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Odisea en Transnistria (tercera parte…)


(volver a la segunda parte)

TIRASPOL

Volvimos al autobús para recorrer los 15 km que quedaban hasta Tiraspol. Atravesamos la ciudad fronteriza de Bender, ciudad mártir de la guerra moldavo-transnistria del 94. Ciudad desolada. Pasamos junto a la fortaleza turca del siglo XVIII, ocupada hoy día por las fuerzas del ejército ruso y cruzamos el estratégico puente sobre el río Dniester, defendido por unas cuantas piezas de artillería no demasiado bien camufladas.

Llegando a Tiraspol está el sorprendente estadio de fútbol del equipo de la ciudad, el FC Sheriff. Las lujosas instalaciones en el lugar más pobre y remoto de Europa eran una imagen casi onírica. Qién sabe si el tráfico internacional de armas ha financiado la construcción del estadio, como insinúan los detractores de la república rebelde.

Estadio Sheriff de Tiraspol. 5 estrellas UEFA

En la estación de autobuses nuestros compañeros de viaje se bajaron y desaparecieron rápidamente de nuestra vista. El chófer y la pelirroja se quedaron junto al autobús, mirándonos, a ver qué hacíamos. Nuestra prioridad inmediata era averiguar la hora del último bus para Chisinau, así que, tras consultar con la Pelirroja y ofrecerle un cigarrillo de los de Adrián en muestra de agradecimiento a todos sus servicios (cigarrillo que ella rechazó cortésmente), llegamos al despacho de billetes, una sala nueva y limpia con su flamante mapa de Transnistria como orgullosa decoración. El último autobús salía a las 19:00 horas; teníamos unas 4 horas para visitar la ciudad.

Cambiamos unos lei moldavos por rublos transnistrios y cogimos la Avenida Lenin en dirección al centro. Los más frikis del grupo (Adrián y yo) disfrutamos de manera enfermiza fotografiándonos con símbolos tan anacrónicas como hoces y martillos y efigies Lenin.

Nos habíamos planteado tratar de pasar desapercibidos, mezclarnos con el pueblo transnistrio, pero rápidamente nos dimos cuenta de que era una idea descabellada. Es imposible confundir a tres morenos con cara de despistados haciendo fotos como locos, uno de los cuales llevaba una mochila y la guía Lonely Planet en la mano, con el ciudadano tiraspolense medio. Llevábamos el estigma de guiri en nuestra frente (lo que no impidió que Adrián, que estaba bastante bien caracterizado, disfrutase cada minuto que duró su papel de transnistrio).

La transfiguración de Adrián Muriel

En la calle 25 de octubre con Lenin tuvimos un encuentro desagradable. Un hombre se precipitó hacia nosotros, desde el otro lado de la calle, con la intención aparente de preguntarnos la hora. Tras observarnos de cerca mientras le respondíamos, desapareció por una callejuela, sospechosamente en la misma dirección por la que había venido. En un pseudoestado policial como Transnistria, donde hasta los teléfonos públicos te dan línea directa con la milicia, este hombre no podía ser otra cosa que un informador o espía. Desde ese momento tuvimos la sospecha, tal vez infundada, de que nos estaban siguiendo.

No muy lejos de allí nos sentamos a comer en una agradable terraza. Mientras esperábamos la comida, observamos a la gente. Había grupos de chavales hablando entre ellos, algunas familias se sentaban en un banco para beber unas cervezas a la sombra, otros paseaban. Apenas había coches en la calle y la sensación general era de una ciudad plácida y tranquila.

Después de comer paseamos por una especie de mercadillo cutre, en el que no vendían ningún souvenir que valiese la pena; compramos unas botellas de brandy, Adrián se llevó una taza fea y nos fuimos. Junto con los pocos rublos transnistrios que trajimos de vuelta, fueron los únicos recuerdos físicos que nos llevamos del país.

De vuelta a la calle 25 de octubre, pasamos delante de varias tiendas de juguetes, que en una grotesca ironía sólo vendían pistolas de agua y armas de juguete. Muy siniestro.

Juguetería transnistria

En Correos nos detuvimos a cambiar dinero. El cajero mataba el tiempo charlando con un amigo, pues, ¿quién cambia dinero en Tiraspol un domingo? Sergio y yo cambiamos 20 €, y cuando Adrián iba a cambiar otros 20 € el cajero cerró la ventanilla, dejando a Adrián con un palmo de narices, y a su amigo totalmente colgado. Adrián lanzó al amigo del cajero una mirada desesperada, en busca de una explicación a lo que había pasado; éste golpeó tranquilamente la ventanilla y llamó “Igor, Igor!”. El cajero Igor abrió con cara de mala leche y miró primero a su amigo y después a Adrián. El billete de 20 € le dejó impresionado. Dijo que no quedaban más rublos transnistrios. Habíamos hecho saltar la banca con 40 €. Ante nuestra insistencia, el cajero le cambió 10 € y cerró el chiringuito. Nosotros nos fuimos, convertidos en un trío de George Soros a escala reducida.

Detalle de cabina telefónica transnistria. Opción número 2, línea directa con la Milicia

Al final de la avenida 25 de octubre se abre un amplio espacio, donde se concentran las atracciones imprescindibles de nuestro viaje. A mano izquierda se alza imponente tanque heroico de la Segunda Guerra Mundial, justo delante del monumento a los caídos por Transnistria y por el Socialismo. A mano derecha un amplio espacio verde, presidido por la estatua ecuestre del general Suvorov (fundador de la ciudad), y más lejos la Catedral Ortodoxa. De frente, al final de la avenida 25 de octubre, se alza el Soviet Supremo de Transnistria, escoltado por la colosal estatua de Lenin, orgullosos símbolos de la libertad o de la opresión.

El tanque heroico de Tiraspol, Sergio y yo

El puente peatonal sobre el río Nistru, muy cerca del tanque, estaba ocupado por familias que paseaban plácidamente. Jugueteamos como buenos guiris en el tanque, siguiendo el inocente ejemplo de un par de niños de 13 años. Los niños se presentaron cortésmente y nos contaron que el tanque había estallado al pisar una mina durante la Segunda Guerra Mundial. Se expresaban en inglés muy correcto. Charlamos durante una buena media hora, saciando su curiosidad sobre el mundo exterior. A nuestra pregunta de si habían estado alguna vez en la República de Moldavia, nos dijeron que no, porque Transnistria es su patria.

Sus padres trabajaban en fábricas transnistrias (aunque no de armas) y los niños parecían llevar una buena vida. Presumían de sus ordenadores y les fascinaban los videojuegos. Decían que en el colegio leían la prensa extranjera y discutían sobre ella. Eran abiertos, educados y simpáticos. En el colmo de la amabilidad, sacaron unas cuantas monedas y nos las regalaron, como recuerdo. Sí, nos dieron unas moneditas unos niños que nos encontramos por la calle en el supuestamente lugar más pobre de Europa. Les correspondimos con dinero moldavo y rumano, y nos despedimos admirados de su inocencia y simpatía.

Las nuevas generaciones transnistrias

(…y cuarta parte: final)

Escuchando: “Vapensiero – Nabucco – Verdi”.
Santoral: Justo,Román.
Efemérides:
378 – Batalla de Adrianópolis (actual Edirne en Turquía) entre los visigodos y el ejército romano liderado por el emperador Valente, quién este último cae muerto en la contienda.
1173 – Se inicia la construcción de la Torre de Pisa.
1902 – Coronan el rey Eduardo VII del Reino Unido
1965 – Singapur alcanza su independecia de Malasia.
1974 – Richard Nixon abandona sus funciones en la presidencia de los Estados Unidos.

11 comments

1 edinne { 08.09.06 at 07:20 }

Bienvenido a wordpress (yo migré hace un mes o así :P).
Qué envidia (pero sana) me da ver cómo viajas. Disfruta mucho el país.

2 David { 08.09.06 at 07:49 }

Me alegra ver que los niños tienen una mente abierta y simpatica. Viaje unico sin duda.

3 Sergio { 08.09.06 at 07:50 }

Oleee ya estamos aqui!

4 Winfree { 08.09.06 at 15:47 }

Ya era hora de que esa historia saltase las fronteras de Bucuresti y fuera conocida por todo el mundo XD Estoy deseando llegar a la parte que mejor conozco, la de la vuelta 😉 Un abrazo para todos y en cuanto a tí (Banyú) espero verte pronto.

5 Strainul { 07.19.07 at 08:29 }

A esta historia, como uno de los protagonistas que fui, me gustaría añadir que creo que los niños eran parte del servicio de propaganda transnistria…

6 Banyú { 08.07.07 at 08:15 }

“éste golpeó tranquilamente la ventanilla y llamó “Igor, Igor!”. El cajero Igor abrió con cara de mala leche y”…

“…dijo: Aigor, se pronuncia Aigor…”, jajajaja:

http://fogonazos.blogspot.com/2007/07/se-dice-fronkonstin.html

7 Poly { 09.17.07 at 17:29 }

Chicos, “militsia” en ruso no significa milicia, significa policia. Corregid eso. El termino aproximado a milicia en ruso es “partisan”.

Lo siento, no me apetece escribir en cirílico.

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10 Jesus McMartin { 01.02.12 at 00:54 }

Hola chicos, despues de tantos meses quiero agradeceros esto, gracias a vostoros y al blog de otra chica he conocido esta ciudad (y el pais) y he escrito sobre ello, aquí os dejo mi crónica por si queréis leerlo.
http://www.vero4travel.com/2011/10/transnistria-el-ultimo-reducto-de-la.html

11 Odisea en Transnistria (…y cuarta parte) — Blogueo, luego existo { 06.13.12 at 17:56 }

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