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Category — Viajes

Las Hurdes

Tengo pendientes algunos viajes para postear. Desde que estoy en España de nuevo, el tiempo pasa más rápido. Al menos esa es la impresión que tengo, después de más de seis meses transcurridos desde que dejé Bucarest. Tres meses en Sevilla, y tres en Madrid. Y en esta última sigo, y seguiré, al menos durante diez meses más, salvo hecatombe perfecta.

Algunos de los viajes han sido al extranjero (Portugal, Francia), y otros, por España (Granada). Pero ha habido uno que no sabría clasificar…

Si bien el territorio es nacional, no me gustaría encasillarlo en esta segunda categoría. Me gustaría encuadrarlo en una categoría diferente. Fue a un lugar apartado. Muy apartado. Casi diría que no parece de este mundo. Mágico. Evocador. Tranquilo. Precioso.

Las Hurdes.

Un viejo amigo de mi hermana Virginia, Basiliso, tiene una casa en el precioso pueblo de Ovejuela. En el que iba a ser el último viaje que iba a hacer con mi fiel Saxito 1.5 diesel (gran coche), nos pusimos en marcha Mirja y yo, después de un par de llamadas telefónicas a Siso mediante las que nos describió amablemente cómo llegar.

Estuvimos en una magnífica casa rural denominada El Tomillar, y allí pasamos un fin de semana realmente espectacular, tanto por la ingente cantidad de agua que cayó, como por los paisajes de otro mundo de los que pudimos disfrutar.

Guiados por el excelente conocimiento de la zona del propio Siso y su familia, visitamos los pueblos anejos de Trevejo y Acebo.

Desde aquí me gustaría agradecer una vez más a Basiliso su extraordinaria atención para con nosotros, y enviarle un gran abrazo y muchos recuerdos para toda su gran familia (Dieguito incluído, por supuesto).

Escuchando: Carrusel Deportivo.
Santoral: Basilisa y Anastasia.
Efemérides:
1408 – España: Yusuf III, rey de Granada, firma una tregua con los cristianos.
1912 – El barco más lujoso del mundo en su momento, RMS Titanic, chocó con un iceberg y empezó a hundirse a las 12:10.
1920 – España: fundación del Partido Comunista Español, que al año siguiente se uniría al Partido Comunista Obrero Español para fundar el Partido Comunista de España.
1994 – Representantes de 124 países y la Comunidad Europea firman los Acuerdos de Marrakech, que revisan el GATT y preceden a la Organización Mundial de Comercio (Entrarían en vigor el 1 de enero de 1995).

April 15, 2007   Comments Off on Las Hurdes

Visita relámpago a Cluj-Napoca

Corría el fin de semana del 15 al 17 de septiembre de 2006. Mi estancia en Rumanía llegaba a su fin. Tantos planes, tantas aventuras vividas… y tantas otras por vivir, que quedarían en el tintero, ese lugar del que ya nunca saldrían. O sí…

Decidido a conocer el noroeste rumano, me encomendé al poco dinero que me quedaba (y a algún que otro préstamo, que todo hay que decirlo) a mi ánimo de aventuras y al poco tiempo libre por delante, y decidí dedicar el fin de semana a conocer Cluj-Napoca, ciudad representativa de aquella zona del país, junto con Timisoara.

Lo que en principio iba a ser un plan de viernes a domingo se convirtió en una visita relámpago de casi 24 horas, desde las 23:00 del sábado a las 22:00 del domingo, aproximadamente. El tiempo que ha pasado desde entonces, casi 6 meses (6 meses!!) ya, ha hecho mella en mi memoria, y algunos detalles han desaparecido por completo. El motivo del cambio de planes fue la visita de los becarios de Ankara, Desmond y Belén, y algún que otro amigo suyo. Preferí compartir con ellos la noche del viernes y negarme un día más en Cluj. No fue una mala elección.

Tras un viaje en tren de unas 7 horas, durante la noche del sábado al domingo (16-17 de septiembre de 2006), arribé a mi destino sobre las 6:00. Un poco de historia, extraída de Wikipedia:

La ciudad está localizada en el sitio de un establecimiento antiguo daco, Napoca, de que los romanos hicieron una colonia. Colonizado por magiares y széklers, con la llegada de los sajones en 1178 recibió su nombre alemán de Klausenburg, de la vieja palabra Klause, significando el paso de la montaña. Sin embargo, entre 1545 y 1570 una gran cantidad de los sajones, que eran de confesión luterana, salió de la ciudad debido a la introducción de la doctrina unitaria. El primer periódico húngaro apareció en Cluj-Napoca en 1791, mientras que en 1792 fue establecida la primera compañía de teatro húngara. En 1798 la ciudad en gran parte fue destruida por el fuego. A partir de 1830 hasta 1848, como capital de Transilvania y sede de las dietas de Transilvania, la ciudad se convirtió en el centro del movimiento nacional húngaro del principado; en diciembre de 1848, durante la rebelión húngara contra los austríacos, fue tomada y protegida por los húngaros bajo el mando del general polaco Bem. Desde la formación del estado de Rumania en 1918 y a causa de los esfuerzos nacionalistas del gobierno de Bucarest contra la mayoría de lengua y cultura húngaras, Cluj se ha convertido en una ciudad de mayoría rumana y centro cultural, educativo y económico del país transilvano.

Como vemos, se trata de una ciudad con una amplia tradición húngara. Ha pertenecido gran parte de su historia moderna a Hungría, y sólo los eventuales tratados derivados de las sucesivas guerras del siglo XX en la zona han derivado en su pertenencia a Rumanía.

Un sitio interesante para visitar sobre Cluj-Napoca.

Lo cierto es que mi desazón fue grande al salir de la estación de tren, después de no haber podido pegar ojo en toda la noche, y comprobar que distaba una media hora andando del centro de la ciudad. Poco duraron la duda y la pereza, y haciendo de tripas corazón, me encaminé hacia el mismo, con la inestimable ayuda de mi ya gastada a esas alturas Lonely Planet de Rumanía y protegiéndome del frío lo mejor posible tras mi abrigo del Penny´s dublinense.

Tras el “extravío forzoso” de mi cámara de fotos digital Pentax, allá por enero de 2006 en Budapest, la mayoría de las fotos que habéis podido ver en este blog han sido tomadas con cámaras de amigos o con la de mi móvil, un Samsung ZV10. Las de este viaje, en concreto, deben su existencia a éste último.

Conforme la aurora, “la de los dedos de rosa” en palabras de Homero, iba dejando paso al astro rey, llegaban mis plantas a la piata Unirii, o plaza de la Unión. Casi toda ciudad rumana que se precie tiene una plaza que recibe tal nombre. Y es que, ya se sabe, la primera condición indispensable para la cohesión de un país es que desde sus instituciones se fomente la misma. Ya se encargarán los ciudadanos de abrazarla o renegar de ella. En eso Rumanía está muy por delante del país de la piel de toro.

En la piata Unirii, lo primero que llama la atención es una magnífica iglesia católica, la más grande de Rumanía, que data del siglo XIV: la iglesia de san Miguel (RO; EN).

No es muy común tropezarse con iglesias así en Rumanía. La inmensa mayoría de la población es cristiana ortodoxa rumana, y esto tiene fiel reflejo en cuanto a número de templos.

Pero se deja notar la gran influencia que las décadas de pertenencia a Hungría han dejado en esta ciudad. Por más que algún alcalde rumano se obstinase en hacerla olvidar, por ejemplo, haciendo pintar hasta las papeleras con los colores de Rumanía, o tapando la leyenda que reza a los pies de la estatua de un rey húngaro que nació en Cluj por otra “políticamente correcta”.

Este rey húngaro se llamó Matías Corvino, y merece la pena un repaso rápido a su biografía. Entre otras cosas, fue el hombre que sometió a “arresto domiciliario” a Vlad Tepes, aka Drácula, por pensar (erróneamente) que se iba a aliar con los turcos en su contra. Extraído de Wikipedia:

Durante su reinado, Hungría llegó a tener el mayor territorio de su historia ya que además del citado país se le sumaban Dalmacia, Bulgaria, Polonia y el sudeste de Alemania. Incluso quiso crear un imperio tan grande como el otomano y para ello conquistó el oeste de Austria (con la capital, Viena, ciudad donde residió frecuentemente), en su guerra con el aspirante Federico III y obtuvo Moravia Silesia, Lusacia (Tratado de Olomouc en 1478).

Un figura, el tal Matías. Se entiende el por qué desde las instituciones rumanas se ha tratado de ningunearlo. Tener una estatua del rey más laureado de la historia de Hungría, frente a la iglesia católica más grande del país (iglesia católica = húngaros para muchos de los rumanos), en la piata Unirii de una de sus ciudades más pujantes…

No es raro encontrar otros lugares de Cluj-Napoca que se esfuerzan en contrarrestar esa influencia de símbolos húngaros.

De hecho, el mismo nombre de la ciudad, Cluj-Napoca, con el que se quiere hacer referencia al asentamiento romano que tuvo lugar en aquellos lares, quiere hacer patentes los lazos de la ciudad con la prehistoria de Rumanía, que los rumanos unen inexorablemente a la presencia de las legiones romanas de Trajano y Adriano, por este orden, en la otrora Dacia.

Sin ir más lejos, la siguiente imagen es de un capitán de Mihai Viteazu, quemado por los nobles húngaros que habitaron Cluj en el siglo XVI.

Los habitantes de Cluj del siglo XX quieren reparar la afrenta que supuso su conversión en cenizas. Luego dirán que tiempos pasados fueron mejores…

Por su parte, Mihai Viteazu fue el primer líder “rumano”, propiamente dicho, pues fue el primero que gobernó simultáneamente sobre los principados de Valaquia, Transilvania y Moldavia. Este territorio es el germen del actual estado de Rumanía.

Paseando por cualquier calle rumana, te encuentras cosas como ésta.

Atención! Perro peligroso.

También te puedes encontrar con alguna iglesia de culto reformista rumano. Atención. Un culto que agrupa al 3.7 % de los rumanos, en datos de Wikipedia, y que se divide en 2 arzobispados.

Frente a la iglesia citada, pude admirar esta estatua de san Jorge. Curiosa su historia, os animo a leerla.

Ya el sol ascendía sin titubeos por un cielo azul resplandeciente, cuando llegué al jardín botánico de Cluj-Napoca, o, como diría un rumano, a la “gradina botanica”. No he podido resistir la tentación de compartir algo de mis vastos conocimientos del rumano, ya que me encanta como suena esa palabra. Gradina… no es tan sonora como otras, pero a mi me gusta.

Antes de llegar ya había leído sobre la fama del jardín botánico de Cluj, pero ciertamente, y obviando el hecho de que ni soy biólogo ni mis conocimientos en la materia se eleven apenas un palmo del suelo, debo decir que no la tiene mal ganada.

Cuenta con algunos invernaderos dignos de visitar, tanto por la temperatura tropical que se puede disfrutar en su interior, como por la cantidad de especies vegetales exóticas que se contemplan en ellos. Asimismo, su gran superficie exterior se ve adornada por un refrescante arroyo y una preciosa recreación de un jardín japonés. Desconozco su aproximación a la realidad del jardín japonés medio, pero dan ganas de sentarse y reflexionar un rato al pasear por él.

Desde que visité el cementerio de Sighisoara, tengo por costumbre, si la agenda y el clima tienen clemencia, dar largos paseos por los camposantos de las ciudades que visito. El de Cluj no fue una excepción.

Allí encontré la tumba de Emil G. Racovita.

También la de un tal George Muresan. Que bien podría ser abuelo o padre de otro tal Muresan, que seguro que os suena a más de uno, verdad?. Podéis comprobar que nació en Cluj.

Por otra parte, aquí os dejo una imagen que me encantó encontrarme por el cementerio.

Antes de volver a encaminarme a la piata Unirii, cerca de la cual comí y bebí abundantemente, visité un monumento a la resistencia anticomunista en Rumanía. Las imágenes hablan por si solas.

Me resulta curioso que esté coronado con una cruz. Habría que preguntarse cuál fue la actitud de la iglesia ortodoxa rumana durante la época comunista en Rumanía, y cuánto tuvo de resistencia. Lo veremos en algún post posterior, concretamente en el que os hablaré de la visita que hicimos Óscar y yo a la preciosa región de Maramures, durante la que pudimos disfrutar de Rumanía en estado puro.

March 8, 2007   8 comentarios

Una boda rumana

Uno de los acontecimientos de mi estancia en Rumanía que con más cariño recordaré será, sin duda alguna, la boda de nuestra compañera en la oficómica (te lo tomo prestado, Ale) Adriana y su actual marido, George.

Porque si ya es excitante asistir a una boda, en previsión de mover el bigote en abundancia, y siempre que no sea la de uno, no lo es menos si el enlace se produce en un país diferente, con el cambio cultural que eso conlleva.

Y si fuerte puede ser el cambio entre una boda rumana y otra española, se puede asumir que entre una boda rumana en Bucarest y otra en el campo no le va muy a la zaga. Nosotros tuvimos la gran suerte de estar en una boda rumana totalmente campestre.

Tras tomar un maxitaxi (fletado por los novios) en la bucarestina piata Obor, y dormitar durante el largo periplo camino de un pueblo entre Pitesti y Ploiesti (no recuerdo el nombre), arribamos al lugar de celebración del convite nupcial.

Lo primero que llama la atención: la boda no empieza en la iglesia. Empieza en casa de la novia, donde se dan cita todos los invitados, incluyendo padrinos y el resto del staff. Seguidamente, la novia y el novio salen juntos de la casa, reciben las bendiciones y parabienes de los invitados y realizan un par de bailes y ceremonias muy entretenidos, con donaciones por parte de los presentes.

En comitiva se marcha hacia la iglesia (ortodoxa rumana) mientras todo el pueblo se echa a las puertas de sus casas. Algunos se incorporan ya al cortejo. Otros lo harán tras la ceremonia religiosa. Pero todos moverán el bigote: todo el pueblo está invitado.

En la iglesia, más sorpresas. Nadie se sienta. Casi hora y media de pie. El calor se hace casi insoportable. Y eso para mi. No quiero ni pensar en Adriana y George, el calor que tuvieron que pasar. El curo ni lee ni canta, recita. Si cierras los ojos y tratas de no traducir nada de lo poco que tu exigüe rumano te permite, Banyú, podrías creerte escuchando un muecín cualquiera desde cualquier minarete de cualquier mezquita. Los abres.

La poca luz solar que se filtra entre las estrechas y alargadas ventanas apenas sirve para alumbrar algo más que los cirios y bombillas amarillas del interior abovedado de la iglesia. Una corona para los novios, un ritual extraño, besos a un gran libro (¿la Biblia?), ahora beben del vino, ahora comen del pan, de qué manera, ahora vuelven a besar el libro… no lo recuerdo con detalle, pero fue bastante novedoso para mi.

Al final, vuelta a casa, otra vez andando. Ahora sí que se apunta todo el pueblo. Los que no se terminan de decidir, lo hacen después de darle un par de tragos a la tuica que George va ofreciendo a todos y cada uno de los vecinos que se encuentra. Curioso.

En la casa, varias mesas alargadas colocadas en paralelo bajo una previsora carpa se disponen a recibir a los casi trescientos invitados (básicamente todo el pueblo). En un extremo, otra mesa, perpendicular a las anteriores, preside la celebración. Allí se dirigen los novios. La música comienza a sonar. La tarde empieza a suspirar moribunda. La luna hace acto de presencia en el despejado cielo de agosto (¿no he dicho que fue en agosto?).

La costumbre rumana a la hora de comer, beber y bailar en las grandes celebraciones es bastante curiosa, y bajo mi punto de vista, mucho más práctica y entretenida. ¿Qué se hace?. Muy sencillo, se sirve el primer plato o los entrantes. Se come. Se baila, se bebe. Se baila, se bebe. Se baila, se bebe… y así hasta por hora y media o dos horas. Se sirve el segundo plato. Se baila, se bebe. Se baila, se bebe. Se baila, se bebe… y de nuevo por espacio de hora y media o dos horas. Luego el postre. Y así, tras cinco horas, ya se pueden ir los gorrones que sólo querían cenar. No, ya en serio, creo que este sistema fomenta muchísimo más la convivencia y la conversación entre invitados de distintas mesas, además de que permite beber de forma mucho más saludable, sin dejar de comer en prácticamente toda la noche.

Al final, entre pitos, flautas, bailes y vinos la noche se nos fue diluyendo en un conglomerado de risas, olores, mareos y fantasía.

En la vuelta a Bucarest, el toque frikie, paramos en Petresti, el pueblo del que era oriunda Elena Ceausescu. Mia no fue la idea, pero lo cierto es que tuvo su no sé qué el momento.

Muchas gracias Adriana y George, por la invitación y la magnífica noche que pasamos. Por cierto, me ha hecho mucha ilusión volveros a ver esta semana pasada, durante la fugaz visita que hice a Bucarest.

February 19, 2007   18 comentarios

Conociendo Austria (…y tercera parte)

Encontramos esta magnífica catarata (no se aprecian bien sus dimensiones por la ausencia de referencias en la foto, pero su vista era majestuosa en su lejanía) cerca del Valle de Stubai.

Por fin llegamos. Gracias al lobo. Pequeñito, manejable y con garra.

Ésta no es de las mejores fotos que echamos en esos días. Aunque pudiera parecerlo.

Ésta tampoco.

Lo cierto es que entre montaña y montaña, aparcábamos el coche. Y en una de esas, nos pegamos el gran pateo, al menos el segundo más grande. El primero nos lo dimos el día siguiente. Qué menos que tomar un buen refrigerio para bajar el sofocón y el pulso.

Gran gastronomía la de aquellos lares. Este pastel ha sido una de las pocas viandas que me he podido llevar a la boca con algo de mermelada. La textura y el sabor de la masa lo merecían, así como el calorcito con el que fue servido… mmm… aún puedo olerlo.

Al día siguiente se acabó la broma. Subimos en telecabina a casi tres mil metros de altura y anduvimos hasta estar a más de tres mil quinientos.

Fue una experiencia agotadora y relajante a la vez, de esas que cansan el cuerpo, pero te dan como una especia de tranquilidad interior, ayudándote a relativizar los “dramas” del día a día.

A decir verdad yo en ese momento no podía ni pensar, tenía suficiente con no permitir a mi corazón que saliese por mi boca.

Es curiosa la costumbre de los austriacos de poner una gran cruz de madera en la cima de cada montaña, o casi. Hay quien le gustaría ver una media luna, pero va a ser que no. A Viena no llegó a entrar el Imperio Otomano, lástima.

Ciertamente, la sensación de estar sólo en el mundo no te abandona cuando caminas por estos lares, a pesar de la presencia de algún que otro turista accidental…

Y no puedes dejar de apreciar detalles que en cualquier jardín de cualquier gran ciudad aparecen tan fuera de lugar.

Antes de volver al hotel para la última ducha y cena previa al viaje de vuelta a Viena, nos dimos un baño en un lago entre las montañas. En la siguiente foto podéis ver a Mirja. Yo, tras hacer ésta y otras fotos me introduje en el agua picado por la belleza del lugar. Pudo ser lo último que hice. El frío era tan intenso que si no nadaba con todas mis fuerzas no sentía nada. Cuando ya no pude nadar más, pues casi desfallecía, salí como pude del agua, y me tumbé sobre una hamaca de madera aneja. Un mareo muy intenso, temblores por todo el cuerpo y una taquicardia que hacía que me asustase al mirarme el pecho del movimiento que en él observaba fueron los síntomas que me hicieron pensar que podía estar sufriendo algo parecido a un corte de digestión. La sensación de frío era muy intensa y no me abandonaba. Y el mareo tampoco. Pasados unos veinte o treinta minutos el pulso se fue normalizando, y las montañas dejaron de dar vueltas en torno a mi. Fui recuperando algo de movilidad en las extremidades y las naúseas dijeron adiós.

El resto del camino no pude dejar de pensar en lo poca cosa que somos…

Escuchando: Silencio.
Santoral: Leoncio.
Cumpleaños: Caro.
Efemérides:
587 – Recaredo, rey visigodo hispánico, declara su adhesión y la de su familia a la fe católica.
1532 – Una real cédula firmada en Sevilla prohíbe marcar a los indios con hierros candentes.
1750 – Se firma el Tratado de Límites, que anula el de Tordesillas, por el que se soluciona el problema con Portugal sobre los territorios en América.
1776 – George Washington, al frente de sus tropas, entra triunfante en Nueva York.
1787 – Se revocan en Austria las últimas leyes en contra de la brujería.
1874 – Termina la insurrección cantonalista de Cartagena ante el bloqueo por mar y tierra de las fuerzas gubernamentales.
1888 – Alexander Graham Bell funda la National Geographic Society. Se inicia la publicación de la revista National Geographic en inglés.
1935 – El estado de Sarre, en referéndum, decide reincorporarse a Alemania.
1936 – El poeta español Miguel Hernández publica El rayo que no cesa.
1964 – Fidel Castro efectúa un viaje sorpresa a la URSS.
1969 – Los Beatles lanzan el album Yellow Submarine.
1991 – El ejército soviético ataca el edificio de Radio y Televisión Lituana en Vilna.
2001 – El Salvador: un terremoto de 7,6 grados en la escala de Ritcher produce cerca de 1.150 muertos y pérdidas económicas calculadas en 3.000 millones de dólares.

January 13, 2007   Comments Off on Conociendo Austria (…y tercera parte)

Conociendo Austria (segunda parte…)

Teníamos que abandonar Saint Gilgen. La relajación estaba haciendo de nosotros presas fáciles, pues no es fácil abandonar un lugar que hace soñar. Sus casas, sus calles, su iglesia, su silencio y tranquilidad, sus gentes… hacen de este pueblo un sitio ideal para perderse y simplemente, vivir, ser… claramente, había que irse.

En el primer sitio en el que paramos nos atendió una camarera como la que ven sobre estas líneas. Sí, quién me iba a decir a mi que la esclavitud infantil existía en el corazón de la Europa más rancia. Bromas aparte, casi sin querer y buscando algo con lo que saciar nuestros horadados estómagos, aparcamos el coche junto a lo que parecía ser la feria de otro pueblo de los alrededores.

 

Mirja no podía dejar de dar muestras de su indignación al recordar que esa estampa es la que la gente que no ha pisado Alemania tiene de su país. Lo pasamos bien, las cosas como son; pero confundir costumbres de una región con las del resto del país tiene que ser engorroso para los que lo viven. Sería como asociar España a un traje de flamenco y una peineta, qué error (y mira que soy sevillano)… ejem, ejem. Ojalá todo el mundo supiera pasárselo tan bien como los bávaros y los andaluces. Ojalá los andaluces tuvieran Andalucía como los bávaros tienen Bavaria.

 

Poco después (exactamente unas salchichorras y cervecitas después, amén de su kilometraje correspondiente) llegamos a Salzburgo, esta sí, la patria chica de Mozart. El pijikiosco de venta que podéis ver arriba se encuentra ubicado en esta ciudad. Fronteriza con Alemania, se encuentra a los pies de los Alpes (al norte de los mismos).

Cuenta con un centro histórico denominado “la ciudad vieja” (Die Altstadt), en el que se encuentra la gran mayoría del atractivo turístico de Salzburgo. La música clásica y el ballet se han hecho fuertes aquí.

Las fotos que podéis disfrutar junto a estas líneas están tomadas en su magnífica catedral, edificada sobre un antiguo lugar de sacrificios de celtas y romanos.

Pasear por sus calles es no salir de un contínuo asombro, al doblar una esquina, darse la vuelta y advertir un detalle que había pasado inadvertido, captar una instantánea…

De visita obligada es la estatua de la ciudad a su hijo más predilecto.

¿Alguien sabe jugar al Skat, por curiosidad?

 

En cualquier caso, tras un largo paseo, degustar algún heladito (increíblemente baratos allí), y conversar sobre lo pequeño y grande que es el mundo a la vez, nos dirigimos a Innsbruck.

Y, de allí… al Valle del Stubai… por el camino hicimos alguna que otra parada:

 

December 2, 2006   Comments Off on Conociendo Austria (segunda parte…)