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Category — Cine

Viernes, peliculita en casa: Wallace y Gromit

Hace poco el bueno de Manuel Monedo escribía sobre Wallace & Gromit en su blog. Había escuchado hablar de ellos en contadas ocasiones a lo largo de mi vida, e incluso había tenido la oportunidad de disfrutarlos en algún clip de pocos segundos, no sé si por tv o internet. Como al leer su post tenía cierto tiempo libre (¿minutos?), puse a descargar fui a alquilar lo que encontré sobre estas obras de animación británica.

Tardo en llegar al trabajo una hora en metro, y salvo en las contadas excepciones en las que vuelvo a casa con algún compañero en su coche, normalmente otra hora de vuelta no me la quita nadie. Esto tiene ciertas ventajas, muy pocas… se cuentan con los dedos de las manos en un mundo binario: la lectura y los contenidos multimedia. Tener dos horas de lunes a viernes para leer y / o ver películas es un privilegio al alcance de muy pocos, las cosas como son. Para poder ver las pelis, tuve que informarme de cómo pasarlas al iPhone.

Esta semana, sin duda, el gran descubrimiento ha sido Wallace & Gromit. La técnica es espectacular, y los guiones (sí, sí, los guiones) están muy trabajados. Los protagonistas son entrañables, y su compenetración y lealtad envidiables. Si a todo esto le sumas una banda sonora pegadiza y fácilmente reconocible, obtienes una mezcla altamente adictiva.

La lista de premios que ha recibido Aardman Animations es extensa, entre ellos un óscar por el largometraje Wallace y Gromit: la maldición de las verduras. Os dejo con un par de obras de media hora, con un letrero un tanto peñazo en mitad de la pantalla: ya sabéis lo que tenéis que hacer si la queréis ver en condiciones.

Wallace y Gromit: a close shave:

[youtube=”http://www.youtube.com/watch?v=vuGLYnhNvr”]

Wallace y Gromit: the wrong trousers:

[youtube=”http://www.youtube.com/watch?v=SCIGXXu1f0U”]

Para terminar os dejo con una pequeña anecdotilla que me ha encantado y da una idea de la repercusión de Wallace & Gromit en el Reino Unido. Extraída de la entrada en Wikipedia de la empresa que produce un tipo de queso denominado Wensleydale:

In the 1990s, sales had fallen so low that production was at risk of being suspended. However, the popular Wallace and Gromit animated shorts A Grand Day Out and A Close Shave had the main character Wallace mention Wensleydale as a particularly favourite cheese. Animator Nick Park chose it solely because it had a good name that would be interesting to animate, unaware of the company’s financial difficulties. The company contacted Aardman Animations about a licence for a special brand of “Wallace and Gromit Wensleydale”, which proved to be an enormous success. When the 2005 full-length Wallace and Gromit film, Curse of the Were-Rabbit, was released, sales of Wensleydale cheeses jumped by 23%.

January 30, 2009   6 comentarios

Viernes, peliculita en casa: Rope

Lo reconozco, la culpa de que este post vaya a ser ridículamente corto la tiene la timba de mus que acabamos de perder Desmond y yo a manos de Alberto y Landraca, durante la cual hemos disfrutado de unas pizzas y cervecitas, gracias a la hospitalidad del último de ellos.

Y yendo a lo importante, la culpa de que nadie vaya a echar de menos las valoraciones que yo pudiera hacer de esta película del año en que mi padre nació la tienen el maestro Hitchcock y ese gran invento llamado Youtube. Hasta más ver.

[youtube=”http://www.youtube.com/watch?v=aJo5ih2HkxE”]

January 23, 2009   9 comentarios

Viernes, peliculita en casa: My own worst enemy

No, no es una película. Es una serie. Fue una serie. Y en realidad no fue ni brillante, sino una fantasmada brutal, en la que un hombre de negocios vive una doble vida, siendo también un superespía de una organización ultrasecreta. Él mismo no lo sabe, pues tiene implantado un chip en el cerebro que lo desconecta de una vida y lo conecta a la otra a discreción (el superespía sí es consciente de que cuando termina con su misión duerme hasta la próxima). Lo interesante viene cuando el chip deja de funcionar correctamente y el superespía se ve obligado a vivir la vida del hombre de familia, y viceversa, a ratos.

La serie duró nueve capítulos de la primera y última temporada. Tenía contratados trece inicialmente. El protagonista es un viejo conocido, Christian Slater. Y tengo que decir que no me ha gustado nada que no hayan dejado ni que termine la primera temporada. Porque la serie me gustaba, a pesar de las ingentes dosis de fantasía y surrealismo que contenía. Ni los dilemas del protagonista, que me tuvieron en vilo en algunas ocasiones, ni el buen hacer de Slater sirvieron de mucho. Una lástima.

[youtube=”http://www.youtube.com/watch?v=A5HPcWebl5A”]

Torrents

Subtítulos

January 16, 2009   7 comentarios

Viernes, peliculita en casa: A king in New York

No me andaré por las ramas, esta película es una obra maestra. Me resulta algo inexplicable el 6.9 que obtiene en el IMDB, por cuanto me parece una película redonda: tierna, refrescante, tremendamente divertida y muy crítica con la sociedad estadounidense de los años cuarenta, principios de los cincuenta.

[youtube=”http://www.youtube.com/watch?v=vHWVjG3hlK0″]

Debido al exilio forzoso de Chaplin y a la falta de distribución comercial de la cinta en EEUU, su impacto mundial fue mucho menor del esperado para la enorme calidad de la misma.

A king in New York - II

Situaciones surrealistas, ácidos diálogos y actuaciones impecables componen un mosaico exquisito, resultando en 110 minutos de diversión garantizada. Muy recomendable.

A king in New York - I

January 9, 2009   6 comentarios

Viernes, peliculita en casa: Gomorra

Día y hora indeterminados: leo en algún periódico on-line que una nueva película italiana ha supuesto un soplo de aire fresco en el alicaído cine europeo de las últimas fechas, etc… me llaman la atención las connotaciones bíblicas de su nombre: Gomorra.

Día y hora indeterminados: veo en algún telediario que la película ha ganado cinco premios en un festival de cine europeo.

Una mañana, hace algunas semanas, camino del trabajo, en el andén de la estación de Gregorio Marañón, de la línea 10 del metro de Madrid: observo a un hombre leyendo un libro denominado Gomorra. Me fijo en el autor: Roberto Saviano.

Hoy, en algún momento de la tarde: decidimos ir a verla.

Hoy, 21:45: entramos en la sala 2 de los cines Renoir Retiro, Madrid, a ver Gomorra. La proyección comienza directamente, sin ningún corte publicitario, ni tan siquiera un mísero trailer.

Hoy, 0:05: salimos del cine, y tras cruzar el primer paso de peatones, se detiene en el mismo un Mercedes antiguo bastante amplio cargado de sujetos que parecían sacados directamente del metraje de la película, cuestionándome por una dirección que en primera instancia no acierto a escuchar. Deberías acercarte, Banyú. Me acerco. En los escasos cuatro metros que me separan del vehículo, mientras me aproximo al mismo en dirección a la ventanilla del conductor, puedo visualizar mentalmente con una nitidez escalofriante cómo todos sus integrantes sacan armas, de distintas marcas y modelos, y vacían sus cargadores en el inerte saco-diana en el que me he convertido. En otras palabras. Tengo miedo.

Y es que Gomorra, simple y llanamente, me ha dado mucho miedo. Me ha dado miedo porque nos muestra algo que no queremos ver. Algo que ya vimos en películas como El odio, que de vez en cuando escuchamos en algún boletín de noticias, pero que ahuyentamos rápidamente con un rápido movimiento de cabeza y algún pensamiento del tipo: “pobrecitos“.

Somos conscientes de los fallos en el sistema. Son múltiples y muy variados, lo sabemos por las cifras. Las cifras del hambre en el mundo, de las esperanzas de vida, de los desaparecidos, de las guerras civiles, de la esclavitud, de la explotación infantil, de las mutilaciones, de los bombardeos… pero son sólo eso, cifras. Números en un papel, en una pantalla, en las voces de algún presentador con cara de circunstancias, que por un instante sacuden nuestras conciencias. Procedemos a ahuyentarlos rápidamente con otro rápido movimiento de cabeza y otro pensamiento, este del tipo: “este mundo está podrido“, o similares.

Cuando los errores del sistema se manifiestan en nuestros países, en nuestras ciudades, en nuestros barrios (crecí cerca de uno muy muy problemático y conocido a nivel nacional), la cosa ya cambia. Ya no hay cifras, hay nombres, quizás caras, voces… atrapadas por una realidad asfixiante. No hay salida. La droga, la pobreza, la delincuencia, están a la vuelta de la esquina. Las mafias campan a sus anchas y la seguridad es una utopía. La ley la dicta el más fuerte, y normalmente no va de uniforme. Los niños no tienen ningún ejemplo medianamente digno, y en ocasiones el infierno empieza en sus mismas casas, cuando despiertan cada mañana.

Gomorra nos muestra de forma cruda que en la orgullosa Europa de hoy día existen lugares en los que el sistema no funciona, está podrido desde la raíz. Son 137 minutos desagradables, muy desagradables. Pero recomendables, sin duda.

January 2, 2009   2 comentarios