En Sanfermines (y tercera parte)
… y después de 45 minutos (no es una exageración, fue la dura realidad) dando vueltas, conseguà aparcar el coche, en curva pero en todo el centro de Pamplona (calle Amaya, o Amaia Kalea). Pues bien, salà del coche y la primera sensación extraña que tuve fue la de andar sólo rodeado de miles de personas que reÃan, cantaban, bailaban… y todos en grupo. Me paré a buscar alguien que fuera sólo y no encontré nadie. Sólo yo. Triste, la verdad. Asà pues, me puse a llamar a unos cuantos, para restregarles que estaba en Sanfermines y ellos no. Ya que no lo pasas bien, haz creer a la gente que sÃ. Fui a una plaza bastante importante, con un “kiosco” en el centro en el que habÃa una agrupación municipal interpretando música tÃpica navarra. Autóctonos y yankis bailaban formando una mezcolanza bastante parecida a la que se puede ver en una caseta en plena feria de abril. Montones de basura era arrinconados, pero a duras penas se podÃa mantener medianamente limpio el pavimento. Un señor ya entrado en años, disfrazado de Maradona y con un balón del Plus (casi casi) hacÃa Ãmprobos esfuerzos para mantenerlo en el aire ante la divertida mirada de quienes por allà pasaban. Era un espectáculo un tanto patético, pero servÃa para dar una nota de color más a la marea humana. No pude resistir la tentación y tuve que comprar un pañuelo rojo. Pero cuando fui a ponérmelo me sorprendà mirando a todo el mundo para ver cómo lo llevaban exactamente. En estas andaba yo cuando un señor me vio y me ofreció su ayuda. Formaba parte de un grupo de matrimonios (de los de toda la vida), y me preguntó por mi procedencia mientras decidÃa el número de nudos que le hacÃa al pañuelo. Concluyó que allà en Pamplona eran necesarios dos, no creÃa que nadie intentara quitármelo. A esta altura de reflexión estaba cuando pronuncié la respuesta a su pregunta: “De Sevilla”. Y su réplica me dio ganas de meterle el pañuelo en la boca: “Si estuviéramos allà tendrÃa que hacerte 7 u 8 ¿no?”. No deja de ser grosera una afirmación asÃ, además de injusta. He de decir que en 24 ferias de abril que llevo nadie nunca me ha robado nada, al menos que yo recuerde, ni lo ha intentado. Pues bien, una noche en Sanfermines me sirvió para darme cuenta de cómo alguien intentaba abrir mi riñonera, mientras bailaba con unas amigas y la tenÃa cruzada a la espalda. Para ser justo debo aclarar que la persona en cuestión tampoco era Pamplonica, a todas luces. Pero la imagen que tiene la gente de Sevilla llama cuando menos la atención. Al menos me di cuenta a tiempo y al pobre infeliz no le quedó otro remedio que irse silbando cual angelito en mañana de domingo. Qué cara hay que tener. Esto fue horas después del incidente del pañuelo. Ya habÃa quedado con Myriam y las amigas, habÃa asistido a los fuegos artificiales (los mejores que he visto nunca con diferencia), y habÃamos estado bebiendo calimocho por las calles de Pamplona. El resto de la noche la recuerdo difusa, no por el alcohol (no bebà gran cosa) sino porque tengo muchas imágenes, personas y lugares agitados en mi mente y no soy capaz de poner mucho orden. Entre las cosas a reseñar fue la calidez que mostraba la gente al decir que era del Sevilla (a raiz del “hermanamiento” Biris Norte – Indar Gorri de hace unos años): Conocà a dos de los integrantes de esta peña ultra de Osasuna, uno de los dos baterÃa de un grupo llamado Marea. Lo cito aquà porque él insistió mucho en este detalle, haciéndome ver que pronto sonarÃan a nivel nacional. A saber. Agradecer también a Myriam y su amiga Teresa lo bien que se portaron conmigo, y a MarÃa San Gil y Ainhoa su paciencia explicándome los pormenores de la fiesta. A las 7:30 ya todas se habÃan ido y sólo quedaba el de siempre. A las 8:00 comenzaba el encierro. SabÃa que a las 12:00 estarÃa abandonando el hostal en dirección Salamanca. No podÃa irme todavÃa a dormir. TenÃa que asistir al encierro. En la calle, si no corres casi no se puede ver, porque los guiris se pegan desde las 6 de la mañana guardando los pocos sitios desde los que se ve algo (“gracias” al vallado doble). Asà pues, sólo tenÃa dos opciones, o correr o pagar 5,5 € para verlo llegar dentro de la plaza (la mañana del dÃa 7 y el fin de semana no es gratuito). No voy a decir que no me diera miedo, pero la principal razón de escoger la segunda opción fue que le habÃa prometido a Maca que no iba a correr (sÃ, ya, claro…). La cuestión, que sobre las 8:05 y después de aguardar 5 largos minutos, los toros hicieron su aparición en la plaza. Y menos mal que no estaba bostezando en ese momento, porque si no es que ni los hubiera visto. Rápidamente fueron conducidos al corral. Poco a poco el ruedo se fue llenando con los corredores de ese primer encierro de San FermÃn 2005, con caras alegres pero fatigadas, seguramente porque habrÃa más de uno sin dormir y por la tensión vivida, más que por la longitud del camino. Como curiosidad reseñar que hay gente que entra “a correr”, pero lo que hacen es irse a la puerta de la plaza, de manera que cuando en el otro extremo del recorrido salen los toros en dirección a ese lugar, y las puertas de la plaza se abren para recibirlos, los que estaban allà esperando entran en la plaza, libres de todo peligro, y gratis pueden ver lo que yo vi. Novatada. En cualquier caso no es algo que piense hacer en un futuro próximo, habida cuenta del recibimiento que a estos personajes se les dio por parte del público que abarrotaba las gradas, entre los que me contaba. “Cobarderl” fue lo mÃnimo que se les dijo. Tras la entrada en el corral de los toros, se saca unas vaquillas para que los mozos las esquiven y el público se divierta viendo los revolcones que algunos se llevan. Las gafas de sol que llevaba en la riñonera y un paquete de pipas de 5 duros (perdón, X céntimos) fueron mi atrezzo durante tan agradable rato. Terminado, regresé al coche sin mayores problemas y al hostal, en el que dormà por espacio de hora y media antes de reemprender la marcha en dirección Salamanca. Pero eso ya es otra historia, y como tal debe ser contada en otro post…
July 20, 2005 Comments Off on En Sanfermines (y tercera parte)