A los que estéis en Sevilla, o en cualquier otro sitio en los que la Semana Santa significa algo más que algunos días de vacaciones aunque sólo sea para una persona, os recomiendo que, independientemente de vuestra cosmovisión o raza, tratéis de sacarle algo de jugo a estos días de asueto. Buen momento para comenzar y recomenzar en todos esos pequeños propósitos, todas esas chinas en los zapatos, que nos impiden avanzar resueltos y decididos en nuestro diario devenir. En 2006 y 2007 no pude estar en Sevilla, algo que nunca antes había dejado de hacer en estas fechas. En 2008 me desquité, asistiendo a bastantes procesiones y experimentando de nuevo viejas sensaciones, no por ello menos placenteras y reconfortantes. Este año tocará vivir estas fechas tan especiales al otro lado del charco. Con un poco de suerte, además de este fin de semana que estoy viviendo en San Blas, del Jueves Santo al Domingo de Resurrección estaremos por Nueva York. No depende de mi, pero en principio parece que así será. Intentaré sacarle el máximo partido a la experiencia, como siempre, y procuraré no olvidarme de lo más importante.

Que tengáis todos una magnífica Semana Santa, y comencéis y recomencéis sin desánimos.