Oda al rey Nadal
He dejado pasar alg煤n tiempo porque quer铆a escribir sobre el tema en fr铆o. Pero no puedo evitar volver a emocionarme cada vez que recuerdo el partido de hace unos d铆as. El mejor partido de tenis que he visto en mi vida, con mucha diferencia, y con final feliz para mi.
Creo que por mucho que escriba no podr茅 siquiera acercarme a la cr贸nica que firma el peri贸dico argentino La Naci贸n. La transcribo 铆ntegramente y recomiendo su lectura a los que vieron el partido y a los que no, a los que les gusta el tenis y a los que no, a los que entienden que el deporte puede llegar a ser algo muy grande, enorme, con mucho m谩s alcance que toda la parafernalia medi谩tica que se ha generado en torno a 茅l en el loco occidente a d铆a de hoy:
Todas las cr贸nicas period铆sticas del t铆tulo ganado por Rafael Nadal en Wimbledon no contar谩n la verdad entera. No hay forma de poder abarcar en un comentario todo lo que incluy贸 la final 2008 de Wimbledon, cuando Roger Federer no pudo superar a Bjorn Borg con cinco torneos ganados en forma consecutiva y Rafael Nadal pudo conseguir el primero a expensas de un tenista que est谩 identifcado con el torneo mismo. Su ingreso distinguido a la cancha cada vez que se presenta, su cardigan de edici贸n limitada que se vend铆a en algunas tiendas londinenses a 230 libras, su Rolex dorado y sus triunfos hicieron de Federer la imagen institucional de Wimbledon.
Rafa Nadal, como lo pirata que indica su look, le “rob贸” 聽Wimbledon de las manos a Federer y desorden贸 (驴para siempre?) el escenario del tenis actual. Cuando tom贸 la copa no sab铆a por d贸nde agarrarla. Conoce la de Roland Garros, la muerde como si fuera su alimento, pero en Wimbledon lo que hizo Rafa Nadal fue invadir el territorio ajeno. Tomar lo que el otro ten铆a y proteg铆a. Humill贸 a Federer en Par铆s y lo llev贸 al l铆mite de la noche del domingo para arrebatarle lo 煤nico que a Roger Federer le quedaba en sus duelos personales. Cada uno era bueno en su superficie. Eso ya no es as铆: Nadal gan贸 en la casa del vecino.
No fue un partido para verlo sin involucrarse. La tensi贸n propia de un choque con carga hist贸rica para el lado que se inclinara, la demora en el inicio por la lluvia y la interrupci贸n de casi una hora en el tercer set cuando Federer estaba 5-4 con el saque de Nadal le quitaron toda calma. Hay finales que invitan a verlas como un espect谩culo a煤n a la distancia, con un disfrute impl铆cito en la propuesta, pero no era el caso: el tenis iba a presentar un cap铆tulo nuevo en su propia historia y en la de estos dos colosos que entablan una rivalidad que no tiene par en el deporte de esos tiempos. Federer y Nadal son el equivalente a los duelos box铆sticos de d茅cadas pasadas, cuando ante el anuncio de una pelea el mundo se deten铆a. El partido atraves贸 el domingo como si fuera una batalla que se viene librando a lo largo de siglos.
Rafael Nadal impuso su autoridad en el duelo de arranque. Los dos primeros sets lo tuvieron al frente de la gesti贸n, a煤n con la ventaja que tom贸 Federer en el segundo: 3-0 y 4-1 para el suizo antes que Nadal volviera a alimentar su esp铆ritu destructor y lo dejara clavado en el score para recuperarse y definir con el 6-4. El tercer set fue parejo hasta que lleg贸 la lluvia y la hora de
suspensi贸n. A los dos le vino bien: Nadal precisaba un descanso para tratar la molestia en la rodilla y Federer, pese a la luz de ventaja, necesitaba ordenar sus ideas y patr贸n de juego. Sin tiempo para volver a tutearse con el partido, los dos precisaban conectar de nuevo con la final tras los 60 minutos de lluvia en el sur de Londres.Federer volvi贸 con su mejor juego de la tarde. Eso qued贸 en evidencia en el tie break cuando su servicio le evit贸 problemas y ya por entonces cuadriplicaba en aces a Nadal (16-4). Despu茅s de una tarde sin sol en todo sentido, Federer, con un set adentro, parec铆a desplazarse por el c茅sped con la naturalidad que su elegancia reclama. Nadal jam谩s sali贸 de su sinton铆a de juego para la final aunque el adversario fuera Federer: machacar y sacudir hasta que el 谩rbol de sus frutos. Si es necesario gastar cinco o seis derechas pesadas para ganar un punto. La idea era evitar pelotas abiertas a su sector izquierdo para que su drive no pierda fuerza y fundamentalmente bloquear todo intento de sufrir los tiros con slice de Federer bajo sobre el rev茅s. Desde ah铆, Rafa sal铆a con problemas y su juego demoledor se dilu铆a.
El tercer y cuarto set de la final de Wimbledon 2008 condensaron todo lo que se puede pretender de un duelo que reclama ya mismo saber que lugar va a ocupar en la historia de los grandes enfrentamientos que el tenis ha cobijado. Federer supo encontrar en su saque la seguridad para seguir con vida en el partido en el tercer set. Nadal tuvo dos match points a disposici贸n en el tie break del cuarto y all铆 fue cuando Federer le puso sacrificio al encuentro para que Nadal no le robe lo suyo. Nadal mete un passing paralelo para quedar con ventaja para ganar Wimbledon. Federer responde con uno similar para levantarlo. 驴C贸mo se quiebra semejante entrega mutua para que solamente uno quede en pie, vencedor y definitivo? Nadal se adelanta para quebrar y Federer responde apremiado con voleas precisas y servicios imposibles de leer. 驴Cu谩nto m谩s lejos puede ser llevado este deporte donde una imperfecci贸n es provocada por la jerarqu铆a de una perfecci贸n superior?
Cansancio, nervios, ansiedad, errores no forzados provocados por las 7 horas del d铆a lidiando el uno contra el otro. La historia consolidada en Wimbledon frente a la historia nueva que procuraba ganarse su espacio. A Federer lo ayuda el saque para con poco salir del acoso o tomar una ventaja. Nadal, incansable, golpea con la fuerza de quien quiere derribar las puertas de un imperio. Pues de eso se trato este asunto durante tantas horas, que agotaron a los espectadores del planeta. Una lucha que dividi贸 al court central de Wimbledon y al mundo.
No hay rostros en el tenis que inquieten m谩s que el de Roger Federer en apuros, por espor谩dico y evidente. Es una expresi贸n de violencia silenciosa pero facilmente reconocible. Rafael Nadal se convirti贸 en un problema de soluciones parciales y cada vez menos a la vista. El ataque personal, el 12-6 a su favor en los enfrentamientos, ahora es un ataque directo al primer puesto del ranking, que Federer tiene desde febrero de 2004. Nadal amenaza directamente el liderazgo del suizo, justo en el a帽o en el que Novak Djokovic en dos ocasiones lo puso al borde del abismo en el segundo puesto: en las semifinales de Hamburgo y Roland Garros. El serbio, con un triunfo, lo corr铆a del lugar. Nadal bajo amenaza es el m谩s feroz de todos: redujo a Djokovic y luego despach贸 a Federer las dos veces. Ahora le arrebat贸 Wimbledon y hasta el n煤mero uno no para. Federer no pudo con Nadal y tampoco con Borg, su otro rival pasivo, pero presente.
Rafa Nadal se desplom贸 en la central de Wimbledon. Pretend铆a decirle cosas a Roger Federer para que permanezca m谩s tiempo en la red luego de esa batalla de 288 minutos de juego y m谩s de siete horas de duraci贸n, lluvia inclu铆da. Acabamos de ver como la historia del tenis cambi贸 delante de nuestros ojos. Nunca ser espectador agot贸 tanto. Tuvimos apenas una aproximaci贸n del gasto de energ铆a que le imprime Nadal a su juego para demoler lo que se le cruza. Aunque se llame Roger Federer, en c茅sped y en Wimbledon.
July 19, 2008 2 comentarios