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Pues sí, señores, es lo que parece, no lo estáis soñando. Por lo que me ha dado tiempo a ver, Rumanía es un país de contrastes brutales. Cochazos (Porsche Cayenne, Mercedes SLK, Volvo C70) y cascarrias (Dacia en casi todas sus modalidades). Gitanas y señoras estilo brujas y mujeres muy sofisticadas y cultas.

Muchas de las personas (nótese que digo muchas de las personas, no “la gente”) con las que he hablado en este país tienen un complejo enorme, y me han descrito a los rumanos como “gente mala”. Dicen que el país no prospera porque la gente no le deja. Están como resentidos con ellos mismos por haberse “quedado atrás”.

Menos mal que las personas que así piensan no son mayoría. Porque este país tiene cosas muy valiosas, y una de ellas, creo yo, es su identidad cultural, que ha permanecido casi intacta (a pesar de los pesares) hasta hace unos años, al menos en determinadas zonas. Incluso la capital, Bucarest, con algo más de dos millones de habitantes, conserva todavía algo de esa atmósfera mágica que tiene una ciudad que todavía no se ha convertido en un monstruo. Pero está en camino. Cada vez hay más neón, más negocio, más coche y más dureza en la mirada de la gente. Pero, en mi opinión, gente buena. A ver cuánto dura, la gente, o mi opinión.

Por esta zona de la vieja Europa, con este clima continental descarnado, cuando el frío llega lo hace para quedarse. Vientos helados agitan los árboles y los ánimos de los esforzados habitantes de estas inhóspitas regiones. Antes de venir aquí, no podía comprender cómo eran capaces de soportar tan estoicamente estos rigores del clima, pero ahora ya sé su secreto, y me dispongo a revelároslo. Muchas casas tienen un sistema de calefacción increíblemente efectivo. Se trata de un horno de cerámica de casi dos metros de altura, con una espita de gas recubierta de cerámica también. Se prende el gas, va calentando el horno de cerámica por dentro y eso va irradiando calor a punta pala a la casa. Le cuesta coger, pero cuando lo hace y funciona a pleno rendimiento es una auténtica pasada. Además, casi no gasta gas, sale muy barato. Pero los inconvenientes son claros: ocupa muchísimo espacio, hace un ruido bestial, y deja un hedor brutal. Os presento al bicho:

Si abrimos las puertas inferiores vemos:

Quitando el flash para poder apreciar la llama cuando la prendemos en la espita:

Para los que querían ver perros de Bucarest… afortunadamente los únicos que he visto últimamente han sido estos:

Forman parte de la exquisita decoración de la casa en la que (provisionalmente, por suerte) vivo. Yo, al igual que Carlos, quiero hacerle propaganda a Marlboro allá donde vaya:

Por aquello de las lenguas extrañas. Y, por último, no puedo menos que cerrar esta mezcolanza de fotos extrañas e inútiles con la, cuando menos genuina, puerta del aseo de mi, repito, provisional casa:

Mañana más…

Hola a todos… siempre he tenido curiosidad por saber a qué se debe el símbolo de las farmacias, la serpiente alrededor de una copa, y la cruz verde…

¿Alguien sabría comentarlo-responderlo?

Hoy os mostraré algunas imágenes tomadas durante mis primeros días en la capital de Rumanía. Algunas hablan por si solas, otras las comentaré:

El motorista: Decir que aquí la gente conduce como el demonio no es ninguna exageración, como podéis comprobar…

La Cow-Parade: Hace poco estuvo aquí, de lo que dan fé algunas muestras que quedan repartidas por la ciudad, esta forma de hacer no sé el qué de la que me reservo mi opinión…

Las infraestructuras: En este país sólo hay 150 km de autopistas, pero es muy engañoso este dato. La verdad es que está mucho mejor de lo que creía antes de venir. Aunque he de aclarar que hasta este fin de semana no saldré de Bucarest, que para algo es la capital. Aquí podéis ver las aceras de la capital…

Naturaleza salvaje: Dicen que saliendo de Bucarest uno se encuentra con la naturaleza en su estado más puro, además de con gente castiza donde las haya. Para lo que nadie te prepara es para encontrarte en mitad de la ciudad con algo así…

Un Clio un tanto raro: Estas fotos van dedicadas a Chete y Pipe, por motivos más que obvios… ¿A que no habéis visto nunca esto chavalotes?

Y otro más: