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Recordando tiempos pasados
Viernes 11 de noviembre de 2005. Son las 17:19 hora local (Bucarest – RumanÃa). Estoy en la oficina todavÃa. Los viernes salgo a las 15:00.
– ¿Por qué?. – Preguntó un lector ávido de curiosidad.
– Porque estoy examinando a futuros auxiliares administrativos de la Ofcomes. – RespondÃ.
– ¿Y eso lo tienes que hacer tú?. – Replicó él.
– Pues eso mismo llevo preguntándome los dos últimos dÃas…
Y asà es, personas de mi mundo que perdéis vuestro valioso tiempo y parte de vuestras pupilas visualizando los pÃxeles que despide este somnoliento blog… porque llevo dos dÃas inventándome pruebas ofimáticas, y deshaciéndolas a gusto de los jefes, para llegar a un momento como este, en el que cinco candidatos se afanan cuidadosamente para hacerlo lo mejor posible y obtener un puesto de trabajo…
Y es por esto, mientras estoy en mi ordenador y me interrumpen con dudas sobre el enunciado, etc… que me acuerdo de los dos maravillosos años que pasé “enseñando” programación, bases de datos y las normas ISO 9000. Una experiencia única e irrepetible. Sobre la docencia querÃa mostraros un poema de Gabriel Celaya que me encantó cuando lo encontré hará algún tiempo, y que me motivó sobremanera en mi labor:
“Educar es lo mismo
que poner un motor a una barca…
hay que medir, pensar, equilibrar…
… y poner todo en marcha.Pero para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino…
un poco de pirata…
un poco de poeta…
y un kilo y medio de paciencia concentrada.
Pero es consolador soñar
mientras uno trabaja,
que ese barco, ese niño
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navÃo
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes, hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un dÃa
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá
nuestra bandera enarbolada.”
Salvando las distancias, pues uno no es padre todavÃa, ni los alumnos que pueda tener mis hijos, me parece bastante acertado y bonito comparar la tarea del profesor con la del padre, aún cuando es mucho más restringida la labor del primero que la del segundo. Os dejo, que me llama un “candidato”, voy a “resolverle alguna duda”…
November 11, 2005 Comments Off on Recordando tiempos pasados
Sigo aquÃ
Aunque no lo parezca, a tenor de la fecha de mi último post… se acerca el fin del año “efectivo”, dado que terminan las clases, las que imparto y las que recibo. De hecho, han acabado ambas… sólo quedan pendientes ciertos exámenes. Y la verdad es que el balance general no es nada negativo. Ya sólo me quedan para terminar la carrera 4 asignaturas y el proyecto. Poquito a poco.
De momento hay poco que contar, mi vida sigue sumida en la grandeza de la mediocre cotidianidad, la del dÃa a dÃa de las personas a las que se les escapa el tiempo… pero como dice uno muy sabio, cuyo nombre no recuerdo ahora: “El problema de ser pobre es que te ocupa todo el tiempo”. Jejeje… Menos mal que “leemos para saber que no estamos sólos”, asà encontramos joyas como esa…
Comparto con vosotros un reciente descubrimiento que he de agradecer al hilo musical del Socibus Sevilla-Madrid. Ella se llama Clara Montes. Os aconsejo que pongáis a trabajar la mula o la ranita… creo que es la mejor voz que hay en España a dÃa de hoy. Aunque también he de aclarar aquà que mis fuentes musicales no van mucho más allá que la ya citada anteriormente, por lo que no quiero que nadie se ofenda. Pues eso, buenas noches.
PD: A ver quién sabe en qué pelÃcula aparece la frase “leemos para saber…”
June 15, 2005 Comments Off on Sigo aquÃ
El Principito
“Pido perdón a los niños por haber dedicado este libro a una persona mayor. Tengo una seria excusa: esta persona mayor es el mejor amigo que tengo en el mundo. Pero tengo otra excusa: esta persona mayor es capaz de comprenderlo todo, incluso los libros para niños. Tengo una tercera excusa todavÃa: esta persona mayor vive en Francia, donde pasa hambre y frÃo. Tiene, por consiguiente, una gran necesidad de ser consolada. Si no fueran suficientes todas esas razones, quiero entonces dedicar este libro al niño que fue hace tiempo esta persona mayor. Todas las personas mayores antes han sido niños. (Pero pocas de ellas lo recuerdan). ”
Antoine Marie Roger de Saint Exupery, escritor y aviador francés. Nació en Lyon en 1900, fue educado en escuelas Jesuitas y más tarde, estudió en la Universidad de Friburgo, Suiza. Obsesionado con la aviación desde muy temprana edad, ingresó en las Fuerzas Aéreas francesas en 1921, y en 1926 se hizo piloto comercial, volando nuevas rutas comerciales en Europa, Africa y Sudamérica. En Buenos Aires se casó con una joven viuda llamada Consuelo Suncin (1931), y en ese año publicó su segunda novela Vuelo Nocturno, que ganó el premio de la Academia Francesa: Grand Prinx. Al estallar la II Guerra Mundial, Saint-Exupéry se enrroló en las unidades de reconocimiento aliadas; en 1943 se incorporó a las tropas de la Francia Libre, y al año siguiente mientras realizaba un vuelo de reconocimiento por el sur de Francia su avión fue abatido por un los alemanes y no se volvió a saber de él.
Esta pequeña semblanza de la vida del autor del Principito puede ser contrastada con esta, bastante mejor. El libro no lo comentaré, porque no me siento con fuerzas, ya que podrÃa escribir miles de cosas que te sugiere al oido. Sólo un consejo para el que nunca lo haya leÃdo: No tengas prisas, coge papel, boli y mira dentro de ti… puede que no sea tan distinto de lo que leas lo que encuentres.
October 29, 2004 Comments Off on El Principito