Imagen de cabecera aleatoria... ¡Pulsa F5 si quieres ver otra!

Posts from — February 2009

No se vale

De pequeño todos hemos jugado a “Mosca, muda y quieta”, a “Visto”, a “La botella” o algún otro invento maligno de esos que agrupaban a todos los infantes del barrio bajo una serie de reglas que cada uno interpreta como le da la gana y que sirve como marco a la incubación de los primeros sentimientos hacia el prójimo, ya sean de odio o amor profundo e inabarcable, y que cambian (como no podía ser de otra manera), en cuestión de horas pasando a ser de naturaleza diametralmente opuesta.

Menuda megaoración me ha salido. Sí. Conozco la existencia de los puntos. Y seguidos. Sigo.

Como decía, todos hemos desaprovechado horas valiosísimas en las que nuestro cerebro esponja podía absorber conocimientos lingüísticos o musicales con muchísima facilidad haciendo el cafre en la calle con el bocata de nocilla, manchurrones por doquier y restos de sangre y postillas de la última caída.

En esas interminables tardes, había una frase fetiche que todos pronunciábamos tarde o temprano, y que normalmente daba pie a una interminable discusión: “no se vale”. No se vale esto, no se vale lo otro. Cualquier cosa con tal de evitar que el del quinto quedara mejor que tú delante de la del cuarto. Ella era tuya y siempre lo sería, el beso que te dio en el ascensor os ha unido hasta el fin de los tiempos, ¿qué se cree este haragán?.

Con el tiempo, uno deja de pensar que poder rellenar continuamente el vaso de coca-cola en el McDonalds de tu ciudad es la pera limonera, y más o menos a la vez, desaparecen la mayoría de sueños e ilusiones infantiles, y entran en desuso este tipo de expresiones. “No se vale” se desapareció de mi vida.

En Panamá ha vuelto a aparecer. No he escuchado concretamente dicha expresión, pero el uso que se hace del reflexivo por estos lares me retrotrae mágicamente a aquellos momentos. La partícula se aquí es más famosa que el pisha en Cádiz.

Se, se, se

Sin embargo, si tú escuchas ahora a un vecinito decir “no se vale” te suena irremediablemente incorrecto. Aquí es música para los oídos, la gente suele expresarse con bastante corrección, aún cuando los anglicismos están a la orden del día y restan armonía al discurso.

Buscando información al respecto, he encontrado lo siguiente:

» Se vale

P: Necesito saber si está bien dicho decir “se vale” en vez de “vale” únicamente. Por ejemplo cuando dicen: “Esto o aquello no se vale”. Soy argentina, y aprendí que es un vulgarismo decir “se vale” o “no se vale”. Pero me encuentro que en otros países como México es como se acostumbra decir. Leí en la página que si se toma “valer” como verbo (permitir), está correctamente dicho, pero así y todo aún no me acostumbro a escucharlo, y es desagradable escuchar decir “Se vale” o no “se vale”. Muchas gracias.

R: Al hablante le resulta extraño y hasta tiende a censurar palabras o expresiones que no formen parte de su léxico habitual. En muchos casos se trata de incorrecciones del lenguaje, pero en otros, de giros, modismos o usos propios de otras zonas, en las cuales resultan perfectamente adecuados. Así, «se vale» en el sentido de «se acepta», «se puede» o «se permite» es de uso normal en algunas zonas de América, en particular en México, Venezuela y Perú. Es, por tanto, correcto y apropiado en esas zonas. La Academia no lo censura, aunque señala que el uso mayoritario es sin la partícula ‘se’.

Seguiremos reportando.

February 28, 2009   7 comentarios

Viernes, cine VIP en Panamá

Hoy no os hablaré de cine en cuanto a las peliculitas que me suelo calzar en casa, mayormente los viernes. No. Hoy os hablaré de lo que se siente cuando vas por primera vez a una sala VIP en tu vida. Sí, soy un cateto, lo sé, pero no pude evitar que me entrara la risa floja cuando entré en la misma y vi mi primera película (malísima, por cierto) en un lugar dotado de más comodidades que el salón de tu casa o tu dormitorio. Toda una experiencia. Lo primero que tengo que comentaros os va a dar un poco de envidia, y es que aquí en Panamá City las salas VIP cuestan 6 $, lo que vienen a ser unos 4 € y pico. Las normales, 3 $. Sí, lo sé. Así es la vida.

Lo primero que notas nada más entrar es que hay muy pocos asientos para el espacio disponible en la sala. Obviamente, ya que los asientos son como grandes butacones de cuero, con algo de separación entre sí, aunque algo agrupados en parejas, ejem, ejem. Además, tienen muchísima distancia con respecto a los asientos delanteros. Te sientas y puedes reclinarlo hasta tumbarte, con lo que sube una plataforma de la parte inferior del asiento para que mantengas la posición horizontal en todo tu cuerpo. Corres el riesgo de quedarte dormido.

Lo mejor de todo es que hay un botoncito mágico que si pulsas viene alguien muy amable para atenderte en voz muy bajita, sirviéndote toda la comida o bebida que pidas, a precio antológico. Fui con un compañero de curro y me entró la risa por todo esto que os cuento y porque la película era terrible, con lo que aproveché el tiempo para descansar, para degustar lo que había ordenado tomar y para pensar en mis futuras visitas a ese cine, mejor acompañado si cabe y para disfrutar de buenas películas, que también las ponen.

Sé que existen salas de ese calibre o incluso mejores en Madrid, pero costando lo que cuestan van en contra de las leyes naturales de gastos que he implantado en mi vida, así que allí seguiré conformándome con las salas clásicas o mi casa, que tampoco está nada mal (y lo estará mucho menos cuando al fin pueda comprarme el ansiado proyector). Seguiremos reportando.

February 27, 2009   12 comentarios

Recetas de Panamá: Ropa vieja

¿Qué necesitaremos?:

1 kilogramo de carne de vaca o de buey

4 cucharadas de aceite

1 cebolla picadita

2 dientes de ajo

1 lata de salsa de tomate

1/2 cucharadita de pimiento molido

1 cucharadita de sal

Modo de preparación:

Deshilacha la carne con las manos. Calienta el aceite y saltea la cebolla y los ajos. Agrega salsa, pimienta y sal. Coloca dentro la carne y déjala que tome el gusto de la salsa por siete u ocho minutos. Puedes ponerle un poco del caldo donde se cocinó la carne, si quieres más salsa.

February 26, 2009   1 comentario

Panamá y EEUU

En Panamá el estadounidense es denominado gringo, independientemente de la bondad de las intenciones del que lo diga. Mi visión particular, tras un par de semanas aquí y con una visión muy superficial del país y del pueblo panameño, es que después de todo lo que ha pasado en el siglo XX en Panamá, la relación con EEUU ha dejado un saldo positivo para este país centroamericano.

El motivo principal es el Canal de Panamá, obviamente. Esta mañana he visitado la esclusa de Miraflores de esta colosal obra y todavía estoy impresionado. Tiempo (y posts) habrá para hablar del Canal de Panamá, de sus cifras sobre todo, que son mareantes (en todos los sentidos: humano, técnico, económico…), así que de momento haremos un poquitín de historia, muy rápida, de andar por casa.

Cuando los españoles comenzamos a saquear (hay que llamar a las cosas por su nombre, señores) Perú y otros países sudamericanos, la forma de transportar las riquezas obtenidas hasta España era la siguiente: por mar hasta Panamá la Vieja, por tierra hasta Portobelo, y de nuevo por mar hasta España. La ruta terrestre recibía (y recibe en la actualidad) el nombre de Camino de Cruces. Cuentan que la idea de abrir dicha ruta al mar ya se le ocurrió al propio Vasco Núñez de Balboa, pero el rey Carlos I la desechó por lo costosa que iba a resultarle. Esta decisión puede ser calificada como muy acertada, porque no fue hasta muy entrado el siglo XIX cuando se intentó abordar la construcción del canal por parte de los franceses, cuyo intento fracasó estrepitosamente.

Y así llegamos al siglo XX, y como casi cualquier hecho relevante a nivel internacional que ocurrió en el mismo, los EEUU juegan un papel protagonista. Hasta 1903, y desde su independencia de España, Panamá había sido una provincia olvidada en un extremo de la gran mentira bolivariana. En 1903, Panamá obtiene de nuevo su independencia, quién sabe con cuánta ayuda americana, y rápidamente (concretamente 14 días después) se firma el Tratado Hay – Bunau Varilla y comienzan las labores de construcción del Canal.

Mediante el citado tratado, Panamá obtenía principalmente:

  1. La neutralidad del Canal de Panamá.
  2. La igualdad para todas las banderas, tanto la estadounidense como las demás.
  3. El pago a Panamá de los diez millones de dólares, originalmente destinados a Colombia.
  4. La protección de Panamá contra cualquier agresión.

Pero tuvo que pagar un precio, la división territorial del país en dos, al entregar a EEUU toda la zona de construcción del Canal, además de 8.1 km de terreno al norte y al sur del mismo, exceptuando algunas partes de las ciudades de Colón y Panamá City situadas dentro de ese rango.

La construcción del Canal, de la que habrá tiempo para escribir, fue un éxito rotundo, revelándose como una de las obras más impresionantes llevadas a cabo por el hombre. Sin embargo, el sentimiento popular del panameño medio de que había sido estafado por los norteamericanos al negociar las condiciones de entrega del control del Canal y su zona anexa fue calando en la población, sobre todo en ambientes académicos. Esta situación explotó el 9 de enero de 1964, hoy conocido como el Día de los Mártires en el que una discusión sobre la preeminencia de la bandera estadounidense o panameña en la zona del Canal degeneró en una revuelta con el consiguiente fallecimiento de varias personas. Las reacciones internacionales y lo violento de la situación obligaron a los EEUU a aceptar la derogación del Tratado Hay – Bunau Varilla y negociar un nuevo tratado. Las negociaciones finalizaron con la firma del Tratado Torrijos – Carter, el 7 de septiembre de 1977.

En virtud del mismo, el 31 de diciembre de 1999, el control del Canal pasó a manos panameñas al 100%.

Más allá del Canal, en Panamá City quedan muchísimos signos de la presencia norteamericana durante todo el siglo XX. El abundante uso de anglicismos en el lenguaje popular se hace muy curioso para el visitante de origen español. Hay tres áreas de la ciudad en las que se agrupaban los estadounidenses que administraban la construcción y gestión del Canal, así como sus familias, nacidas y criadas en dichas zonas: Albrook, Howard y Clayton. Actualmente las construcciones que ocupaban las familias zonians son consideradas casas de lujo, y están ocupadas principalmente por empresarios y políticos.

Como comenté al comenzar el post, creo que Panamá ya pagó el precio por la construcción del Canal, sufrió en sus carnes el intervencionismo en materia de política exterior de los EEUU, pero en mi opinión, a fin de cuentas le quedó un saldo positivo. Hoy día es un país pujante en su zona y va a más. Gran parte de culpa la tiene el Canal, que ha cambiado el transporte mundial y la vida de este pequeño y precioso país centroamericano, dándole un motivo de orgullo y uniéndolos bajo una sóla bandera.

February 25, 2009   2 comentarios

Dos semanas en Panamá

Hoy hago dos semanas en Panamá. Durante las mismas ha habido un poco de todo, de hecho parece como si hubieran sido dos meses. He currado mucho, pero mucho, mucho. Y las cosas han ido muy bien, más de lo que en un principio pensé que iban a ir. Me he movido por el país, he ido a  un par de garitos muy de moda en Panamá City, he bailado al ritmo de los sones de moda por la capital. He conocido a muchas personas, a nivel profesional y personal, y tengo que decir que estoy gratamente sorprendido por el panameño medio. Me encanta charlar con los taxistas, que suelen ser bastante honrados, aunque aquí también creen ser los reyes de la carretera, demostrándolo en cada cruce y maniobra suicida. El tiempo no sólo no ha podido conmigo sino que me encanta, aunque tengo que aclarar que ir en traje hace que me replantee estas palabras. He tenido hasta unos pequeños problemas médicos, que he preferido obviar pues ya están superados y no quería preocupar a nadie.

En definitiva, creo que he crecido en dos semanas aquí lo que muy difícilmente podría haber crecido en Madrid, o en Sevilla, o en cualquier otra ciudad que ya siento como mía, y en la que mi instinto de supervivencia, mi curiosidad, mis ganas de superarme están adormecidos. Y para dormir ya tendré una caja de pino. Os dejo con un tema de moda por estos lares, al principio cuesta pero luego termina entrando este tipo de música, es muy pegadiza. Y con el buen tiempo y las ganas de rumbear que tiene aquí la gente no te queda más remedio que terminar pegándote un bailoteo…

[youtube=”http://www.youtube.com/watch?v=NscsSsCNn1k”]

February 24, 2009   13 comentarios