Posts from — December 2006
Aquà seguiremos
Ya da sus últimos coletazos este magnÃfico año 2006. Los últimos rayos de sol que ofrece no desmerecen la suprema belleza de los que han alumbrado tantas y tantas personas conocidas, lugares visitados y aventuras vividas…
Nadie sabe realmente por qué está aquÃ. Pero todos sabemos lo que queremos, ya que estamos: ser felices. Tan sencillo como eso, y tan complicado a la vez. Yo puedo asegurar que todos y cada uno de los dÃas de este año 2006 he sido muy feliz. TodavÃa no sé cómo ha ocurrido, pero lo he sido. Ha habido momentos duros y dolorosos, pero no han sido impedimento para sentirme afortunado por poder seguir aprendiendo un poco cada dÃa de todo y de todos, que en definitiva es de lo que se trata.
Deseando que todos sintáis lo mismo que yo, que sepáis dar gracias a quien corresponda en cada caso por todo lo vivido, a pesar de los pesares, y que nunca perdáis de vista lo maravillosa que puede llegar a ser esta vida, os deseo una muy feliz Navidad y un enorme año 2007. Y, ¿por qué no?, 2008, 2009 y todos los que tengamos la suerte de ver salir el sol.
Hace tiempo descubrà que la terapia perfecta para no perder esa capacidad de sorprenderse con las cosas pequeñas que hace que la vida recupere su brillantez en momentos de ocaso personal… al menos mi terapia perfecta… consiste en… ¡qué tonterÃa!, si eso lo sabe todo el mundo…
No dejéis de haceros preguntas, y no dejéis de escuchar a quien quiera daros las respuestas…
December 24, 2006 Comments Off on Aquà seguiremos
Conociendo Austria (segunda parte…)
TenÃamos que abandonar Saint Gilgen. La relajación estaba haciendo de nosotros presas fáciles, pues no es fácil abandonar un lugar que hace soñar. Sus casas, sus calles, su iglesia, su silencio y tranquilidad, sus gentes… hacen de este pueblo un sitio ideal para perderse y simplemente, vivir, ser… claramente, habÃa que irse.
En el primer sitio en el que paramos nos atendió una camarera como la que ven sobre estas lÃneas. SÃ, quién me iba a decir a mi que la esclavitud infantil existÃa en el corazón de la Europa más rancia. Bromas aparte, casi sin querer y buscando algo con lo que saciar nuestros horadados estómagos, aparcamos el coche junto a lo que parecÃa ser la feria de otro pueblo de los alrededores.
Mirja no podÃa dejar de dar muestras de su indignación al recordar que esa estampa es la que la gente que no ha pisado Alemania tiene de su paÃs. Lo pasamos bien, las cosas como son; pero confundir costumbres de una región con las del resto del paÃs tiene que ser engorroso para los que lo viven. SerÃa como asociar España a un traje de flamenco y una peineta, qué error (y mira que soy sevillano)… ejem, ejem. Ojalá todo el mundo supiera pasárselo tan bien como los bávaros y los andaluces. Ojalá los andaluces tuvieran AndalucÃa como los bávaros tienen Bavaria.
Poco después (exactamente unas salchichorras y cervecitas después, amén de su kilometraje correspondiente) llegamos a Salzburgo, esta sÃ, la patria chica de Mozart. El pijikiosco de venta que podéis ver arriba se encuentra ubicado en esta ciudad. Fronteriza con Alemania, se encuentra a los pies de los Alpes (al norte de los mismos).
Cuenta con un centro histórico denominado “la ciudad vieja” (Die Altstadt), en el que se encuentra la gran mayorÃa del atractivo turÃstico de Salzburgo. La música clásica y el ballet se han hecho fuertes aquÃ.
Las fotos que podéis disfrutar junto a estas lÃneas están tomadas en su magnÃfica catedral, edificada sobre un antiguo lugar de sacrificios de celtas y romanos.
Pasear por sus calles es no salir de un contÃnuo asombro, al doblar una esquina, darse la vuelta y advertir un detalle que habÃa pasado inadvertido, captar una instantánea…
De visita obligada es la estatua de la ciudad a su hijo más predilecto.
¿Alguien sabe jugar al Skat, por curiosidad?
En cualquier caso, tras un largo paseo, degustar algún heladito (increÃblemente baratos allÃ), y conversar sobre lo pequeño y grande que es el mundo a la vez, nos dirigimos a Innsbruck.
Y, de allÃ… al Valle del Stubai… por el camino hicimos alguna que otra parada:
December 2, 2006 Comments Off on Conociendo Austria (segunda parte…)