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Category — Gente

Una marca de cosmética

Me pide Chete que haga un sondeo sobre posibles nombres para una nueva marca de cosmética.

Por favor, saquen su creatividad, piensen durante algunos segundos, minutos y dejen un posible nombre. Si no están especialmente orgullosos del mismo, háganlo de forma anónima.

PD: pongo a Charlize Theron porque cuando pensé en un primer momento en cosmética se me vino ella a la cabeza. No tengo ni idea del por qué. Así que mi propuesta sería: Charlize.

September 17, 2008   7 comentarios

La conversión de Alec Guinness

Soy católico no practicante. Fui católico practicante en una época de mi vida considerable, con más luces que sombras. Ahora no lo soy. Pero me gusta saborear en mi memoria el dulce regusto de mi conversión, de aquella época en que la entelequia de vivir cada segundo para Dios trasformó mi vida, dándole una dimensión sobrenatural para mi desconocida. Al menos así lo veía yo.

Y aquí radica lo espinoso de este tipo de experiencias, las conversiones. El ateo, el agnóstico, puede enfrentarse con escepticismo a ellas. Lo comprendo perfectamente. Pero forzosamente ha de respetarlas, siempre y cuando el celo del convertido no lo lleve a despertarle a las tantas de la madrugada para discutir detalles teológicos.

A mi particularmente me llaman poderosamente la atención algunas historias de conversiones. Leyendo la biografía de Alec Guinness en la Wikipedia en español, me encontré con las siguientes líneas:

En 1954, durante la filmación de la película El Padre Brown, él y su esposa se convirtieron al catolicismo romano manteniendo la fe hasta su muerte. Su hijo, Matthew se convirtió un tiempo después.

Alec Guinness - IV

Queriendo ampliar la información al respecto, me fui a su entrada de la Wikipedia en inglés:

While serving in the Royal Navy, Guinness for a while planned on becoming an Anglican priest. In 1954, however, during the shooting of the film Father Brown, Alec and Merula Guinness were formally received into the Roman Catholic Church. They would remain devout and regular church-goers for the remainder of their lives. Their son Matthew had converted to Catholicism some time earlier. Every morning, Guinness recited a verse from Psalm 143, “Cause me to hear your loving kindness in the morning”

Alec Guinness - III

The Guardian lo cuenta de esta forma:

His conversion to Roman Catholicism followed an episode during the 1954 shooting of Father Brown (called The Detective in the US), in which he played GK Chesterton’s cheery cleric. Walking back in the dark, still in a cassock, to the station hotel of a village near Macon after a drink in the local bar with Peter Finch, his hand was seized by a small boy, a complete stranger, who called him “Mon père” and trotted along beside him chatting in French.
Despite his phony credentials as a cleric, Guinness felt strongly that the reality of this trust was important. When his 11-year-old son Matthew was temporarily crippled from the waist down with polio, Guinness had taken to dropping in on church and praying. Shortly after Father Brown, he joined the church of Rome.

Alec Guinness - II

Curioso.

Por cierto, si alguien tiene la película del Padre Brown protagonizada por Alec Guinness, le agradecería muchísimo una copia…

Alec Guinness - I

September 15, 2008   8 comentarios

Después de todo, no ha estado tan mal…

…parar un poco y volver a Sevilla para hacer mi proyecto fin de carrera y obtener el papelito que dice que eres ingeniero informático. Llevaba cerca de cinco años trabajando, en diversos puestos relacionados con el mundo de la informática. He sido, cronológicamente: el informático de la oficina, desarrollador junior, administrador de red, webmaster, profesor, responsable informático de una Ofecomes, consultor webMethods frustrado (es la palabra que mejor define la situación que viví), y, por último, estudiante de nuevo.

Como se podrá comprender, para un tío ambicioso y que acostumbra a hacer castillos en el aire profesionalmente hablando, quedarse parado durante siete meses, estando más cerca de los treinta años que de los veinte… y teniendo que volver a casa de tus padres después de años fuera… era no sólo parar, sino dar un paso atrás.

Creo que fue Napoleón el que dijo que a veces, para dar un paso hacia adelante, había que dar dos hacia atrás.

Hoy suscribo esa afirmación: estos meses me han venido de perlas. Porque mientras me cuestionaba cada noche si merecía la pena lo que estaba haciendo, inconscientemente me estaba metiendo mucha presión para ganar en otros aspectos lo que supuestamente estaba perdiendo a nivel profesional.

Después de todo, en estos meses:

  • He aprendido a vivir con muy poco dinero en el bolsillo, ha sido casi como volver a tener quince años.
  • He dejado de fumar, haciendo muchísimo deporte: mantengo mi nivel futbolístico, he redescubierto el tenis y la bicicleta de montaña y me ha picado el gusanillo del pádel.
  • He incorporado algunas recetas de mi madre a mi lista.
  • He charlado y conocido más al único abuelo que me queda que en toda mi vida anterior.
  • He visto muchas películas.
  • He leído algunos libros (menos de los que me hubiera gustado).
  • He ido a dos despedidas de soltero, una boda y muchas barbacoas.
  • He vuelto a ver, a disfrutar de ciertos amigos semanalmente, cosa que considero un auténtico lujo.
  • He terminado la carrera (hace unos minutos, en el momento de publicarse este post).
  • He conocido a personas especiales, muy especiales. Creo que he aprendido algunas lecciones que no se pueden expresar con palabras, aunque todavía me lo tengo que demostrar a mi mismo.
  • He disfrutado de la Semana Santa y la Feria de Abril, por vez primera en tres años.
  • He recuperado el hábito de trabajo delante de un ordenador, algo que definitivamente había perdido en los dos últimos puestos de trabajo que tuve, de los cuales no puedo hacer un balance positivo. Os puedo asegurar que voy a mi nueva empresa dispuesto a partir el teclado, y prepararme lo mejor posible para mi asalto definitivo al continente europeo.
  • He retomado el blog, no hay más que desplegar el Histórico (a la izquierda, debajo del calendario) para darse cuenta de que a partir del mes de abril de 2008 aumenta el número de posts mensuales. Y desde el 1 de junio de 2008 he posteado exactamente un post diario. Exceptuando un par de ocasiones en las que me disculpaba por ello, creo siempre tuve algo que decir (útil o no, eso lo juzgas tú).
  • He podido asistir a algún twittsev, y conocer a muchos twitteros de mi tierra. Olé.
  • He vuelto al Ramón Sánchez Pizjuán, en memoria de Antonio Puerta.

En definitiva, estos meses me han dado más de una valiosa lección. Se presentaban como una época tediosa e improductiva en mi vida, y ahora creo que no recuerdo otra mejor. Suele pasar. No ha estado tan mal el veranito, a fin de cuentas…

Verano

A partir del próximo 1 de octubre comienzo una nueva etapa. En Madrid. Otra vez. Estoy deseándolo. Para qué nos vamos a engañar…

PD: aprovecho para mandarle un besazo a mi hermana Carmen y a mi madre, Virginia. El cumpleaños de la primera fue ayer, y el de mi madre es hoy. Felicidades, guapísimas.

September 10, 2008   26 comentarios

Viernes, “peliculita” en casa: A verlas venir

Miércoles 14 de mayo de 2008, 3:13 PM:

Extracto de una conversación por GTalk, con Carlos Albert, mi amigo invisible en mi año como becario Icex en Bucarest:

por cierto…y ahora que estás ahí…
te recomiendo www.averlasvenir.es

una serie de internet que están grabando unos colegas
llevan 2 capítulos

Bien, no sé exactamente el motivo por el que en ese momento no pude ver ningún episodio, pero guardé el enlace en mi delicious bajo el tag toWatch.

De momento han rodado cuatro episodios. Llevo años sin ver series nacionales, me parecen totalmente artificiales, irreales. Esto me parece real. Es real. Y muy bueno.

Os dejo con los dos primeros episodios… si queréis más, ya sabéis, “A verlas venir“:

Primer capítulo: Dramatis Personae:

Segundo capítulo: Curriculum Vitae:

September 5, 2008   6 comentarios

Umbral on-line

Leo en Barrapunto que El Mundo ha decidido poner on-line todas las columnas de Paco Umbral en dicho periódico a lo largo de los catorce años en los que estuvo escribiéndolas. Me dio por leer la primera, y no puedo menos que compartirla con vosotros. ¿Esto está escrito en 1994 o ayer?.

El tabaco
FRANCISCO UMBRAL

El Gobierno ha caído en el error de siempre: subir el tabaco a primeros de año. En un país con casi cuatro millones de parados no se puede subir el tabaco, porque los parados comen tabaco, mastican tabaco, se intercambian tabaco, matan el tiempo con el tabaco, se drogan de tabaco y hasta fuman tabaco.

El tabaco va siendo ya un vicio de pobres y la España de Felipe es pobre. Se pueden subir los coches, que la gente ya tiene uno para llevar la suegra a Morata de Tajuña, que se ventile la momia. Se puede subir lo caro, que a los del pelotazo todavía les queda la última calderilla de Mario Conde para comprarse relojes suizos, relojes que hasta te dicen qué año te va a dar el infarto. Se puede subir la lencería fina, ahora que vuelve a hacerse el amor con la luz apagada, como manda el Papa Wojtyla, y da igual llevar las bragas viejas. Se pueden subir las corbatas, porque la gente ha encontrado otras maneras de ahorcarse. Se puede subir la gasolina, que todos necesitamos bajar lípidos y nos conviene empujar un poco el coche. Se puede subir la brillantina, ahora que ya nadie va a imitar a Mario Conde. Se pueden subir las compresas y que se arreglen con el corcho del champán de Nochevieja. Se pueden subir las sardinas, que el gentío ya ha aprendido a comer caviar gratis en los cócteles. Se pueden subir los teatros, que la gente de todas maneras no va a ir. Se puede subir el cine, que Hollywood seguirá copando la Gran Vía. Se puede subir lo caro y lo superfluo en general, se puede subir lo innecesario y lo caprichoso, que de todo eso nadie va a prescindir, pero lo que no se puede es subir el tabaco.

España, por más que digan en Bruselas, sigue siendo un país de tabaco negro y picadura, un país de pitillera aculatada. España sigue liando el pitillote de la desesperación tranquila como toda la vida. España, la España profunda, la varonía estoica y mísera, el país rural, lleno de tristeza agropecuaria, la España real de las pueblas y los suburbios, los paleoespañoles de pana y boina, del PER y el paro, los del año sin pan y sin cosecha, ésos no tienen otra cosa que el tabaco; ya, sin trabajo, sin política, sin espera, con la tele rota, el arado romano mellado el tractor empeñado, la vaca flaca y el árbol caído, al español de secano no le queda más que el tabaco, su pequeño tesoro de colillas viejas, de celtas antiguos, un tabaco amargo que es el sabor de su soledad, de su asco, de su reúma, de su abandono (y sin llegar la carta del Seguro). En España, hoy, con casi cuatro millones de parados, con el campo al raso, con los altos hornos en cenizas, con el gentío triste y estadístico, no se puede subir el tabaco, señores del Gobierno, porque ellos, los pobres, los españoles reales, no los de sus macroeconomías y papeles (españoles de papel), ellos, digo, muerden el humo de su tabaco, lloran tabaco, mean tabaco, sueñan tabaco fuman y esperan en un silencio áspero de tabaco. Eso, esto, es el macizo de la raza, el tronco de España, por más que digan en La Moncloa, y esos españoles de intemperie han llegado a 1994 gracias a su viejo tabaco malo.

Ya no hay revoluciones, ya no hay revolución de Asturias ni Casas Viejas, ya no hay anarquismo catalán, ya no hay lucha de clases ni proletariado, ya no hay Semana Trágica. Ya sólo hay los cuatro modernos de mierda y las cuatro putas travestidas de lo mismo que salen por la televisión. Pero eso no es España más que en las coplas franquistas de Escobar. La España real es de tabaco negro y tos trascendental. A ese español que tose y calla, que lo dice todo en una tos, porque los palabrones de la política le han robado las palabras, a ese español atónito, godo, mísero, árabe, cachicán de su pobreza, le han subido el tabaco.

August 31, 2008   13 comentarios