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De paseos, bailoteos y anocheceres sofienses (…y segunda parte)

Justo enfrente, podemos ver uno de los edificios de la Universidad de Sofía, quizás el más emblemático:

También hay que hacer una puntualización, y es que en Sofía hay 16 universidades distintas. Llegados a este punto, sabía que no estábamos lejos de una de las principales atracciones turísticas de la ciudad, la catedral de Alexander Nevski. No obstante, tuvimos que hacer una parada para descansar y preguntar a los transeuntes sobre la ubicación del citado monumento.

Tras unos minutos siguiendo las indicaciones que se nos dieron, la vimos…

La verdad es que impresiona desde fuera, pero lo verdaderamente sorprendente está dentro. A priori se podría pensar que es la típica construcción a la que se le ha dado mucha importancia su grandeza y majestuosidad externas para luego no ofrecer nada interesante en su interior. Nada más lejos de la realidad.

Citando a Wikipedia: “es una obra en honor a los rusos caídos por la liberación de Bulgaria del Imperio Turco 18771878. Es la mejor representación de la construcción ortodoxa en el mundo, reconocida por su arquitectura, frescos, dimensiones. Mide 72 metros de largo y 42 metros de ancho y 52 metros de alto, tiene un area de 3170 m² y tiene capacidad para 5.000 personas”.

Y sigue, sobre su interior: “Es una de las mayores catedrales cristianas ortodoxas del mundo y en su cripta se encuentra una galería de arte antiguo búlgaro y renecentista del período IV d.c. – XIX d.c. compuesto por iconos antiguos. Esta galería posee una de las mayores y mejores colecciones de iconos(frescos) ortodoxos en el mundo. La iglesia fue proclamada monumento de la cultura en 1924“.

Seguimos paseando por la ciudad. El sol estaba en todo lo alto, y cada vez teníamos más la sensación de que nuestra jornada turística estaba llegando a su fin. Aún así, estuvimos a punto de entrar en el Museo Arqueológico, cuya entrada se puede apreciar claramente en la siguiente imagen:

Entre pitos y flautas, se nos hizo la hora de cenar, actividad que realizamos en un restaurante armenio muy cercano al parlamento y a la catedral de Alexander Nevski: Egur, Egur. Muy recomendable. Comida riquísima a precios asequibles.

Tras la cena, quedamos con el resto de la comunidad becaria sofiense y nos fuimos a un par garitos a tomar unas copas. Sólo recuerdo el nombre del segundo, muy apropiado: Alcohol.

Hacía tiempo que no bailaba tanto, la verdad. Fue una noche de esas en las que todo se une. La compañía perfecta, la música adecuada, el ambientillo febril, hasta crees que estás bailando bien y que tienes algo de ritmo. Nos pudimos reir…

En un momento determinado de la noche, nos volvimos a quedar sólos Mirja y yo, con lo que decidimos que nuestra experiencia de la noche búlgara estaba llegando a su fin.

El domingo amaneció mejor que el sábado. Nada de lluvia ni de fresquete. Por el contrario, el naranja había tomado las calles. Nos encontramos desbordados.

El día no dio para mucho más. Algún paseo por la calle Vitosha, y luego para el aeropuerto, donde Mirja tenía que tomar su vuelo. Luego, ya sólo, me dirigí a la estación de tren, donde esperaba la cadena de vagones que me llevaría de vuelta a mi queridísima Bucarest.

Recuerdo el viaje de vuelta de forma neblinosa. Dormí desde las 19:30, hora en que subí al tren, hasta las 7:30, hora en que lo abandoné en Bucarest. Me desperté apenas unos instantes, un par de veces, sólo para rememorar momentos vividos los tres días anteriores y sonreir. Entretanto, el violento y monótono golpear de las gotas de lluvia producto de una inesperada tormenta nocturna ponían banda sonora a esa sucesión de imágenes. Mi compi de departamento, israelí, dormía placenteramente sin hacer el menor ruido.

Escuchando: “Prometeo – Extremoduro”.
Santoral: Simeón de Rojas.
Cumpleaños: Antonio Montalbán (mañana 2 de septiembre).
Efemérides:
1513 – Vasco Núñez de Balboa sale al frente de una expedición de Santa María de la Antigua. Descubrió el Mar del Sur, posteriormente llamado Océano Pacífico.
1878 – Estados Unidos, empieza a trabajar Emma Nutt en Boston, la primer mujer operadora telefónica.
1904 – Fundación del Estado del Líbano.
1923 – Japón, un terrible terremoto devasta Tokyo y mata a 140.000 personas.
1939 – Alemania invade Polonia, empieza la II Guerra Mundial.
1969 – Muamar Gadafi sube al poder en Libia.
1983 – cazas soviéticos derriban por error un avión comercial surcoreano con 269 pasajeros.
1986 – se hunde en el Mar Negro el buque soviético “Almirante Najimov” al chocar contra un carguero.
1991 – Líbano y Siria firman un pacto de defensa y seguridad ante cualquier ataque israelí.

September 1, 2006   Comments Off on De paseos, bailoteos y anocheceres sofienses (…y segunda parte)