Posts from — January 2006
Llegada a España y primeros contactos
El viernes 23 de diciembre fue un dÃa muy especial. VolvÃa a España, con unas ganas de ver a mi novia y a mi familia, asà como a mis amigos, enormes. Del viaje a dÃa de hoy no recuerdo mucho. Iba con la cabeza ocupadÃsima pensando en todas las cosas que tenÃa que hacer… si acaso recuerdo la parte de atrás del asiento frente al mÃo en el autobús que me llevó de Madrid a Sevilla:
Para empezar, quedada en casita con los amiguetes más Ãntimos. Se torció una cena de recibimiento (la torció el autobús, que se retrasó más de hora y media). Vamos, ellos cenaron, pero sin mi. Los que quedaron después de la cena, los más Ãntimos, vinieron a mi casa a seguir tomando unas copitas y divagando… Pipe:
Chetof y Reyes, a los que vuelvo a felicitar, ahora desde aquÃ, por su próxima boda el dÃa 1 de septiembre de 2006:
Aquel dÃa también estaba don Javier Duro, pero no pondré su foto y le hago un favor (la tÃpica esta que sale uno cerrando los ojos…). También estaba mi gorda, pero le reservo un monográfico para dentro de nada que es su cumple…
Al dÃa siguiente (recuérdese, 24 de diciembre) detuve mi coche frente a la casa de mi mejor amigo de la infancia, con el que he perdido contacto con el tiempo, pero nada del inmenso cariño que le tengo. Estaba sólo. Empezamos echando unas risas hablando un poco de todo: de mi vida aquÃ, de los compis de toda la vida, de mujeres… cuando recibió una llamada telefónica. Era su padre. Su abuela habÃa muerto. Vaya dÃa para morir (en sus propias palabras). No sé qué me impulsó a ir a verlo en ese momento. Probablemente el hecho de ver su coche en la puerta de su casa, nada más rebuscado; pero me sentà muy bien por estar ahà en ese momento y poder charlar con él de la vida y la muerte…
Un abrazo enorme para ti desde aquÃ, y para toda tu familia.
Escuchando: “Triana – En el lago”.
Santoral: Higinio.
January 11, 2006 Comments Off on Llegada a España y primeros contactos
Campeones
Estoy enfermo, deambulando por la oficina, con la garganta inflamadÃsima y dolores en la espalda y la garganta. Creo que también tengo algo de fiebre. Es por esto que hoy no me voy a enrollar.
El 21 de diciembre encendà la tele (ya tenÃa que estar aburrido) y haciendo zapping encontré el primer episodio (si no me equivoco) de Campeones en versión original, subtitulado al rumano… os dejo que disfrutéis recordando viejos tiempos…
Escuchando: “BSO La Misión – Enio Morricone”.
Santoral: Gonzalo de Amarante.
Cumpleaños: Ernesto Salgado.
January 10, 2006 8 comentarios
Mogosoaia
Se puede leer en alguna guÃa:
“Por otro lado, no deje de acercarse al Palacio de Mogosoaia, del s. XVIII, situado a 14 Km. al norte de Bucarest en el Lago Buftea. El palacio perteneció al PrÃncipe Brancoveanu, quien adoptó los estilos arquitectónicos del Renacimiento y Barroco a los gustos rumanos. Fue construido entre 1698-1702. El palacio fue reconstruido en los años 20 por Marthe Bibesco, el escritor y descendiente de Constantin Brancoveanu.
El palacio ahora es un destino turÃstico popular, pero aunque los jardines son hermosos, el interior del palacio en si mismo está siendo restaurado y contiene actualmente sólo una galerÃa de arte.
El mausoleo de la familia de Bibesco, residentes en Mogosoaia, se puede encontrar sobre la base del palacio. El PrÃncipe Antoine Bibesco y su esposa Elizabeth Bibesco (la hija del primer ministro británico, Henry Asquith de Herberto) rechazó salir del paÃs en el comienzo de la guerra a pesar de sus opiniones contra-fascistas. Enterraron a Elizabeth, muerta de pulmonÃa en Mogosoaia, el 7 de abril de 1945, en la cámara acorazada de la familia. Puede sorprender a los visitantes el ver su sepulcro aquÃ, con un epitafio conmovedor en inglés – “mi alma ha ganado la libertad de la noche.” El PrÃncipe Antoine Bibesco volvió a ParÃs después de la guerra y murió allà en 1951.”
Tras quedar claro que el fin de semana previo a Navidad no Ãbamos a hacer ningún viaje, ni internacional ni por RumanÃa, decidimos aprovechar al menos una de las dos mañanas para hacer alguna visita turÃstica por los alrededores. El destino elegido fue Mogosoaia. Ya os habréis hecho una idea de los que nos encontramos por allÃ.
Lo que no cuentan las guÃas es el calvario que hay que pasar para llegar si no tienes coche. Hay que coger un autobús desde Bucarest, y después de media hora tienes que adivinar en qué parada te bajas y pillas un “maxitaxi” hasta Mogosoaia, que no hasta el Palacio de Mogosoaia. Para los que no sepáis qué es un maxitaxi: furgoneta con asientos en plan autobús en la que se hacinan X personas por 1-1.5 Lei (ni 0.5 €).
En principio Adrián iba a venir con Ana y yo, pero se rajó habida cuenta de la tardÃa hora a la que nos retiramos a nuestros aposentos. Por el camino encontramos varias cosas que nos resultaron interesantes. Una cabina en mitad de la nada más absoluta:
Y mirad qué casa tan bonita:
Ya en Mogosoaia, en la parte de atrás del Palacio, se puede “disfrutar”de una agradable visión de jardines, lago (con islote incluÃdo)… entrecomillo disfrutar porque resultó que ese dÃa la temperatura bajó de CERO y era una auténtica pasada siquiera respirar…
Domando a las fieras…
Uno de los pabellones interiores del Palacio. La foto está tomada desde una terraza del principal.
Otro de los pabellones del Palacio. Cómo molan los tejados…
El pabellón anterior y la torre de entrada:
El panteón familiar cuya historia habéis podido leer anteriormente:
Aquà se deberÃa poder leer la leyenda:
Los jardines, que obviamente y tras el otoño y ante el duro invierno que se avecina no lucen con esplendor… pero lo harán, y si puedo volver lo veréis…
El bulevar de entrada al Palacio desde la calle principal de Mogosoaia. Por este camino, unos minutos después de tomar esta foto, Ana y yo salÃamos del Palacio caminando. Nos topamos con un cortejo fúnebre increÃble. Supongo que irÃan a una pequeña iglesia ortodoxa que hay justo antes de la torre de entrada al Palacio a oficiar una ceremonia religiosa por el alma del difunto. HabÃa un señor vestido de sacerdote ortodoxo, pero como si hubiera sacado los ropajes de una tienda de disfraces vieja. Del resto habÃa unos cuantos riendo entre ellos por una broma de alguno, la familia detrás del “coche” fúnebre (un carro tirado por un burro) y la fallecida, una señora anciana que iba cubierta por ropas y flores excepto la cara. Fue una cosa muy auténtica, pero ni pude ni quise sacar la cámara.
El lugar está acondicionado para la masiva visita de turistas:
Esto es una pequeña bromita. Hay WC en uno de los pabellones. Que nadie se me enfade por parcial.
Lo que no viene en las guÃas (bueno, en Lonely Planet sà que viene), y hay que conocer a algún bucarestiano para localizar, es la estatua de Lenin que un dÃa ocupó un lugar insigne en una plaza de Bucarest y hoy, como sÃmbolo de la caÃda del comunismo en RumanÃa, se conserva de esta guisa en mitad del campo, tras el Palacio de Mogosoaia:
Qué contraste. Ana no es que sea muy alta, pero es que la estatua es una buena mole…
No lo dejaron sólo, como podéis ver:
Ana, ¿qué haces, dónde vas, estás loca…?
Tras estas instantáneas emprendimos viaje de vuelta, sopita calentita y pá casa a pegarse un buen siestón.
Como el que se está pegando este buen hombre al estilo estatua de Lenin en el banco de una parada de autobús… lo siento pero la foto está movida porque no podÃa dejar de reirme. Aunque la cosa no es para reirse mucho…
Escuchando: “Somewhere only we know – Keane”.
Santoral: Julián de AntioquÃa.
January 9, 2006 Comments Off on Mogosoaia
De ruta por los Cárpatos
Con motivo de la visita (primera semana de diciembre de 2005) de los excelsos hermanos del Cura, oriundos de Burgos y amigos de Sergio, el Comex de la oficina, decidimos alquilar nuestro primer coche desde que arribamos Bucarest. En realidad fueron dos, pues éramos seis personas en total. Uno de los coches me tocó conducirlo a mi:
El coche afortunado fue un Dacia Logan, que no se portó nada mal la verdad. Pudimos apreciar las carreteras rumanas (que no están tan mal como esperábamos) y la cantidad de coches R12 que hay en este paÃs…
En Sinaia volvimos al monasterio, donde ya habÃamos estado hace un tiempo. Nunca me habÃa fijado en esta puerta estilo casa de Eomer…
Durante la cena alguien hizo algo que no deberÃa haber hecho y tampoco se puede explicar.
El domingo por la mañana, en Brasov, desayunando tras una noche memorable (de la cual no tengo ni una foto), los del Cura posaban de esta guisa.
Aunque sea gracias a los efectos especiales, por fin puedo ver a Gonzalo, mi compañero del segundo piso, fumando… jódete si te molesta el humo, jejejeje…
Uno en plan actor de Hollywood…
Subimos al monte Tampa en Brasov, mediante un telecabinas. Aquà nada más llegar al mismo, todos posando. TodavÃa quedaban algo más de cinco minutos para que aquello empezara a andar.
Asà pues salieron a fumar los nenes… con cierta semejanza a Ray Loriga…
Vista que tenÃamos desde el telecabina. Yo no iba muy tranquilo la verdad, no quiero llamaros a engaño.
Lo sé, lo sé, es magnÃfica. La foto es mÃa, el atardecer no…
David, Gonzalo y Sergio.
MagnÃfica instantánea desde el techo de Brasov.
Otra más…
Muestra del fenómeno tuning en RumanÃa (también ha llegado aquÃ)…
Cómo recuerdo esa tarde… qué preciosidad era conducir por esos parajes… echad un vistazo:
Y atención a la siguiente foto. Señoras, señores, mÃrenla fijamente:
¿Qué han visto de especial? Bueno, se pueden ver varias cosas especiales, entre otras ese pedazo de abrigo hecho con los despojos de la familia de Chewbacca, el Wookie. Pero lo que deberÃa llamaros la atención es la cámara de la derecha… sÃ, es la del “copiloto”. La mÃa la tenÃa yo… sÃ, hice la foto conduciendo. Esquivando al carro en el que iba este señor, y un coche que pasaba de frente. Por una carretera casi sin arcén. Evidentemente, donde no miré fue hacia donde disparé con la cámara. Iba muy pendiente de la carretera. Pero la foto salió perfecta, en mi opinión. Suerte…
Quedaros bien con el nombre de la empresa, Rent @ Car, por si venÃs a Bucarest. No pilléis nunca un coche con ellos. Son unos cabrones. No tengo ganas de explayarme hoy, sólo deciros que no les alquiléis un coche u os acordaréis de mi…
Incipiente comercio turÃstico en Bran, a la sombra del ¿castillo de Drácula? Por favor…
Jejejeje…
Placita llena de productos tÃpicos.
Yo y mi obsesión por los tejados. Este es modelo Contessa de Pistacho.
El Castillo de Bran, decepcionante.
Al menos para lo que esperaba encontrarme…
Aunque bien es cierto que varias cosas en su interior merecÃan la pena, como esta “shoba” (si no sabes lo que es lee esto)…
Foto tÃpica de rigor… con cara de ilusionado.
Y luego una que reflejaba la realidad del coñazo que resultó la visita.
Dando rienda suelta a mi creatividad…
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios…
Caminando voy, caminando vengo, por el camino, yo me encuentro perros…
…como éste, que tenÃa una cara de bueno increÃble… mi homenaje a Toby, fin del primer post de 2006.
Escuchando: “Still loving you” – Scorpions.
Santoral: Telesforo.
January 5, 2006 Comments Off on De ruta por los Cárpatos