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CIEN Aテ前S DE ETERNA JUVENTUD

Texto perteneciente a http://www.deportesevilla.com:


El Sevilla celebra su siglo de vida en camino de sentar las bases sociales y econテウmicas que le devuelvan el esplendor deportivo que disfrutテウ hace tiempo. Nada puede ilustrar mejor al Sevilla Fテコtbol Club de la hora que la estampa de Juanito Arza (82 aテアos) dテ。ndole vueltas al terreno de juego del Ramテウn Sテ。nchez-Pizjuテ。n, gorra con visera en la nuca y burlando con sus carreras el inexorable paso del tiempo como antes burlaba a los defensas en el Viejo Nerviテウn. El club, como su mテ。s insigne jugador, es un veterano con la ilusiテウn de un chaval. Un abuelo que estテ。 hecho todo un niテアo de oro. La entidad blanca cruza hoy el siglo de vida en plena ebulliciテウn interior, con una voluntad de hierro por sentar las bases para recuperar esa gloria pretテゥrita que se pierde ya demasiado lejos en las galerテュas de la memoria. El equipo que preside Josテゥ Marテュa del Nido no para de implantar iniciativas para modernizar sus escructuras, estimular a su masa social (esta temporada tiene casi 38.000 socios) y engrosar su capテュtulo de ingresos atテュpicos. Su gestiテウn ha saneado las cuentas despuテゥs de una tenebrosa dテゥcada en la que el color rojo aparecテュa en el テコnico lugar donde los sevillistas no lo quieren ver, en los nテコmeros. Y en el plano deportivo los dテュas son felices, pero con matices. Muchos matices. La marcha de Caparrテウs y de los principales activos de la plantilla en los テコltimos aテアos, como fueron Reyes, Julio Baptista y Sergio Ramos, han sido torpedos en la lテュnea de flotaciテウn de ese sevillismo tan sediento de gloria. El Sevilla no termina de dar el salto hacia la zona mテ。s noble de nuestro fテコtbol, y si los mejores jugadores se van a cambio de paladas y paladas de billetes de 500 euros, serテ。 complicado que lo haga. A un lado, el orgullo de la historia; a otro, el deseo de recuperar ese tiempo perdido. En el medio, el sevillismo. Y llega el centenario. Cien aテアos hace ya que en Sevilla, como antes en las islas britテ。nicas y luego en Huelva o Bilbao, el football tomテウ carテ。cter institucional. Unos seテアores extravagantes, dispuestos a perseguir y patear una pelota de cuero en calzテウn corto, se salieron con la suya y se aprobaron los estatutos que reconocテュan al Sevilla Football Club. Camisola blanca, calzテウn blanco, medias negras y a correr en el Prado de San Sebastiテ。n entre las miradas curiosas de los ciudadanos. No habテュa en juego tテュtulo o copa alguna. Era el deporte desnudo. Si acaso, las cervecitas de despuテゥs, que para eso se fundテウ un aテアo antes otra de las sociedades sin las que no se entiende la Sevilla actual, la Cruz del Campo. Luego llegarテュan los primeros bostezos del fテコtbol de competiciテウn. El fテコtbol ya fue medio en serio y el primer rival de los sevillistas serテュa el Decano, el Recreativo de Huelva, allテ。 por 1908. A raテュz de ahテュ, el fテコtbol terminテウ de ponerse serio. Llegaron las desavenencias internas que desembocaron en la marcha de varios jugadores, que fundaron el Betis Fテコtbol Club, y tambiテゥn llegaron los tテュtulos en juego: la primera Copa de Sevilla (1910) y la primera Copa de Andalucテュa (1916), ambas ganadas por el equipo blanco. En la segunda, ya tenテュa su feudo en el Mercantil. La progresiテウn del Sevilla en esos aテアos queda reflejada en la convocatoria de Spencer y Herminio para la selecciテウn nacional, en la temporada 1922-23. Fueron los primeros jugadores sevillistas en defender la camisola nacional, lo que luego han hecho 27 jugadores mテ。s en este siglo de vida: Ventolrテ。, Fede, Campanal I, Eizaguirre, Mateo, Arza, Alconero, Antテコnez, Ramonテュ, Campanal II, Guillamテウn, Domテゥnech, Valero, Pereda, Ruiz Sosa, Lora, Hita, Montero, Nimo, Francisco, Buyo, Ramテウn, Manolo Jimテゥnez, Rafa Paz, Conte, Reyes y Sergio Ramos. Esa trayectoria ascendente hacia la azotea del fテコtbol nacional se vio frenada en la campaテアa 27-28, cuando la Federaciテウn Espaテアola constituyテウ las divisiones y dejテウ en diez equipos la Primera. El Sevilla aspiraba a meterse en ella desde las eliminatorias, pero perdiテウ su cerradテュsimo pulso final con el Racing de Santander por la テコltima plaza: 1-1, 2-2 y 2-1 fueron los resultados. El equipo sevillano se vio relegado a la Segunda Divisiテウn. Al aテアo siguiente fue campeテウn de Segunda pero de nuevo perdiテウ la promociテウn con el Racing. Debテュa aguardar para ser de Primera. Su sueテアo se vio cumplido en la temporada 1933-34. Tres jornadas antes de la conclusiテウn de la Liga, el Sevilla ya se habテュa asegurado el salto a la mテ。xima categorテュa. Lo hizo venciendo al Atlテゥtico de Madrid. Ya entonces llevaban las riendas el presidente y el tテゥcnico mテ。s laureados de la entidad, Ramテウn Sテ。nchez-Pizjuテ。n y Ramテウn Encinas. En la temporada 1934-35, el primer jalテウn de la historia mテ。s brillante del club, con la conquista de la primera Copa de Espaテアa. El Sevilla, que acabテウ en un meritorio quinto lugar en su primera Liga entre los mejores, derrotテウ al Sabadell por 3-0 en la final en Chamartテュn. En la cuneta quedaron el Real Madrid y el Atlテゥtico. La segunda Copa que hoy luce en las vitrinas de la exposiciテウn del Centenario serテュa ya denominada “del Generalテュsimo”. La alzテウ el Sevilla nada mテ。s concluir la Guerra Civil, en 1939. Su vテュctima fue el Racing de Ferrol en Montjuテッc (6-2). El Sevilla ya habテュa despegado. Tomテウ aテコn mテ。s altura con los Stukas: la temible delantera de cinco hombres que integraban Lテウpez, Pepillo, Campanal, Raimundo, Berrocal o Torrontegui. Casi todos los rivales salテュan goleados del Viejo Nerviテウn. El Sevilla era uno de los gallos. Y, claro, llegテウ lo que tenテュa que llegar, el tテュtulo de Liga. Era la temporada 1945-46. Al Sevilla le bastaban las tablas en Las Corts ante el Barcelona para ser el campeテウn, y un gol de Araテコjo en el minuto 7 bastテウ. El empate a uno final coronテウ al Sevilla. Ya nunca saboreテウ el club esas mieles. Conquistテウ dos aテアos despuテゥs otra Copa, la tercera y テコltima, ante el Celta en Chamartテュn (4-1). La boyantテュa sevillista se prolongarテュa en la dテゥcada de los cincuenta, siempre bajo la mano sabia de Ramテウn Sテ。nchez-Pizjuテ。n, el muテアidor del mejor Sevilla, aunque la gestiテウn no cristalizarテュa en mテ。s tテュtulos. Perdiテウ dos finales de Copa ante Athletic (1955) y, ya sin “don Ramテウn”, ante el Real Madrid (1962), y serテュa subcampeテウn de Liga en la 50-51 y la 56-57. Eran tiempos en los que Juan Arza, テコnico Pichichi en la historia sevillista (1955), era テュdolo grande en el Viejo Nerviテウn. Tres aテアos despuテゥs, en 1958, el Sevilla inaugurテウ el Ramテウn Sテ。nchez-Pizjuテ。n, escenario de muchos episodios felices donde el club se consolidテウ entre los clテ。sicos de Espaテアa (62 aテアos en Primera, nada menos) gracias a muchos jugadores de fuste y una aficiテウn fiel y apasionada. En el Pizjuテ。n, el sevillismo ha vivido muchos partidos grandes y algテコn que otro drama. Siempre con la esperanza de recuperar esos tiempos de gloria. Con la ilusiテウn de ese niテアo de oro que cada maテアana corre y corre en el cテゥsped como tratando de recuperar su pasado.

October 14, 2005   Comments Off on CIEN Aテ前S DE ETERNA JUVENTUD

Un cumpleaテアos cubano

Pues eso. Estテ。bamos invitados, con tropocientas personas mテ。s, al cumpleaテアos de la hija del embajador de Cuba en Bucarest. Llegamos puntuales a la cita, riテゥndonos un poco en el taxi. Nemo se llamaba el sitio. Entramos y descubrimos un restaurante muy elegante, y una tropa de personas cenando. Eso no era lo que nosotros esperテ。bamos. ツソQuテゥ pasa aquテュ? Que no… que es esa otra puerta… entramos, dejamos los abrigos, todo gratis, of course… y bebimos “cubalibres” (aquテュ eran Havana Club & Coca-Cola con medio limoncito). Adriテ。n (inversiones) practicaba un hテュbrido entre el baile de San Vito (digo yo que se escribe asテュ), salsa y sevillanas con una rumana, o cubana, que para el caso es lo mismo. Sergio y yo bebテュamos y dテ。bamos vueltas. Estテ。bamos como unos 10 espaテアoles/as. A mi compaテアera de piso, Ana, la cogテュa un cubano y le estaba enseテアando un par de pasos. El sitio estaba de muerte, la bebida era gratis, todo el mundo parecテュa estar disfrutando mucho, pero yo tenテュa la cabeza puesta en mi cama. Quテゥ sueテアo. En determinado momento de la noche entraron 5 chicas y se pusieron a bailar en la barra en plan Bar Coyote. Pero ni eso me animテウ. Simple y llanamente ayer no tenテュa cuerpo. Gracias a Dios no era el テコnico y sobre las 0:00 nos fuimos a casa a dormir…

De momento todo va bien por aquテュ, como podテゥis leer. Pero la sensaciテウn de caos y desorden que impera en mi vida no me gusta. Entre la provisionalidad del sitio en el que vivo, la falta de tiempo para estudiar algo de rumano, o de lo que me queda para terminar la carrera, y los planes continuos durante todos los dテュas de la semana uno no tiene tiempo de pararse y pensar tranquilamente. No me puedo quejar, me estoy divirtiendo, pero tambiテゥn quiero saborearlo. Seguro que sabテゥis a quテゥ me refiero. Pues eso.

October 14, 2005   Comments Off on Un cumpleaテアos cubano