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Conociendo Austria (primera parte…)

En el mes de septiembre hice algunos viajes de los que, por una cosa o por otra, no he escrito nada aún. La verdad es que la única razón que se me ocurre para explicar tal hecho es la pereza. No tengo ninguna otra excusa.

Pero siempre se puede empezar desde cero, así que allá vamos. Lástima que el tiempo haya borrado de mi memoria (a buen seguro) algún que otro dato o anécdota de valor para el lector. Este hecho será recompensado, al menos eso espero, por la calidad visual de los posts. Ya veréis a qué me refiero.

El viaje en si consistió, básicamente, en un tour por Austria en coche. Viena ya la había conocido en mi primer viaje al país de Heidi. Así que en el segundo nos dirigimos hacia otras latitudes, ignoradas también por Mirja.

La primera parada la queríamos hacer en Salzburgo. Como digo, es una auténtica lástima que no recuerde detalles (hostales, restaurantes, etc…) porque algunas de estas cosas hubieran podido convertirse en información útil para el lector, y no en la paja que normalmente se lee en bastantes blogs (éste incluído).

Pero repito, no tengo el privilegio de poseer una memoria considerada (al menos para este tipo de detalles), con lo que me conformaré con divagar entre mis someros recuerdos. Espero que podáis sacar algo útil de ese batiburrillo mental que transcribiré aquí de forma tan fidedigna como me sea posible.

No obstante, tras algunas horas por carretera, hicimos un alto algún centenar de kilómetros antes de llegar a Salzburgo. Éste es uno de los lugares de los que no recuerdo el nombre. Lo cierto es que debería…

Allí hicimos acopio de provisiones en un supermercado, degustamos un cafelito y algún helado a orillas del magnífico lago que podéis apreciar en las imágenes anteriores, y dejamos volar nuestra imaginación pensando en los patitos feos que hemos conocido a lo largo de nuestras vidas. Es lo que tienen los cisnes, sólo traen pensamientos positivos.

Poco después cogimos el coche y fuimos decididos en busca de nuestro primer alojamiento. Buscábamos una casa en determinado pueblo, a orillas de algún lago (no se sabe si el que habéis visto o algún otro cercano, que haberlos, haylos, como las meigas XDD).

Guiándome por el poderoso sentido de la orientación de Mirja y su dedo en el mapa,  conduje arriba y abajo por varios centenares de carreteras locales de forma infructuosa. En realidad no del todo…

Después de unos trescientos “Entschuldigung“, y algún que otro frenazo más, llegamos a un lugar de cuyo nombre no me puedo olvidar, Saint Gilgen. Pensamos que todos los actos relacionados con Mozart que allí tenían lugar guardaban relación con el CCL Aniversario de su nacimiento. Pero claro, cuando uno se entera de que su madre era oriunda de esta pequeña localidad se explica un poco mejor toda la que habían montado para conmemorar tal efemérides.

Pero lo cierto es que ni de lejos fue nada relacionado con Mozart lo que me hará no olvidar nunca ese lugar.

Simplemente, tiene magia. Pasear por sus calles es una auténtica gozada, aunque sea en una búsqueda alocada de algún lugar en el que reposar cuando cae la noche. Cenar en alguno de sus restaurantes es toda una experiencia para el paladar (todavía puedo saborear  la magnífica sopa de ajo), y las camareras son un público admirable para un novato con la guitarra (puedo dar fe de ello). El paisaje montañoso, recortado sobre la superficie del lago, regado con abundante luz lunar y un buen tinto, también tiene su no sé qué. Ciertamente, un lugar magnífico para desconectar y disfrutar de largos paseos. Muy recomendable.

Conseguimos alquilar una habitación en un hostal muy limpio y magníficamente equipado, junto a un castillo cercano a Saint Gilgen. Tenía su jardincito y todo…

Al día siguiente emprendimos la marcha montaña arriba, para poder tener una vista distinta del lugar. Fue bastante duro, pero mereció la pena. Por un parte nos sirvió para constatar la enorme devoción católica que al menos en otros tiempos había en Austria:

Y para disfrutar con una vista que verdaderamente se hacía merecedora del esfuerzo necesario para alcanzarla:

En Saint Gilgen lo dejo por hoy. Próximamente seguiré intentando entresacar retazos de ese magnífico viaje de mi maltrecha memoria. Salud y suerte.

Escuchando: Niños jugando al futbito en la pista bajo mi ventana.
Santoral: León Magno.
Cumpleaños: Mi hermana Virginia.
Efemérides:
1799 – Napoleón derriba el Directorio, establece el Consulado y se convierte en primer cónsul.
1810 – España: decreto de las Cortes de Cádiz por el que se concede por primera vez la libertad de imprenta.
1855 – Japón: mueren en Tokio más de 100.000 personas a causa de un movimiento sísmico.
1862 – Estreno de la ópera La Forza del Destino de Giuseppe Verdi en San Petersburgo.
1890 – España: naufragio del buque inglés HMS Serpent en la Costa de la Muerte, causando 172 víctimas.
1940 – Rumanía: 500 personas fallecen en Bucarest debido a un fuerte terremoto.
1978 – España: La mayoría de edad pasa de los 21 a los 18 años.
1994 – Iraq: el gobierno reconoce la soberanía y las fronteras de Kuwait.
1996 – Fecha de estreno del episodio: The Homer They Fall. de la serie televisiva “Los Simpson”.

November 10, 2006   Comments Off on Conociendo Austria (primera parte…)