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Las recetas de Villú: Garbanzos con bacalao


Esta receta tiene mérito porque mi madre no puede tomar bacalao, es alérgica. Sin embargo lo prepara de muerte, como casi todo el pescado del mundo.

La noche anterior, echar un cuarto de kilo (para dos personas) de garbanzos en remojo. Dejar al menos ocho horas. Al igual que los garbanzos, un trozo de bacalao que previamente habéis comprado en el mercado:

– “Deme usted un cuarto de bacalao” – así de sencillo.

Suele estar saladísimo, así que hay que desalarlo en agua durante otras ocho horas.

A la mañana siguiente, te levantas, enjuagas los garbanzos y los echas en la olla. Enjuagas el bacalao también y lo echas en la olla junto a los garbanzos.

Agregas al conjunto:

  • Cuatro o cinco dientes de ajo, con cáscara incluídas. Si quieres puedes quitarle los extremos con un cuchillito.
  • Un trozo de pimiento rojo. 
  • Una cebolla, pelada, claro.
  • Un tomatito pequeño o medio o grande, sin pelar pero lavadito.
  • Una hojita de laurel.
  • Un chorreón generoso de aceite de oliva (como siempre, no escatimar aquí).

Cubrir todo de agua justo al nivel de los garbanzos (incluídos, sumergidos, se entiende, ¿no?).

Se enciende el fuego, si es una olla express, cuarenta minutos, o cuarenta y cinco.

En la normal: tres días, jajajajaja (lo ha dicho y se ha reído; ahora defiende las bondades de la olla express). En una olla normal al menos una hora y media o dos horas, a fuego medio también.

Al final, se le saca el ajo, la cebolla, el pimiento y el tomate y se mete en el pasapuré, se hace una pasta y se vuelve a echar en la olla. Rico, rico.

Si quieres, le agregas un poquito de comino machacado.

Esta receta es heredada de mi abuelita Carmen, que era de Graná (y que yo nunca conocí, porque murió cuando Villú tenía 18 años).

Algún día hablaré del árbol genealógico de mi familia, eminentemente andaluza, con ribetes extremeños.

8 comments

1 Nesta { 02.05.09 at 12:13 }

Me ha encantado el detalle de las intrucciones para comprar el bacalao. Desgraciadamente a mi novia no le gusta, y no creo que me haga un guiso para mi solo. Algún día invitaré a gente y haré dos comidas para probarlo.

2 antonio { 02.05.09 at 12:41 }

La Villú es generosa , y no sólo en los platos.¡ Cuídala!

3 Elenita { 02.05.09 at 15:10 }

No te lo vas a creer yo lo hice hace un par de dias!!
Riquisimos!!

4 Caligari { 02.05.09 at 19:05 }

Ayer me obsequió mi suegra (un buen regalo, por cierto) unos saquitos de lentejas, judías pintas y garbanzos, todo ello ecológico, así que luego compraré 1/4kg de bacalao y el sábado tendré a mi chica rendida en mis brazos.

5 Banyú { 02.05.09 at 20:22 }

@Nesta: espero que te salga muy rico.

@Antonio: lo hago, lo hago, en la distancia.

@Elenita: me alegro, ¿muchas diferencias en el modo de preparación?.

@Caligari: jajajaja, eso espero, ya nos cuentas qué tal ha ido. ¡Suerte!.

6 Gons { 02.05.09 at 20:27 }

Jejé, tu abuelita era paisana mía, qué buena gente! Si que tiene que estar bueno esto, a ver cuándo me decido a comprar garbancillos

7 ivich { 02.06.09 at 09:42 }

Tiene muy buena pinta la verdad.
Lo de las madres es único. Mi madre es diabética desde hace unos tres años. Desde que no puede tomar azucar hace más postres que nunca 😀 No sé si será por el placer de vernoslos comer, o por el hecho de que no quiere que cambie nada 🙂

8 Caligari { 02.09.09 at 19:19 }

Dicho y hecho, el sábado preparé los garbanzos con bacalao según la receta de Villú y nos supo a verdadera gloria, lo acompañamos con un vino de toro, nos animamos y le sucedieron las correspondientes copas de digestivos aunque faltaron los puros (sí, mi chica y yo somos de puros). Es una receta sencilla (de lo contrario no me hubiera atrevido, soy muy torpe, y quería hacerlo yo) pero una gozada para el estómago, así que doblemente bueno. Dos recomendaciones: la primera es que la gente se anime a preparar platos de cuchara como estos, y la segunda que si lo haceis en cazuela (no en olla express) como fue mi caso, el bacalao lo saqueis a la media hora porque si no se queda algo seco como me sucedió a mí. Esta comida nos ha servido para instaurar en casa la costumbre de comer todos los sábados de cucharón, que ya sólo catamos cuando vamos a casa de los padres…Nos sobraron garbanzos (no tenía báscula y debí de echar 1/2kilo para dos) que nos comimos el domingo, y estaban espectaculares con el caldo reposado.