Viaje de Año Nuevo – Santiago de Compostela – I
El periplo de año nuevo comenzó el pasado día 2 de enero, en un Boeing 737-800 con capacidad para 189 personas, que hacía la ruta Madrid – Santiago. Sobre las 11 de la mañana arribé a la capital compostelana, y traté de ponerme en contacto con Óscar para informarle de la hora a la que llegaría a Vigo esa misma noche. Además, establecí contacto con Piter, que andaba con Natalia y unos amigos por Santiago, para vernos y comer juntos.
Por 1.85 € un autobús te lleva del aeropuerto a Santiago. Me bajé en la estación de trenes y compré un billete para Vigo, el último de esa misma noche. Con los deberes hechos, y muy sorprendido con la agradabilísima temperatura que hacía, me encaminé cuesta arriba por la Rúa do Hórreo hacia el centro de Santiago.
El objetivo estaba claro, la catedral de Santiago. Pero no tenía prisa. Había soñado con llegar a la misma después de hacer el Camino. No ha podido ser, pensaba, pero tampoco me voy a precipitar, haré un minicamino por la ciudad. Llegado al casco viejo, caminé y observé tranquilamente mil y un detalles. Me sorprendió (agradablemente) lo pequeño del centro, su sobriedad.
Descubrí el sentido de la vida, el universo y todo lo demás (gracias por el apunte, Ángel) caminando por las calles de Santiago.
Y, finalmente, no me pude resistir y fui a darle un abrazo al Santo. Sinceramente, esperaba una catedral mucho más grande y majestuosa. La fachada de la plaza del Obradoiro es espectacular, pero por dentro me decepcionó un tanto.
9 comments
Santiago es increible. Una ciudad llena de escondites y de historia por todos lados. Sin contar que la gente es maravillosa.
Santiago es una ciudad con magia… Me encanta pasear por sus calles. Y también quiero llegar haciendo el Camino ¿este verano? Quién sabe 😉
42
@Ivich: sí, pero nos faltó alguna guía o lugareño para descubrir algunos.
@Introspectre: ojalá puedas hacerlo cuanto antes. Yo estoy deseándolo, pero por uno u otro motivo siempre he tenido que posponerlo.
@Gons: de lo que nunca estuvimos seguros es de la pregunta…
Un buen sito para tapear El Gato , al lado de la calle Franco , cerca de la Catedral.
Santiago es para mi, ante todo una ciudad universitaria. Madre mia lo bien que me lo he pasado por sus calles… 😉
El interior de la catedral de Santiago es románico y por eso es austero y oscuro. En el románico se llega a Dios a través de la meditación que conlleva el viaje interior y para ello se necesita un ambiente como el que allí te has encontrado. Sin distracciones. Sencillo y puro. Bajo mi punto de vista, en ningún templo cristiano se está tan cerca de Dios como en uno románico.
¿Te decepcionó la antiquísima corticela, una iglesia devorada por una catedral? ¿El increíble altar barroco? ¿El pilón en el que reventó el caballo de Almanzor al beber de su agua? ¿Te decepcionaron los símbolos esotéricos e indescifrados que copan las paredes? ¿Los pechos de Salomé, origen del queso de tetilla? ¿El árbol genealógico de María tallado en una columna donde miles de manos a lo largo de los siglos han dejado su huella física? ¿Los monstruos terribles en las bases de las columnas aplastados por la gloria de Dios? ¿Las figuras de los pecadores consumiéndose en el infierno, en una y mil escenas escatológicas? ¿Te decepcionó la enigmática sonrisa de Daniel? ¿Te decepcionó el románico más magnífico del mundo? ¿Te diste cuenta de que en el Pórtico de la Gloria Pedro es la única imagen no descalza?
Ay, darling… Tienes que volver…
@Antonio: gracias, para la próxima.
@Miriam: yo no viví la noche de Santiago, pero sí la de Vigo, que tampoco estuvo nada mal.
@Alejandra: comentarios como el que me has hecho me sonrojan y me hacen darme cuenta de las ventajas de tener un blog, y de lo mucho que me queda por aprender. Muchas gracias. En mi descargo he de decir que mi formación cultural y arquitectónica es casi nula, y que había reparado en algunos de los detalles que mencionas. En cualquier caso, ese estilo románico que mencionas, encaminado a la búsqueda de Dios mediante el viaje interior, se veía poco favorecido por el ambiente de mercado que en determinados momentos se sentía en el interior de la catedral. En determinado momento me acordé de cierto pasaje del Evangelio, no pude evitarlo…
Ah, sí. Lo del ambiente de mercado no te lo voy a negar. La gente no tiene respeto alguno. Yo he visto a gente en la catedral descalza con los zapatos en la mano, tumbados en el suelo, hablando a grito pelado. Hasta tuvieron que vallar algunas cosas porque la gente empezaba a dejar ahí sus graffitis. Lo que pasa es que si los corren a gorrazos, ya se sabe lo que pasa… Lo de siempre: los curas son unos fachas. Pero yo, que no soy cura, no descarto hacerlo algún día… motu proprio.