Un fin de semana en Portobelo e Isla Grande (Primera parte)
Hace algunas semanas que estoy en contacto con Manuel Monedo, el exbecario Icex de informática de Panamá City Ciudad de Panamá. Mientras yo pasaba uno de los mejores años de mi vida en RumanÃa, él lo hacÃa aquà en Panamá.
Cuál no fue mi sorpresa cuando hace diez dÃas aproximadamente me comentó que venÃa para acá, con un amigo suyo. Obviamente, les ofrecà toda mi ayuda logÃstica. Dani y él llegaron el jueves, tuvimos una primera toma de contacto ese mismo dÃa (fui a enseñarles a jugar al billar), y una salida al dÃa siguiente por los locales de marcha tÃpicos en la capital.
El sábado emprendimos un viaje cuya agenda prometÃa: fiesta de congos y diablitos en Portobelo el mismo sábado, noche en Isla Grande, hacer la croqueta por sus playas y las de los alrededores el domingo, y vuelta a Panamá a la caÃda del sol, pasando por las esclusas de Gatún, las únicas del Canal en su “vertiente” atlántica.
El viaje ha sido sencillamente espectacular, superando todas las expectativas que me habÃa creado. En primer lugar, por la forma de desenvolverse que tiene Manuel por Panamá. Se nota que conoce bien el paÃs, que lo ha pateado. Sus contactos en los lugares por los que pasamos hicieron las cosas muy fáciles, sobre todo a la hora de reservar el hotel y la lancha que nos llevó de una isla a otra. Muchas gracias por este fin de semana, señor Ministro.
Unas hora de sueño prudenciales nos sirvieron para reponernos del viernes noche. A la mañana del sábado alquilamos un Nissan (no recuerdo el modelo) y tomamos un desayuno chino en el restaurante Don Lee que tenemos junto a los apartamentos. Salimos a la hora de comer, y con mucha paciencia y conversación fuimos quemando kilómetros desde Panamá City Ciudad de Panamá a Colón. Hay sólo unos cien, pero esto no se traduce en algo menos de una hora de camino, sino más bien en unas dos. Ahora veréis por qué, aunque no toda la carretera está asÃ, claro:
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Antes de llegar a Colón cogimos un desvÃo hacia Portobelo. Y unos tres kilómetros antes de llegar nos encontramos con un tremendo tranque (es como llaman por estos lares a los atascos) que ya no nos abandonarÃa hasta muy avanzado el dÃa. Optamos por aparcar el coche en un lateral de la carretera y escalonadamente fuimos andando hasta Portobelo.
Mañana os contaré acerca de este mÃtico lugar…
March 17, 2009 7 comentarios