Un fin de semana de mayo cualquiera recibía visita desde Viena. Cuatro chicas, nada más y nada menos. Faltó Piter, le falló la logística. Otra vez será, campeón. Una de ellas se descolgó nada más llegar a Bucarest pues había vivido hacía algunos años aquí y tenía otros planes. Las otras tres, Mirja, Helen y Elena, se dispusieron a hacer su primera incursión por un país de contrastes.

Mirja, Helen, servidor

Alquilamos un coche, con el que las recogí en el aeropuerto y dimos una vueltecita por Bucarest la tarde inaugural del fin de semana. Visitas obligadas: la Casa del Pueblo, calea Victoriei, Caru cu Bere, Lipscani, etc… y cenita rumana en La Escu. Primer contacto con las magníficas sopas de la gastronomía rumana.

A punto de entrar en “la máquina”

Al día siguiente nos levantamos a una hora prudencial y nos pusimos en camino. La verdad es que conformamos un grupo muy heterogéneo, pero nos compenetramos bastante bien. Para pegarnos 37 horas recorriendo los Cárpatos, y, en tiempo récord, visitar Sinaia, Râsnov, Bran, Brasov, Sighisoara y Sibiu… nos reimos muchísimo. Un beso enorme para las tres desde aquí.

Dos mejor que uno

Cada vez que voy a Transilvania le saco punta a algo nuevo. Y mira que he ido veces ya (y las que quedan). En este viaje creo que lo realmente nuevo para mi fue la gran cantidad de gente que había por las calles. Increíble, estaba acostumbrado a ver las ciudades semidesiertas (supongo que por el mal tiempo invernal).

¡¡Dos mucho mejor que uno!!

Pero esta vez estaba todo el mundo por la calle. En Brasov, además, tuvimos la suerte de coincidir con las fiestas de la ciudad. Había muchísima gente, y en la Piata Sfatului (o de la Alcaldía) habían montado un escenario en el que una gachí deleitaba al respetable cantando en español con acento de Trebujena.

GRuamanía

La primera parada fue, sin embargo, en Sinaia; en el Monasterio de Sinaia.

Cantando ¡¡Vamos, vamos mi Sevilla…!!

No me había enterado antes, en ninguna de mis visitas anteriores, pero durante uno de los paseos, leí que el nombre de la población se debía al Monasterio del monte Sinaí, en el cual había estado Mihai Cantacuzino, quedando impactado por el mismo, y decidiendo fundar otro en su tierra.

Enterándome del por qué el nombre de Sinaia

La siguiente parada la hicimos en los obligados castillos de Peles y Pelisor (aunque éste último estaba cerrado). El primero fue residencia del rey (de ascendencia germana) que llevó a Rumanía a un nivel de bienestar bastante considerable a finales del s. XIX y principios del XX, Carol I. En sus tiempos, fue el castillo mejor equipado de Europa (electricidad, calefacción…).

Otra vez Mirja se pone en medio de una foto, esta vez de Peles

Proseguimos camino de Brasov, pero antes de llegar visitamos Râsnov, un pueblo francamente inquietante. Cualquiera diría que su principal atractivo es una ciudadela de principios del s. XIII que le sirvió para repeler los múltiples ataques e invasiones que su situación le ha hecho sufrir.

Patio interior del Castillo de Pelisor

Pero a mi, francamente, lo que más me llama la atención es la arquitectura del pueblo. Tienen un par de calles larguísimas con cientos, miles de casas desvencijadísimas, que parece que se van a caer, ninguna igual que la otra pero todas parecidísimas entre si. Es francamente curioso.

Una conversación cualquiera

Para encontrar la ciudadela nos perdimos momentáneamente por Râsnov, y tuvimos que preguntar a un par de señoras con una cara de buenas personas que no podían con ellas. Lo mejor era cuando reían. Lamentablemente, para posar ante nuestras cámaras cerraron la tapadera de la hucha… ¡¡¡Cuñaaaaaaaaaaaaaaaaooo, Jesús, tú no eres de aquíííííí!!!

Dacia Solenza merodeando por Râsnov

En la ciudadela, y ambientados por el buen rollito reinante y los lotes de reir que nos estábamos dando, así como por la magnífica vista de la que gozábamos allí arriba, con un poquito de viento eso sí, decidimos hacer interpretaciones y bailes varios. Alguno de ellos está inmortalizado en mi móvil, pero por motivos de logística (me ha petado el HD del portátil y no tengo el PC Studio 3 para instalarlo en el curro) no he podido descargarlos aún. Pero ese vídeo verá la luz. Y algunos otros…

Miradas…

Antes de subir a la ciudadela comimos, por fin, que vaya sábado sabadete que llevábamos, y qué hambre. Recuerdo que eran cerca de las 18:00 de la tarde cuando por fin conseguimos calmar a la fiera. Pero mereció la pena. La cocina rumana nunca fue de fácil digestión, pero arranca aplausos calurosos por su brutal mezcla de sabores… a todo esto… son las 13:21 y hoy es miércoles, Flori (mi “madre rumana”) hoy nos viene a casa… habrá cocinado… ummmmmmmm, tengo hambre… ¡¡la revedere!!

Foto de las anteriores señoras hace sesenta años,
encontrada en un periódico local tras una ardua búsqueda

Escuchando: “Orinoco flow – Enya”.
Santoral: Pascual Bailón.
Cumpleaños: Enya (45).
Efemérides:
1814 – Día de la Armada Argentina. La escuadra al mando del Almirante Brown, triunfa arrolladoramente sobre la flota española en Montevideo, decidiendo así, la rendición de esta ciudad.
1954 – La Corte Suprema de los Estados Unidos decretó que no había en la Constitución de ese país motivos para la segregación racial en las escuelas.
1990 – La Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) elimina la homosexualidad de su lista de enfermedades psiquiátricas.