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Descansa en Paz, Lola Giráldez

No eras mi abuela biológica, pero para mi… alrededor de cuarenta años con mi abuelo son muchos. Muchísimos. Media vida. Media vida tuya. La mía, hasta hoy, completa. Hasta ahora mismo. Cuando me ha llamado mi madre y ma ha dicho que habías fallecido no me lo podía creer. El domingo fui a veros a mi abuelo y a ti, como hago siempre que puedo y me acuerdo, que no es lo mismo que siempre que puedo, desgraciadamente. Pero estabas en el hospital. Habías sufrido tu tercera caída en dos años. Ayer fui a comer con vosotros. Pero estabas durmiendo y no quisimos despertarte. Estaba escrito que no te iba a poder volver a ver.

Un día, de pequeño, te llamé abuela. Mi madre, luego, me corrigió. Dulcemente, pero obligada por la memoria de su madre, de mi abuela Carmen. No eras mi abuela, pero para mi no había diferencia entre llamarte abuela o no. Eras la persona que acompañó a mi abuelo, la que endulzó su viudez tan precipitada. Eras quien mostraba todo el interés del mundo por mi vida cuando iba a veros. La que no dudaba en mostrarse orgullosa de sus hijos (¿qué madre no lo hace, si estos son dignos de tal orgullo?). Por todo ello, sólo puedo darte las gracias… espero que descanses en Paz, y que te acuerdes de tu familia, la biológica y la adoptiva.

June 10, 2008   12 comentarios