansé de esperar ese último escalón que tiene que subir mi SFC año tras año, y que nunca sube. Sin embargo hay otros equipos que con peor (objetivamente) planificación, lo consiguen. Enhorabuena por ello.
Pero al ser sevillista me tengo que remontar al B/N para conocer tiempos mejores, y sin duda, la gran figura del sevillismo en aquella gloriosa época es Juanito Arza, “el niño de oro”. No soy muy dado a leer biografias (debería) pero andaba por Madrid para una entrevista de trabajo, y al ver un libro escrito en clave sevillista en el Corte Inglés me entró morriña y lo compré. Siempre me alegraré de haberlo hecho. Lo recomiendo encarecidamente, incluso a gente a la que no le guste el fútbol, o que no sea sevillista. No sólo describe un jugador, sino una persona, una época y unas vivencias de una sociedad en la que se vivía peor, pero también mejor… en definitiva, distinta.
Podéis comprar el libro aquí, o en su defecto pedírmelo a mi, no dudaré en prestároslo.

August 9, 2005   5 comentarios

Divagando

Pues eso es lo que llevo haciendo desde que el pasado lunes aterrizamos Maca y yo en Sevilla tras un accidentado fin de semana entre Algeciras y Tarifa. Accidentado porque el domingo me levanté y acosté vomitando, para levantarme el lunes como nuevo. Supongo que sería un virus. Quién sabe, igual me comí un Pimpollo de esos. Lo que sí sé es que no le deseo a nadie el domingo que pasé. Y desde que llegué divago, no me concentro, no estudio, no disfruto, no leo lo que quisiera… tengo la sensación de no hacer nada útil a lo largo de los días: por fin.
Hoy estaba leyendo uno de tantos blogs que visito aleatoriamente y he visto una reflexión que me ha dejado un tanto pensativo. Discurre sobre el chico norteamericano que dejó escrito en su blog la pista que condujo al autor de su asesinato y el de su hermana. Fue el novio de esta última el que lo hizo. Y fue justo después de que el chico escribiera en su bitácora que acababa de llegar (el asesino) y que no dejaba de dar vueltas por la casa. Su penúltimo post tenía algunos comentarios. El último miles. Como si pudiera leerlos. Y es que cuando un blogger muere, su contraseña muere con él, y su blog se convierte en un altar viviente, sin que nadie pueda tocarlo, hasta que la compañía lo de de baja por inactividad, si es que hace tal cosa. Esto es lo que leí y lo que me dejó pensativo. Como para no hacerlo…
Podéis ver el post en cuestión, en su blog, aquí.

August 5, 2005   Comments Off on Divagando