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Habrá que comprar comida

Es ésta una de las peores certezas que se atoran a medio camino entre la voluntad y la pereza, una vez cada dos semanas aproximadamente (por lo menos para nuestro volumen de compras). Parcheamos comprando pan y leche cada dos o tres días, pero llega un momento dado en que la ausencia total de ciertos elementos básicos (básicamente de todo) impulsa a vencer obstáculos e ir de compras.

La figura del supermercado de barrio o doméstico en Rumanía es algo que no se ha perdido. En España, la irrupción de las grandes superficies y las cadenas de supermercados han hecho de esta forma de vida para muchas familias algo poco menos que exclusivo de zonas y áreas rurales en las que “no compensa” abrir un establecimiento a las multinacionales en cuestión. Aquí hay casi cada dos calles, precisamente por la ausencia de cadenas de supermercados estilo Plus, Lidl, Supersol, etc… algunas hay, entre ellas NIC, pero no son baratas, y no existen en la cuantía de las anteriores. Ahí está el margen para el pequeño negocio familiar. En cualquier caso con estos pequeños establecimientos pasa lo que pasa, que falta variedad en lo que hay, y de lo que no hay la compra se queda coja.

Al final, como siempre, el pez grande se come al pez pequeño, y terminamos yendo a Carrefour. La empresa francesa ha abierto en los dos últimos años un par de centros en Bucarest, uno en Brasov, uno en Constanta y otro en Ploiesti. Y tiene pensados abrir algunos más en un futuro cercano. No es la única, Cora también ha abierto varios centros en el país, y lo seguirá haciendo. Según se comenta, Lidl está al caer. Así, poco tiempo les queda a las economías domésticas sustentadas en una tiendecita, normalmente referenciada por el nombre del propietario:

– Niño, vete “a Luis” a por el pan, fruta y un litro de Cruzcampo.

Cuántas veces habremos oido cosas similares… espero equivocarme y que en Rumanía las cosas no sigan el mismo curso que en España. Que los niños puedan seguir yendo a comprar “a Florin” o “a Gica”…

De momento os dejo dos imágenes que tomé con mi móvil y que a mi me encantan, porque ilustran muy bien la diferencia entre ambos tipos de establecimientos:

No os digo en qué tipo de establecimiento estaba esta señora abuela.

Pero seguro que no veréis en un Carrefour español equipos en venta con Linux… yo, al menos, no los he visto.

Dedicado a Luis el del supermercado y todos los propietarios de tiendas de barrio, que con su amabilidad las abrían incluso en domingo para celebrar bautizos…

Escuchando: “Prefiero el trapecio – Manolo García”.
Santoral: Marcelino.

April 6, 2006   Comments Off on Habrá que comprar comida