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Posts from — December 2008

Las recetas de Villú: Espárragos con huevos

Freimos muchos ajos con cáscara en medio vaso de aceite de oliva, junto con una corteza de pan blanco… cuando estén dorados se apartan para ser molidos, se quita la sartén de la candela y se le echa al aceite una cucharada de pimentón extremeño de La Vera (“el mejor del mundo”, según mi querida madre).

A continuación, se añaden en la sartén unos espárragos trigueros o brócolis verdes, crudos, lavados y cortados en trozos grandes, junto a los ajos y el pan machacados y un poco de comino, así como una pastillita de Avecrem (o media, según el nº de comensales). Hay que aprovechar el momento de machacar para quitarles la piel a los ajitos. También hay que ir añadiendo agua. Está bien comenzar con medio vaso de agua.

Con todo esto en la sartén, ponemos el fuego o la vitrocerámica al máximo hasta que comience a hervir, luego se reduce a la mitad, y se esperan unos diez minutos… de vez en cuando hay que levantar la tapa, y si se observa que se va quedando sequerón, se añade otro medio vaso de agua. Pero no es conveniente pasarse con el agua para no tener que mirar si se nos está secando. Siempre agregar agua de medio vaso en medio vaso.

Cuando ya se observe más o menos hecho, se abre con la cuchara de madera en el centro de la sartén un hueco y se echa un huevo o dos, a gusto del consumidor, dejándose que cuajen.

Apagar el fuego, dejar reposar, poner la mesa, servir, mover el bigote y sonreir pensando en lo maravilloso que es vivir.

December 11, 2008   4 comentarios

The Twitter Inbedder

O, como sería si lo tradujéramos al castellano literalmente: el encamador de Twitter. El otro día lo vi en un twitt de Kathy Sierra y entré, pero sin tener ni la menor idea de qué demonios iba el experimento.

Es una chorrada tremenda, lo advierto de antemano. Pero a mi me ha hecho muchísima gracia, todo hay que decirlo.

Entras, metes tu nombre de usuario en Twitter y ellos ya tiran de los twitts de la gente a la que sigues (para obtenerlos no es necesario dar ninguna clave), y te los presentan de forma parecida a como lo hace la misma web de Twitter, exceptuando que agregan al final de cada twitt la coletilla “in bed“.

Esta idea, simple y absurda en primera instancia, da pie a que se vean cosas como las que yo vi en el único timeline que me animé a mirar. Estoy seguro de que si refresco ahora mismo me llevo un buen rato riéndome otra vez. Resulta que la puñetera idea es genial. A mi, al menos, me lo parece.

The Twitter Inbedder - I

The Twitter Inbedder - II

The Twitter Inbedder - III

The Twitter Inbedder - IV

The Twitter Inbedder - V

The Twitter Inbedder - VI

The Twitter Inbedder - VII

December 10, 2008   1 comentario

Los caballeros del cielo

Hace unos meses lo leí en Fogonazos. Como en él Aberron se ponía tan solemne a la hora de recomendarnos que viéramos el vídeo…

“La recopilación dura 20 minutos, por eso os recomiendo buscar un momento para verlo con tranquilidad. Creedme, no os arrepentiréis.”

…me lo tomé en serio, y no fue hasta ayer que encontré un hueco, al amparo de la enfermedad que me ha tenido postrado todo el magnífico puente de la Inmaculada, para verlo.

Recuerdo que hace unos años mi padre me contó que muy pronto supo que yo era un chico listo, porque cuando era un enano me preguntó si quería ser piloto de cazas, y yo le dije que no, porque era un trabajo con mucho riesgo, y que prefería hacer algo más tranquilo.

Por lo visto, con cinco años era más inteligente que ahora, porque después de ver esto me he dado cuenta de que yo tenía que haber sido piloto. Tranquilos, esta no es la recopilación de la que hablaba antes, sino un vídeo de tres minutos y medio que os recomiendo encarecidamente que veáis a pantalla completa y con tranquilidad. Además, el tema que acompaña a las imágenes es tremendo.

[youtube=”http://www.youtube.com/watch?v=KBfW9yWGXBk”]

En cuanto pueda descargaré iré al videoclub a por la peli, que aunque tiene pinta de ser una Top Gun a la francesa, con imágenes como éstas, merece la pena visionarla. El director es Gerard Pirès, el mismo de Taxi, una película que me trae muchos recuerdos (no, no diré de qué tipo).

Por cierto, hoy es el cumpleaños de mi padre, así que nada, le dedico el post, que además sé que a él le gustará la temática.

December 9, 2008   5 comentarios

Historias de gafas

Leía en el blog de Ivich su historia personal con este artilugio compuesto por cristales y monturas metálicas o de pasta (tan de moda entre los oyentes de Radio 3). Así que me he decidido a copiarle la idea y narrar mis historias de gafas.

Fue una profesora de física y química, magnífica, por cierto, la que reparó en que había un alumno que parecía chino de los esfuerzos que hacía por transcribir el contenido de la pizarra en el cuaderno. Fue comprarme mis primeras gafas y ser feliz. Volvía a ser capaz de ver las matrículas de los coches.

Era muy dado a jugar con ellas, habida cuenta de la extensión de mi apéndice nasal; cuando me aburría en alguna clase no dejaba de bajarlas y subirlas por el tabique. Cuando estaban en la punta de la nariz, las giraba de forma que las patillas apuntasen al techo. Un día, estando en esta postura en mitad de una clase de geología, el profesor intercaló un: “Banyú, ¿tienes algún problema con tus gafas?”, que hizo que todo el mundo se girase hacia mi, y después de que mil y un pensamientos me destrozaran en ese momento (estaba salvajemente enamorado de una compañera de clase cuyo nombre omitiré), dicha situación desembocó en última instancia en mi abandono de tan incomprensible (para los demás) práctica.

Con las gafas de sol tengo un problema, y es que no me queda bien ninguna, así que llevo años sin usarlas. No consigo encontrar algo con lo que me sienta cómodo. Además, el par con el que mejor me sentía lo rompí un día en mil pedazos tras perder los nervios con uno de mis mejores amigos. Ese día mi orgullo me impidió montarme en su coche para volver a casa, y andé cerca de ocho kilómetros hasta llegar a mi destino.

Tras el primer par de gafas, que examino ahora en fotos de aquella época con bastante vergüenza y sentimientos encontrados, me compré el segundo, muy parecido al actual, y cuya pérdida relataré a continuación. Creo que merece la pena que invirtáis tres minutos más en leerlo, pues podéis extraer alguna lección de ello.

Andaba yo en el verano de 2004 en Dublín. Mi novia en aquel tiempo, Maca, se encontraba trabajando en un hospital dublinés, y yo invertía mi tiempo en la lavandería del hotel The Clarence (propiedad de Bono y The Edge), trabajando como extra en una serie de televisión irlandesa (prometo escribir sobre esto algún día), y practicando inglés con todo el que podía. Un día nos fuimos a unas islas que hay al oeste de Irlanda, las Aran Islands. Después de estar todo el día en una de las islas, haciendo senderismo, visitando unos acantilados impresionantes, teníamos que volver a Galway, para lo que había que coger un ferry. He ahí que el ferry se acerca y la gente, en el muelle, empieza a hacer cola. Le digo a Maca que voy a ver el atraque del ferry, ya que estaba intrigado por ver el momento en el que impacta contra las bollas que hay en el muelle. Para ello, me situé justo en el filo del mismo, comprobando antes que el ferry no tenía ningún saliente con el que pudiese tener algún problema. Pues bien, justo cuando estaba a punto de impactar el ferry contra el muelle, satisfaciendo mi curiosidad, algo chocó contra mi cabeza, dejándome mareado y atontado momentáneamente. Cuando me recuperé, apenas medio minuto después, me di cuenta de que ya no llevaba puestas las gafas, y las busqué a mi alrededor durante un minuto, el tiempo necesario para darme cuenta de que no estaban en ninguna otra parte salvo en el mar. Sólo entonces caí en la cuenta de lo que había pasado. Un marinero había arrojado una soga para intentar amarrar el ferry al muelle, y yo, que inteligentemente me había situado junto al mojón metálico cuyo nombre desconozco y que se usa a tal efecto, me llevé el premio del sogazo del año. Cuando volví a la cola todavía había gente riéndose (incluída Maca), lo cual me indignó sobremanera. No por dignidad o alguna cosa parecida, sino porque si en lugar de golpearme en la frente, la soga enlaza mi cuello, igual no estaría escribiendo esto aquí y ahora. En realidad me asusté mucho esa tarde.

Durante el trayecto de vuelta a Galway, el capitán y algunos miembros de la tripulación vinieron a disculparse y a ofrecerme lo que gustase. En ese momento recuerdo que les pedí unas coca-colas y kit-kats (lo sé, tengo un gusto elitista), mientras escuchaba a un hombre susurrándole a su mujer que yo era un futbolista famoso, un tal Van Nistelroy, y que por eso me agasajaban. No dejé de notar que todos me miraban mucho ese día, y no sé si reían por el sogazo del año o sonreían porque pensaban que era Van Nistelroy. Cosas que pasan.

December 8, 2008   17 comentarios

IFFHS

En la semana en que se ha hecho público el ránking actual de la IFFHS, en el que el Sevilla FC ocupa el puesto número 45, no puedo dejar de acordarme de un tiempo no tan lejano, en el que estábamos en el número 1. Y con todo merecimiento.

Eran tiempos en los que el Sevilla FC tenía mentalidad de equipo grande. Salía a ganar en cada estadio. Tenía una idea definida de juego: rápido, ordenado y ofensivo.

Quién te ha visto y quién te ve, Sevilla FC. El que no entienda por qué escribo esto, que ponga Canal Plus hoy a las 21:00, y que vea a lo que juega este equipo.

¡¡Zas, en toda la boca!!, toma Banyú, para que hables (cómo me gusta equivocarme cuando se trata del Sevilla FC).

December 7, 2008   12 comentarios