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El Barón Rojo
Llevaba bastante tiempo queriendo conocer un poco más acerca de Manfred von Richthofen, conocido como “Barón Rojo”, por su condición de noble y el color del avión con el que alcanzó la gloria y la muerte.
Ayer vi la pelÃcula del mismo nombre, para hacer un poco más amena la vuelta a Madrid en autobús desde Sevilla, donde he pasado el puente con mi familia. Me gustó moderadamente. No te la recomiendo si no tienes especial interés en la figura del barón, o en la aeronaútica. Algunas secuencias están bastante bien para ser una pelÃcula de 1971.
Copio a continuación algunos párrafos de su entrada en Wikipedia que creo que merecen la pena, intercalados con vÃdeos de Youtube relacionados con el tema:
Manfred Albrecht Freiherr von Richthofen, militar y aviador alemán (*Alemania, 2 de mayo de 1892 – †21 de abril de 1918 (a los 25 años de edad), más conocido como el «Barón Rojo», fue un piloto alemán que consiguió abatir ochenta aeroplanos enemigos durante la Primera Guerra Mundial antes de ser abatido en la mañana del 21 de abril de 1918 cerca del rÃo Somme, en el norte de Francia.
Héroe de los alemanes y respetado por sus enemigos durante la Primera Guerra Mundial, se batÃa en el aire, permitiendo incluso escapar a sus vÃctimas malheridas.
Encontró su lugar bajo el sol alistándose en la aviación, donde demostró una gran capacidad con esta arma completamente innovadora para lo que hasta entonces habÃa sido la guerra (además la producción de aviones se incrementó desde los 300 que tenÃan todos los contrincantes al principio de la contienda hasta los 150.000 al final). Aunque en la academia de aviadores no fue de lo mejor, luego en combate se demostró todo lo contrario.
Durante estos primeros meses se destacó por su agudeza visual y su innato don para afrontar el peligro. Sus compañeros decÃan que se transformaba su personalidad cuando cogÃa los mandos de su avión.
En 1917 se le confirió el comando del JASTA 11, que luego fue conocida como el Circo Volante, por los vivaces colores que presentaban sus 14 aviones. Se ganó el apodo de Barón Rojo porque sus aviones estaban pintados de rojo. Llegó a dirigir 58 misiones con total éxito, en las cuales derribó a unos 80 aviones, algo que nadie llegó a superar en ningún bando durante el resto de la guerra. En abril sumó en solitario 20 derribos. Sus hombres insinuaban que su lÃder tenÃa un comportamiento suicida.
El 6 de julio de 1917 recibió una bala perdida en el cráneo, que le provocó una terrible herida lesionándole el cerebro, pero él siguió volando pese a estar claramente incapacitado para soportar alturas. Incluso se comportaba como si fuera inmune a la muerte, no tomando ninguna precaución, violando las fundamentales reglas de vuelo que habÃa escrito en su manual. Llevó vendada la cabeza durante mucho tiempo. Poco después recibió con alegrÃa un Fokker Dr I, un triplano que también pintó de rojo y tenÃa gran agilidad, pero si se mantenÃa en rumbo fijo muchos minutos, se convertÃa en presa fácil.
Según las fuentes oficiales, fue el capitán canadiense Roy Brown el que consiguió matar al piloto alemán, aunque nuevas investigaciones apuntan a que fue el soldado de infanterÃa australiano Evans el que disparó desde tierra la bala del .303 que acabó con su vida. La bala entró por el lado derecho del pecho y le causó heridas en los pulmones, el hÃgado, el corazón, la arteria aorta y la vena cava antes de salir, y según la opinión de los forenses, apenas contó con un minuto antes de perder la consciencia y un par de ellos en morir. Nada se sabe sobre el soldado Evans, aparte de que murió en 1925, y probablemente falleció sin imaginar que él podÃa ser el causante de la muerte del piloto más famoso de la historia. Roy Brown dejó escrito un libro sobre sus combates y detalló todo sobre el último vuelo del Barón.
Fue enterrado con todos los honores militares por los mismos británicos, quienes salieron a rendirle tributo. Su ataúd -cubierto de flores como ofrenda – fue llevado a hombros por seis miembros del escuadrón 209. En el momento del entierro, soldados australianos presentaron armas y lanzaron tres salvas en su honor. En su lápida, que se encuentra en el mismo lugar donde cayó, se puede leer en su epitafio:
“Aquà yace un valiente, un noble adversario y un verdadero hombre de honor. Que descanse en paz”.
Como todos los pilotos de caza, el Barón Rojo también tenia su manera particular de celebrar cada victoria. En su caso, encargaba a un joyero de BerlÃn copas de plata de cinco centÃmetros de altura.
La primera llevaba grabada la inscripción “1 Vickerse 2 17.9.16”. El primer número indicaba el orden del derribo, la palabra el tipo de aeroplano, el siguiente número los tripulantes, y finalmente la fecha de la victoria. Con el tiempo, y visto que la colección de victorias aumentaba significativamente, pasó a encargar una copa el doble de grande cada decena. La serie de trofeos se interrumpió después de la victoria número 60, cuando el joyero le comunicó que no habÃa más plata disponible y que sólo podrÃa fabricar copas con un material de peor calidad.
El grupo español Barón Rojo se puso ese nombre en homenaje al aviador. También le dedica en su primer disco (“Larga Vida al Rock & Roll, de 1981) un tema del mismo nombre, que en su estribillo dice “¡Barón! Héroe de cuento, amo de las nubes, señor del viento. ¡Barón! Vive su sueño, triste y solitario surcando el cielo. ¡Barón! Tu triste misión no apagó tu gloria”
Por su parte, el juego de PC Empire Earth incluye en su campaña alemana varios escenarios protagonizados por el Barón Rojo, basados en situaciones reales, incluyendo uno con su muerte cerca del rÃo Somme.
En la tira cómica Peanuts, el personaje Snoopy en una de sus muchas fantasÃas sueña con ser un as aviador de la Primera Guerra Mundial y tiene al Barón Rojo como su acérrimo enemigo.
En la serie de televisión Scooby-Doo, los personajes tienen que atrapar a un loco que se hace pasar por el Barón Rojo.
En uno de los cortos de television de la Warner Bros, Bugs Bunny aparece piloteando un avión en la Primera Guerra Mundial y su acérrimo enemigo Sam Bigotes encarna al mismisimo Barón Rojo.
En la pelÃcula, von Richthofen muere a manos de Brown, y no de Evans.
Santoral: ZacarÃas, Isabel.
Efemérides:
1605 – Guy Fawkes es arrestado por intentar dinamitar el parlamento Inglés.
1810 – España: Las tropas invasoras francesas inician el asedio a la Isla de León (Cádiz).
1884 – Argentina: se crea la Biblioteca Nacional de Maestros en Buenos Aires.
1914 – Primera Guerra Mundial: Gran Bretaña, Francia y Rusia declaran la guerra al Imperio Otomano.
1916 – El emperador alemán Guillermo II y el autrÃaco Francisco José I proclaman el reino independiente de Polonia.
1922 – Egipto: es descubierta la tumba de Tutankamón.
1950 – La Asamblea General de la ONU aprueba iniciar relaciones diplomáticas con España.
1985 – Italia: “macroproceso” contra la Mafia, el juez Falcone acusa a 709 mafiosos.
1992 – Estrasburgo, España ratifica la Carta europea de las lenguas regionales o minoritarias, por la que adquiere entre otros, el compromiso de reconocerlas, respetarlas y promoverlas.
1994 – El Parque de Doñana en Huelva declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
1996 – Estados Unidos: Bill Clinton es reelegido presidente.
1999 – Estados Unidos: un juez federal declara que Microsoft tiene una posición de monopolio.
2006 – Sadam Husein, es condenado a morir en la horca por su implicación en la muerte de 148 iraquÃes chiÃes de la aldea de Duyail en 1983.
November 5, 2007 3 comentarios
Kagemusha
You know the master’s banner.
What do the letters mean?
Swift as the wind. Quiet as a forest.
Fierce as fire. Immovable as a mountain.
The lord is that mountain.
Both in battle and at home,
he is steadfast, like a mountain.
When his army moves,
first, the horsemen attack as fast as the wind.
Second, the lancers advance quiet as a forest.
Third, the cavalry raids mercilessly as fire.
And the lord is behind them,
always watching over them,
immovable as a mountain.
That is why our soldiers
can fight so strongly.
Immovable as a mountain.
The lord is that mountain.
So we call him the mountain.
Madrugada del 24 de septiembre.
September 24, 2007 Comments Off on Kagemusha
De Pavarotti, de Caruso, del cine, del amor…
Estoy escuchando ahora mismo la magnÃfica interpretación de “Caruso” por parte del recientemente desaparecido tenor italiano Luciano Pavarotti. El enlace lo ha enviado a la lista de correo de becarios de informática del Icex de la promoción pasada mi amigo Javier, exbecairo.
Esta canción, en su versión original, cantada por Lucio Dalla, tiene mucha carga emocional para mi. Una mujer y una ciudad preciosas tienen la culpa. Es un precioso tributo al tenor italiano Enrico Caruso, cuya vida no fue todo lo fácil que su fantástico legado pudiera hacernos creer.
Acabo de estar en una tienda impresionante, al menos para mi, fiel amante del séptimo arte (amor correspondido casi cada dÃa, por cierto). Se llama Cinemaspop, y se encuentra en la madrileña calle de San Andrés, una de las que sale de Fuencarral, pegadita a Bilbao. Tiene carteles de pelÃculas de todos los tiempos, y de todos los géneros. Además, el dueño es muy enrollado. Lo consiguió. He pasado cerca de una hora hasta que me he decidido por los tres carteles que me he llevado, al módico (para mi) precio de veinticinco euros. Las pelÃculas destinadas a adornar mi habitación de aquà en adelante son: “Cinema paradiso“, “El séptimo sello” y “Ser o no ser“. Además, he comprado dos láminas por cuatro euros cada una: “El jovencito Frankenstein” y “Alphaville“.
Estaba buscando, precisamente, alguna lámina sobre una pelÃcula que vi con mi madre cuando era un crÃo. Una pelÃcula sobre un niño italiano que llega a Estados Unidos siendo pobre y miserable… si tengo que buscar algún momento en mi vida que explique el nudo en el estómago que se me forma cada vez que empiezo a ver una pelÃcula, sin duda serÃa alguna noche de cualquier dÃa entre semana, viendo una pelÃcula en La 2, blanco y negro. Juanto a mi, mi madre, fumando, comiendo chocolate, y con los ojos enrojecidos de llorar (en función de la pelÃcula, pero casi siempre). Hubo dos pelÃculas que recuerdo que me dejaron muy marcado, y que de hecho voy a poner a descargar ir a alquilar ahora mismo. Fueron “El gran Caruso” y “La buena tierra“. De la primera era de la que buscaba la lámina cuando entré en Cinemaspop. Pero no pude resistirme y terminé llevándome bastante más de lo que habÃa pensado en un principio. Lástima que un cartel chulÃsimo de “El séptimo samurai” no lo tuvieran en stock, jejeje…
Termino este heterodoxo post con un diálogo de Alphaville:
September 8, 2007 3 comentarios
Metrópolis
El mediador. Muy recomendable, si no tienes prejuicios para con las pelÃculas mudas. 1927. Fritz Lang.
August 13, 2007 Comments Off on Metrópolis
Crónicas provenzales – Arles
Si la Semana Santa del año 2006 Mirja y yo la elegimos para visitar Estambul (2, 3 y 4), la de 2007 fijamos nuestro punto de mira en una zona algo más cercana, pero no exenta de encanto: la Provenza.
Técnicamente estuvimos sólamente en la región occidental de la Provenza. Arribamos a Marsella, y desde allà visitamos Arlés, Santa MarÃa del Mar, Nimes, Aviñón, Aix-en-Provence, y fuimos de vuelta a Marsella.
La noche de la llegada recogimos en el aeropuerto de Marsella un coche distinto del que a priori habÃamos alquilado y nos dirigimos a uno de los barrios antiguos de la ciudad, donde viven Cristian y Margot. Aparcamos el vehÃculo (con bastante suerte) cerca de la casa, y la primera noche se diluyó entre la cena y conversación. Al dÃa siguiente decidimos dejar Marsella para poner el colofón al viaje, con lo que nos dirijimos a Arlés.
Han pasado alrededor de cuatro meses desde que visitamos Arlés. Además de muchos otros viajes, han ocurrido bastantes cosas desde entonces que me han hecho olvidar muchos detalles.
Además de ser la ciudad donde el Ródano se divide en dos, Arlés tiene el privilegio de ser uno de los lugares donde el excéntrico pintor holandés Vincent Van Gogh alcanzó mayores cotas de inspiración, y, por qué no decirlo, de locura. Allà fue donde voló una de sus orejas, durante su intensa convivencia con Paul Gauguin. Para conocer un poco más a Van Gogh, recomiendo encarecidamente la pelÃcula “El loco del pelo rojo“, protagonizada por Kirk Douglas y Anthony Queen (vaya reparto).
Una de las cosas que más llama la atención en Arlés es el anfiteatro romano, usado en la actualidad para corridas de toros un tanto especiales; extraÃdo de Wikipedia: “Las corridas de toros se llevan a cabo en el anfiteatro romano, incluyendo corridas al estilo provenzal (courses camarguaises) en la cual no se mata el toro sino que un equipo de hombres atléticos tratan de quitarle la borla de los cuernos sin ser heridos por el toro. Durante la Pascua se llevan a cabo corridas españolas en la cual se mata el toro y que se precede de un encierro o corrida de toros por las calles.”
Paseando por la ciudad pasó nuestro interés a mejor vida, y tras tomar algunas fotos y comer frente al anfiteatro (buena comida, como siempre, en Francia) pusimos pies en polvorosa hacia la Camarga.
August 12, 2007 Comments Off on Crónicas provenzales – Arles