Posts from — October 2005
¿Qué distro te gusta más, y por qué?
A mi Mandriva (antigua Mandrake), tengo la 10.1. Ahora creo que hay que pagar por las nuevas versiones, lo cual no me motiva mucho que digamos. En cualquier caso Knoopix también está muy bien. Me gustan por dos motivos claros: pillan la tarjeta de red inhalámbrica a la primera sin tener que hacer cosas raras, y traen un amplio conjunto de programas que te evitan tener que instalar muchas cosas, que tratándose de Linux sigue siendo (a veces) tarea un tanto ardua…
¿Y vosotros? ¿Cuál es vuestra distribución favorita y por qué?
October 28, 2005 Comments Off on ¿Qué distro te gusta más, y por qué?
Calefacción de última generación
Por esta zona de la vieja Europa, con este clima continental descarnado, cuando el frÃo llega lo hace para quedarse. Vientos helados agitan los árboles y los ánimos de los esforzados habitantes de estas inhóspitas regiones. Antes de venir aquÃ, no podÃa comprender cómo eran capaces de soportar tan estoicamente estos rigores del clima, pero ahora ya sé su secreto, y me dispongo a revelároslo. Muchas casas tienen un sistema de calefacción increÃblemente efectivo. Se trata de un horno de cerámica de casi dos metros de altura, con una espita de gas recubierta de cerámica también. Se prende el gas, va calentando el horno de cerámica por dentro y eso va irradiando calor a punta pala a la casa. Le cuesta coger, pero cuando lo hace y funciona a pleno rendimiento es una auténtica pasada. Además, casi no gasta gas, sale muy barato. Pero los inconvenientes son claros: ocupa muchÃsimo espacio, hace un ruido bestial, y deja un hedor brutal. Os presento al bicho:
Si abrimos las puertas inferiores vemos:
Quitando el flash para poder apreciar la llama cuando la prendemos en la espita:
Para los que querÃan ver perros de Bucarest… afortunadamente los únicos que he visto últimamente han sido estos:
Forman parte de la exquisita decoración de la casa en la que (provisionalmente, por suerte) vivo. Yo, al igual que Carlos, quiero hacerle propaganda a Marlboro allá donde vaya:
Por aquello de las lenguas extrañas. Y, por último, no puedo menos que cerrar esta mezcolanza de fotos extrañas e inútiles con la, cuando menos genuina, puerta del aseo de mi, repito, provisional casa:
Mañana más…
October 27, 2005 Comments Off on Calefacción de última generación
Un dÃa más
Ayer fue un dÃa más, qué grande poder contarlo. Trabajé hasta las 18:10 y me cogà un taxi para ver un piso e ir a un par de inmobiliarias. El piso estaba de muerte: muy pequeño (un estudio) pero muy coqueto y con todo novÃsimo. Lo que ocurre es que en total se va a 400 €. Pero tiene doble lÃnea telefónica, y fibra de 1 mega… después de verlo, los de la inmobiliaria me llevaron cerca de casa y fui andando el resto del camino. Ana, Adrián y Sergio habÃan ido a un concierto de Jazz, a una Jam Session que resultó ser penosa. Yo me quedé en casa leyendo Harry Potter VI; me tiene enganchadÃsimo, lo reconozco. Y luego, a dormir. Un dÃa más normal no he tenido desde que estoy aquÃ. Os dejo un par de chorradas para que al menos os riáis algo, aunque creo que ni eso conseguiré…
Hasta mañana…
October 26, 2005 Comments Off on Un dÃa más
¿SÃmbolo de la Farmacia?
Hola a todos… siempre he tenido curiosidad por saber a qué se debe el sÃmbolo de las farmacias, la serpiente alrededor de una copa, y la cruz verde…
¿Alguien sabrÃa comentarlo-responderlo?
October 25, 2005 55 comentarios
Un pueblecito llamado Sinaia
El viernes nos acostamos relativamente pronto, dado que después de dos semanas en RumanÃa, todavÃa no habÃamos hecho ninguna excursión, y la primera tenÃa que ser el sábado. Asesorados por compañeros y amigos españoles de la oficina, fijamos nuestro primer destino: Sinaia. El sitio cuenta con abundante documentación en Internet, además de múltiples fotos… y pintaba bien. Cogimos un taxi hacia la estación a las 7:30 de la mañana. ¿Quiénes? Pues Adrián, Ana, Sergio y yo. En la estación nos esperaba Ramón, ex-becario Icex en Delhi, y currante en una empresa española en Bucarest. Llegada a la estación, 7:50. Salida del tren, 8:00. ¿Idea alguna del billete o tren que habÃa que pillar? ¡¡NO!! Agobio. Aparece un señor rumano muy interesado. Habla con la cajera, nos pide los billetes, el dinero, los paga, corre hacia un andén, lo seguimos… llegamos a un vagón… Sergio le quita los billetes de tren de la mano… este vagón no es, el siguiente… lo seguimos… el tÃo le dice a Sergio: “este es, son 10 € por los servicios prestados”. Se sube al vagón él primero. Sergio se da la vuelta y dice, “ahà te quedas”, nos vamos al siguiente vagón. No sé qué pasarÃa, pero hay que ver la jeta que tiene aquà la gente. Muchas gracias señor, desde aquà se las doy, y desde luego que se merecÃa algo por los “servicios prestados”, pero tuvo tanta cara que se quedó con las ganas. PagarÃa por ver su cara cuando se dio cuenta de que le habÃamos dado el “vagonazo”.
El viaje lo pasé leyendo en el pasillo, de pie porque no cabÃamos todos en el vagón. Consecuencias de no saber ni dónde Ãbamos en el tren. Harry Potter VI me tiene enganchado. En cualquier caso sólo duró una hora y media, y yo habÃa dormido 4 magnÃficas horas, por lo que no me resentà mucho… Llegamos a Sinaia…
No pintaba mal… y dentro de la estación… dispuestos a aprovechar al máximo nuestra primera excursión, Adrián, Sergio y yo:
En realidad Adrián tiene cara de decir “¿Por qué no estaré yo en la cama ahora?”. Salimos de la estación, hacemos acopio de los vÃveres indispensables (agua, patatas, etc…) y emprendemos camino hacia el Castillo de Peles, correctamente guiados por un lugareño. Por el camino me entretuve hasta con las piedras…
También se ve que por la zona rodaron algunas escenas de la Guerra de las Galaxias, porque se han dejado parte de Chewbacca o algún congénere suyo…
Y asÃ, casi sin darnos cuenta, nos encontramos con esta visión…
AhÃ, por la cara, en mitad del campo. La verdad es que el castillo por fuera es una pasada, muy bonito y todo lo que tú quieras, pero por dentro ya es increÃble. Tiene de todo y de todas partes del mundo. Mentes más versadas que yo en el arte de la decoración y el buen vivir hubieran apreciado más los detalles, pero a mi se me cayó la baba como a una enano… Algunas vistas exteriores más…
Una foto de todos lo que fuimos, de derecha a izquierda: Adrián, Ana, Ramón, Sergio y yo…
Me quise congraciar con un animalito que pasaba por allà pero no me salió muy bien la jugada… nótese la expresión de inmenso dolor que se reflejaba en mi rostro…
Uno de los guardias tratando de desalojar a uno que no habÃa pagado la entrada al castillo…
Una vez pagado el importe necesario para ver el tema que te quema, 50.000 Lei o 5 RON (lo mismo que decir Lei nuevo), o sea, 1,5 € más o menos, te obligan a ponerte unas chancletas de la abuela para poder andar por dentro:
La verdad es que el castillo es más bien un palacio por dentro. Desde luego que no me importó ponerme los profilácticos ortopédicos para verlo…
A la salida nos encontramos con la tÃpica estampa de buscadores de setas…
Poco después arribamos a la siguiente etapa de nuestro dÃa: el telecabina. El plan era subir a la llamada “cota 1400”, y comer en uno de los resturantes que allà hay. No habÃa pensado mucho en el tema y en el miedo que le tengo a las alturas hasta que no lo vi…
Y encima verde… todo pintaba mal… mi mente empezó a funcionar más rápida y caóticamente todavÃa si cabe… casi se me nubla la vista… le eché bemoles, y pá’rriba. Juzgad si mereció la pena…
Y otra…
Mejor aún…
Una vez arriba, comimos como hacÃa tiempo que no lo hacÃa. Nos pusimos de carne hasta arriba, pues si bien en este paÃs lo de comer pescado no se lleva (qué ganas tengo de ir a Sanlúcar de Barrameda…), no se puede decir lo mismo de la carne. Además, con vistas como las que os acabo de mostrar. Fue un momento grande, por tratar de describirlo de alguna manera. Si tuviera que resumir en una imagen lo más bonito, a nivel natural, que vi el sábado, serÃa esta la elegida…
Paseando por el pueblo, vimos algunas estampas dignas de mostraros: por ejemplo, de lo que son capaces los billetes rumanos, hechos de un material impermeable…
Que no se asuste nadie, que cada uno de los billetes que véis en la imagen valen 25 céntimos de €, más o menos. Nos encontramos con una casa que bien hubiera podido ser usada por la familia Adams…
Y presenciamos de cerca una transformación humano – ufo – humano de nuevo, en forma de ET & Adrian…
Del paseo al tren, y camino de vuelta a Bucarest, a casa, qué raro suena… pero no mal, sólo raro. No me quiero poner pesado con las fotos, pero creo que merece la pena que veáis los caretos que llevábamos a la hora del regreso…
Adrián y Sergio:
Ramón y Ana:
Y servidor…
Hasta otra…
October 24, 2005 Comments Off on Un pueblecito llamado Sinaia