Category — Literatura
Matar a un ruiseñor
Queda pendiente para más adelante una breve reseña del cúmulo de sensaciones que me he llevado del Summer Case este fin de semana que acaba de terminar.
Pero, ahora querrĂa simplemente haceros una recomendaciĂłn…
He disfrutado muchĂsimo viendo esta pelĂcula, y mañana mismo voy a la biblioteca a buscar la novela homĂłnima, dos años previa a la filmaciĂłn, y que le valiĂł a su autora, Harper Lee, el premio Pulitzer (ficciĂłn) del año 1961.
Muy grande la actuaciĂłn de Gregory Peck, uno de los actores preferidos de mi madre (asĂ al menos me parece recordar) en el papel de Atticus Finch, el sumun de la responsabilidad encarnada en un padre y abogado con muy poca suerte. Este papel le valiĂł el Ăłscar a la mejor interpretaciĂłn masculina del año 1962. Una nieta del actor se llama Harper en honor a la autora de la novela cuyo principal protagonista y Peck se harĂan uno para inmortalizarse mutuamente.
Si creen que exagero, además de aconsejarle que corran a su videoclub más cercano (o que abran eMule, a gusto del consumidor) y se hagan con la pelĂcula sin más demora, les cito un par de detalles tontos que se pueden ver en algunos enlaces de los suministrados anteriormente:
“Atticus is one of the most memorable and unique characters in American literature; in 2003 the AFI named Atticus, as portrayed in the film version of To Kill a Mockingbird by Gregory Peck, as the #1 Greatest Hero of American film, and in 2002, a “panel of 55 authors, literary agents, editor and actors” named him the 7th Greatest Character in Fiction since 1900″
No me extenderé más, pero les quiero dejar un par de perlas que he encontrado por Youtube, y que aunque no tienen nada que ver con el tema del post, creo que pueden hacer mucho bien a quien las sepa valorar en su justa medida, que es casi infinita.
Son dos casos de esos que te hacen replantearte la gravedad de los “problemas” que solemos tener en el dĂa a dĂa, y cĂłmo dejamos que nos quiten la sonrisa y nos hagan dejar de estar pendientes de los demás, para encerrarnos cada vez más y más en nosotros mismos, y nuestras “miserias”. DejarĂ© el sermĂłn, pero ustedes, vĂ©anlos…
“If you just learn a single trick, Scout, you’ll get along a lot better with all kinds of folks. You never really understand a person until you consider things from his point of view, until you climb inside of his skin and walk around in it”
Atticus Finch
July 15, 2007 Comments Off on Matar a un ruiseñor
Doblan por ti
Nadie es una isla, completo en sà mismo; cada hombre es un pedazo del continente, una parte de la tierra; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia; la muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad; y por consiguiente, nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas; doblan por ti.
John Donne
—Bésame –dijo ella–, si te vas.
—Eres una desvergonzada–dijo él.
—SĂ; por completo.
(…)
—Tú –insistió ella–, lo he visto todo.
—No has visto nada. No has visto más que a un hombre. A un hombre a caballo. Vete. Vuélvete ahora mismo.
—Dime que me quieres.
—No. Ahora no.
—¿Ya no me quieres?
—Déjame. Vuélvete. Este no es el momento.
—Quiero sujetar las patas de la ametralladora, y mientras disparas, quererte.
—Estás loca. Vete.
—No estoy loca –dijo ella–; te quiero.
—Entonces, vuélvete.
—Bueno, me voy. Y si tú no me quieres, yo te quiero a ti lo suficiente para los dos.
Por quién doblan las campanas. Ernest Hemingway.
July 10, 2007 Comments Off on Doblan por ti
Pérdidas
– ÂżAprende uno a olvidar?
– No se trata de olvidar. Lo que hay que aprender es a recordar y, al mismo tiempo, estar libre del pasado. Hay que aprender a estar allĂ, con el muerto, y al mismo tiempo estar aquĂ, en este lugar, con los vivos. No es fácil.
Extracto de un diálogo entre Will Farnaby y Susila Macphail en “La isla”, de Aldous Huxley.
May 30, 2007 Comments Off on Pérdidas
Sinuhé. Kaptah.
“Yo, SinuhĂ©, hijo de Senmut y de su esposa Kipa, he escrito este libro. No para cantar las alabanzas de los dioses del paĂs de Kemi, porque estoy cansado de los dioses. No para alabar a los faraones, porque estoy cansado de sus actos. Escribo para mĂ solo. No para halagar a los dioses, no para halagar a los reyes, ni por miedo del porvenir ni por esperanza. Porque durante mi vida he sufrido tantas pruebas y pĂ©rdidas que el vano temor no puede atormentarme y cansado estoy de la esperanza en la inmortalidad como lo estoy de los dioses y de los reyes. Es, pues, para mĂ solo para quien escribo“.
“A mi juicio, el oficio de tabernero es tambiĂ©n el más seguro de todos, porque la sed del hombre permanece inalterable pase lo que pase, y aunque se tambalease el poderĂo de los faraones, y los dioses se cayesen de sus tronos, las tabernas y las hosterĂas no estarĂan más vacĂas que antes. Porque el hombre bebe vino en su alegrĂa y lo bebe en su tristeza; en el Ă©xito alegra su corazĂłn con el vino y en el fracaso lo consuela de igual modo; bebe cuando está enamorado y bebe cuando su mujer lo apalea. Acude al vino cuando los asuntos van mal; riega sus beneficios con el vino. Ni tan sĂłlo la pobreza impide al hombre beber vino. Y lo mismo ocurre con la cerveza, si bien he hablado del vino porque es más poĂ©tico y suscita la elocuencia, puesto que, cosa curiosa, los poetas no han compuesto todavĂa poemas en honor de la cerveza, lo cual no es justo, porque la cerveza puede tambiĂ©n, en caso de necesidad, procurar una embriaguez y un dolor de cabeza todavĂa mejor. Pero no quiero importunarte con el elogio de la cerveza y vuelvo a mi asunto, y por esto he invertido en esta taberna mis economĂas de oro y plata. Verdaderamente, no imagino oficio más agradable, salvo el de prostituta, que no requiere gastos de instalaciĂłn, ya que lleva su negocio en sĂ misma, y si es un poco cauta pasará su vejez en una casa propia, construida con la potencia de sus flancos“.
 Sinuhé el egipcio. Mika Waltari.
March 27, 2007 Comments Off on Sinuhé. Kaptah.
Farenheit 451
He aprovechado que mi amigo Javier volvĂa a Sevilla para ser agasajado de cara a su prĂłximo cumpleaños, el lunes (felicidades, por cierto), para ocupar la segunda plaza de su minĂşsculo pero precioso coche.
La vuelta a Sevilla, de momento, ha traĂdo aparejados momentos muy memorables, como las risas que tuvimos anoche mi padre, mi hermana Carmen y yo, y la comida y posterior cafelito e infusiones que hemos podido degustar un grupo de amiguetes este mediodĂa.
Antes de ver el Barça – Madrid de esta noche, en compañĂa de los colegas en mi casa, me dispuse a seleccionar un tĂtulo entre la magnĂfica colecciĂłn de pelĂculas de El Mundo, que hace unos años este periĂłdico repartiĂł a sus lectores.
Cual no fue mi sorpresa al encontrar entre las mismas el siguiente tĂtulo: “Farenheit 451“.
DesconocĂa totalmente la existencia de una pelĂcula sobre la novela de Ray Bradbury, que con tanto ansĂo he buscado desde hace unos meses, para completar la magnĂfica trilogĂa futurista y “apocalĂptica” que conforma junto a “1984”, de Orwell, y “Un mundo feliz”, de Huxley. Desde que leĂ estas dos Ăşltimas he intentado hacerme con la novela de Bradbury, pero todos mis intentos han sido en vano. No la he encontrado en ninguna biblioteca en las que he buscado.
Casi siempre me han disgustado enormemente las versiones cinematográficas de cualquiera de las novelas que he leĂdo. Es por eso que prefiero leerlas primero, y no contaminarme con la imperfecciĂłn (por motivos obvios de recursos espacio-temporales, sirva como disculpa) de los guiones pertrechados a partir de los originales en letra impresa. Habida cuenta de que no encontraba la novela, y dejando para otro dĂa “El tercer hombre”, elegĂ “Farenheit 451” para la tarde de cine, a la que en Ăşltima instancia se sumĂł mi sobrino Juanjo.
QuĂ© magnĂfica elecciĂłn. Siempre estoy insistiendo a mis sobrinos en la necesidad de leer. Del poder que da ver el mundo a travĂ©s de otros ojos. Del enorme bien que hace a nuestras pequeñas mentes, empequeñecidas y ensoberbecidas en si mismas.
Y esta pelĂcula (ahora sĂ que voy a buscar con ahĂnco la novela) cuenta una historia refrescante con un final sencillamente genial sobre la persecuciĂłn y persistencia del saber universal como fuente de remedios a las debilidades del alma.
Francamente genial.
March 10, 2007 5 comentarios