Gracias, Juande Ramos
No me extenderé porque no creo que sea conveniente hacer un drama del cambio de trabajo de un profesional, por tantÃsimos sentimientos que levante como éste.
Gracias por tu trabajo durante estos dos años y dos meses. Gracias por haberle imprimido a este equipo un carácter ganador y una fuerza descomunal en el juego ofensivo. Gracias por haber sabido manejar con mano diestra un vestuario lleno de tipo de veintitantos años que ganan más dinero en un año del que cualquiera de nosotros ganará en una vida. Gracias por haber contribuido a que algo tan inmenso como la afición del Sevilla FC recuperase el orgullo. Gracias por habernos llevado, en definitiva, a lo más alto, a la gloria deportiva, como ninguno de nosotros podÃa soñar hace algún tiempo.
Pero, sobre todo, gracias por irte. MuchÃsimas gracias. Tengo que aclarar que las formas han sido las peores. Sin más. Se te recordará, con el paso del tiempo, de forma agridulce, porque las circunstancias (y tu voluntad) asà lo han determinado. Me parece una verdadera lástima. Ahà podÃas haberlo hecho bastante mejor. Pero, en cualquier caso, gracias por irte.
Me explicaré. Las bases del tremendo rendimiento que el Sevilla FC ha ofrecido a sus seguidores y al mundo del fútbol en general estaban cimentadas en dos lÃneas básicas: unidad total a nivel institucional, y una enorme profesionalidad en todos los estamentos del club. Ambas se habÃan perdido de un tiempo a esta parte. ¿Culpables?. Ni lo sé ni me importa, aunque tengo mis propias ideas al respecto. Lo que me importa son las soluciones.
A dÃa de hoy, el mejor acicate para la entidad era tu marcha. Lo hubiera sido antes. En otras palabras: si yo fuera presidente del Sevilla FC, Juande Ramos, no serÃas entrenador desde hacÃa ya varios meses:
Cuando se airean en prensa detalles internos, se pierde la confianza.
Cuando se defenestra a magnÃficos profesionales, condenándoles al ostracismo por váyase usted a saber qué razones, se pierde la equidad.
Cuando se le perdonan sin embargo a otros desplantes enormes, dándoles el brazalete de capitán y la titularidad indiscutible, no hay respeto.
Cuando se cambia el sistema, se desubica a futbolistas y se hacen cambios inexplicables, no hay coherencia.
Cuando se deja un equipo con la temporada arrancada, con un proyecto, con una realidad, tremendamente ilusionantes, y se va a otro penúltimo de su liga, no hay vergüenza.
Y quien no es digno de confianza, ni trata con igualdad a sus subordinados, ni tan siquiera respeta a algunos de ellos, no es coherente en sus decisiones y no tiene vergüenza: no puede tener responsabilidades.
Todos los ojos del mundo futbolÃstico están puestos este año en el Sevilla. En España y en el extranjero. Me consta porque he tenido la suerte de viajar mucho, y donde veo un balón siempre meto el pie. Todos quieren ver de lo que somos capaces en la Liga de Campeones. De si seremos capaces de rivalizar con Madrid y Barcelona por el tÃtulo de Liga.
Es por esto que para mi, a nivel deportivo y a dÃa de hoy, no hay cargo más importante ni de mayor responsabilidad que el de entrenar al Sevilla FC.
No sé en qué momento exacto, Juande, ni por qué razón, perdiste la confianza de la que te habÃas mostrado digno, dejaste de tratar con igualdad a los que hasta hoy fueron tus futbolistas, les perdiste el respeto, perdiste la coherencia en la dirección técnica del equipo.
Lo que sà sé es cuándo perdiste la vergüenza: ayer, viernes 26 de octubre de 2007, sobre las 22:30, cuando dejaste la rescisión de tu contrato en la planta noble del Ramón Sánchez-Pizjuán.
Y no eres digno a dÃa de hoy, como persona, no ya como profesional, de tener el privilegio y la enorme responsabilidad de entrenar a nuestra gran plantilla. De ser el responsable de bombear la sangre al corazón de la institución, su equipo. Hace ya unos meses que lo vengo incubando. Hace ya unos meses que, si por mi fuera, estarÃas en la calle.
Sólo por la institución: por el escudo, por la bandera, por la afición.
Nunca olvidaré todo lo bueno que nos has dado. Por ello te doy las gracias y te deseo suerte. Pero no a nivel deportivo, sino a nivel personal. Si consigues volver a ser la persona que eras cuando el Sevilla FC llamó al Inem para darte la baja, a nivel profesional todo te irá bien.
Pero hay cosas que se pierden, y, como dice la poesÃa, no volverán…
October 27, 2007 16 comentarios