Acabo de hablar con mi madre, cuyo nombre es Virginia, sobre su receta de la paella. Alguna vez la he visto hacerla, pero como olvidaba los detalles, la he tenido que llamar para recordarlos. Antes de colgar, me ha dicho “¡buen provecho!”, y le he tenido que confesar que no es para hacerlo ahora, sino para bloguearla. Me ha preguntado que si estoy poniendo que son sus recetas, las recetas de Villú. Así que conviene una pequeña aclaración al respecto, ya que corro el riesgo de que penséis que en mi casa tenemos cierta tendencia a los nombres extraños (Villú, Banyú, etc…). El mote de Villú (que es como ella lo escribe) viene del cariñoso apelativo que le puso a mi madre un tío suyo que había vivido parte de su vida en Francia. Él, observando las mil y una cualidades que la adornaban y la adornan, la llamaba Bijou. Así, escribiendo el sonido tal cual ella lo oía, se quedó con Villú. Dicho esto, pasemos a la receta de hoy, por Villú: paella.

РFreir en una sart̩n u olla: ajo, cebolla, pimiento y tomate.
– A continuación, batirlo con la batidora echándole un vaso de agua (si no tienes batidora, no importa, solo tendrás que remover esquivando los pellejillos que te encuentres).
– Sobre “la plasta” resultante, por cada vaso de arroz, agregar dos vasos de agua.
– Se le agrega a continuación, los siguientes ingredientes, a gusto del consumidor:

Pollo, sofrito antes en otra sartén.

En el mismo aceite y sartén que el pollo sofríes también calamares, si te apetece; hasta que se reblandezcan.

Gambas peladas y crudas, almejas: tras abrirlas en el microondas, al máximo cinco minutos, las quitas de sus conchas.

Mejillones con concha, o tras abrirlos y sacar el bicho de forma análoga al de las almejas.

– Cuando empiece a hervir, agregar un poquito de Avecrem y colorante.
– Esperamos quince minutos, fuego medio-alto, y apagamos, dejando reposar cinco minutos.