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Busteni (segunda parte…)

Después de soltar los bártulos bajamos al patio de la pensión. Yo estaba como loco por pillar el telecabina y subir a la montaña. Primera decepción, el telecabina está cerrado ya, a las 16:30 es el último viaje que da… megda.

-¿Y qué se puede ver por aquí?…
-¿andando? – Es la asombrada respuesta.
-Sí claro. – Intercambian miradas.
-¿Quieres tomar un café?
-Si tienen té, mejor.
-Sí claro. – Y yo flipando.
-Bueno, pues después del té, te llevamos a conocer los alrededores en el coche.

Eso sí que no lo podía admitir. Pero sí, lo tuve que admitir. Vaya que si lo tuve que admitir. Me llevaron de ruta por los dos barrios de Busteni, separados por la vía del tren, así como a un monte cercano, al que se podía subir en coche. Anteriormente, durante el té, me habían mostrado fotos de sus hijos, un chico y una chica. Él es “pope”, o cura, en la iglesia ortodoxa rumana. Pero está casado y tiene un crío; está permitido para ellos. La hija vive en la India con el novio, echando una mano en una ONG. Me enseñaron un montón de fotos, sin ponerse para nada pesados, ni que la situación se hiciera rara ni tensa en ningún momento. Y mira que rara era. No hacía ni 20 minutos que había llegado por el camino andando con mi mochila.

Caía la noche y me plantearon. ¿Te apetece cenar en la pensión (que por cierto habían dejado sin atención por llevarme a dar una vuelta) o vamos a un restaurante?… yo, azorado, no sabía cómo hacerles ver que la cena no estaba incluída en el precio de la pensión, y que ya habían hecho lo suficiente por mi. Nada sirvió. Acabamos en un restaurante en mitad de la montaña, guapísimo. Rústico al 100%, con unos personajes muy auténticos por allí. Nos pusimos hasta las trancas de mititeis (rollitos de muchos tipos de carne picaditos con especias, todo fritito, mmmm) y cerveza y vuelta a la pensión (no me dejaron pagar ni el agua, claro).

Decidí irme a la cama, pues la noche del viernes al sábado había dormido bastante poco y la verdad es que estaba reventado. Pero pongo la tele, ya a punto de cerrar los ojos, y me sale el Sevilla – Barcelona… mmm… 3-2. Dormí con una gran sonrisa dibujada en el rostro. Pero no sólo por eso.

A la mañana siguiente me despedí de ellos, no sin antes prometerles una visita antes de volverme a España. Cogí la mochila, y me dirigí al telecabina. Lo que parecía que serían 10 minutos hasta allí, se convirtió en un pateazo en toda regla de 40 o 50 minutos. Y lo peor era el solano que pegaba. Mortal. A sudar. Llego al telecabina. Hay cola. No quiero esperar. Pues tienes que esperar chavalito. Media hora. Es lo que hay.

Empieza eso a ascender. Pasan los minutos. Y pasa también algo curioso. La excitación por subir a la montaña ha hecho que olvide que me dan pánico las alturas. Además, me he acostumbrado a los telecabinas de Sinaia y Brasov, que no se elevan más que unos 20 metros del suelo (lo cual ya lleva aparejado un considerable piñote si se rompe el cable) y espero algo parecido. Pero Dios mío, qué bestialidad, esto está suspendido en el aire a no sé cuántos cientos de metros de altura, en mitad de dos picos… incluso va haciendo frío.

Nos acercamos a la cima de la montaña. Seguimos subiendo con una inclinación casi vertical. Estamos a punto de llegar a la cima. De ver lo que hay al otro lado. Llegamos… “¡uuuhhh!”, exclamación de asombro generalizada. La cima de la montaña no es un pico como tal, sino una “planicie”. Y lo más grande, está totalmente cubierta de nieve. Esto no entraba dentro de mis planes. El telecabina no ha terminado su recorrido, pero lo que queda es “en llano”. Nos deja algo más allá. Bajamos. Respiro hondo, muy hooooooooondo. En realidad son 2500 metros de altura, tampoco es nada del otro mundo. Joder que si son, qué aire…

De fondo, se acerca una avalancha en la que estuve a punto de perecer

Pero esto de la nieve no estaba previsto… bueno, en realidad no tenía previsto nada. Pero bueno, ya estoy aquí, no tengo nada que perder, así que aprovechando los pocos caminitos libres de nieve que hay, y hundiéndome hasta la rodilla, avanzo a duras penas hasta la esfinge, la cual alcanzo tras unos duros 25 minutos.

Qué miedo, compadre

La foto no es muy buena, pero os puedo asegurar que el sitio mola mucho. Y da que pensar, pues es francamente parecido a la imagen de una esfinge. Dicen también que está situada mirando a Egipto, pero no lo pude cotejar. En cualquier caso sólo se ve con forma de esfinge desde determinada posición. Si la abandonas se convierte en un trozo de piedra ingente e informe.

Intenté ir a la gran cruz de piedra homenaje a los caídos de la Primera Guerra Mundial, pero me hicieron desistir. Se encuentra pateando dos horas por la cima de la montaña, pero sin nieve. Con nieve podría haber tardado un día, hundiéndome con cada paso. Creo que un fin de semana de julio o agosto me traeré un igloo y haré noche a sus pies. Y os lo contaré.

Mañana, si aprendo a convertir el formato de los vídeos del móvil, colgaré un par sobre el viaje. Por cierto disculpad las fotos, pero están hechas con el móvil.

Escuchando: “Océano de sol – Antonio Vega”.
Santoral: Fernando III el Santo (como curiosidad os diré que este rey es el que sale sentado en el trono en el escudo del Sevilla FC).
Efemérides:
1431 – Francia: Juana de Arco es quemada viva por la iglesia de Ruán(Francia).
1498 – España: Colón parte de Sanlúcar de Barrameda para comenzar su tercer viaje al Nuevo Mundo.
1539 – Florida: el conquistador Hernando de Soto desembarca en la bahía de Tampa con 600 soldados en su búsqueda de oro.
1588 – Portugal: el último barco de la Armada Invencible española zarpa de Lisboa hacia el Canal de la Mancha, donde será destruida.
1814 – Francia: en el primer Tratado de París los ingleses obligan a Francia a retornar los territorios invadidos desde 1792 por Napoleón.
1814 – Napoleón es exiliado a la isla de Elba (de donde escapará un año después).
1814 – Francia: por el Tratado de París se reconoce como posesión española la actual República Dominicana (que se encontraba en manos de Francia).
1913 – Albania se independiza del imperio turco. Al firmarse un tratado de paz en Londres finaliza la Primera guerra balcánica.
1915 – Turquía: comienza la expropiación de bienes, deportación, violaciones y matanza de armenios. En los próximos ocho años morirán más de un millón.
1920 – Vaticano: el Papa Benedicto XV canoniza a la heroína francesa Juana de Arco, que había sido quemada viva en Ruán este mismo día, en 1431.

May 30, 2006   Comments Off on Busteni (segunda parte…)